III - TERCERA SEMANA
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Tw // intubación, mención de muerte, mención de amnesia, crisis nerviosa, vómitos
Ni siquiera sabe por qué está aquí. Ha conducido con la escarlata negra sobre él, el frío estallando en su aliento y huesos, y se ha agazapado sobre el muelle. Las olas se enredan y la espuma burbujea en sus oídos al ondearse contra la madera de la estructura. Es su lugar seguro, diría. O de reflexión, concretaría.
La humedad salina se le aglutina en la piel de la cara, sus lisos cabellos canosos se ondulan por la condensación de líquido. Cierra los ojos y el gorjeo del agua se relame en sus tímpanos como un bálsamo paliativo. Se siente sedado con los graznidos de las gaviotas y el runrún marino. Su resaca emocional se derrama en la del mar y pierde fuerza.
Unas vibraciones en la madera le traen de vuelta al mundo—. ¿Viktor?— Nikolai a sus espaldas.
Está sentado y abrazando sus piernas, en dirección al océano, así que no puede verlo. Tampoco habla. Nikolai podrá entender su silencio.
Los pasos se elevan y, antes de darse cuenta, Nikolai ocupa su lado, sentándose. Volkov abre los ojos y diferencia la línea del horizonte en la oscuridad.
Nikolai aguarda, pero Volkov no dice nada. Ni parece que tenga ensayado nada. Ingenuo él.
—Vikt-...
Ahí, Volkov se adelanta.
—Pensaba... que perdería la vida solo. Sin familiares, sin compañeros, sin amigos... Sin nadie— murmura en un susurro perforante. Ni siquiera sabe por qué cuenta nada. Probablemente sea porque está desbordado y sin rumbo. Perdido en la incertidumbre. Probablemente sea porque no puede más—. Ya me conoces, Nikolai... Sabes, perfectamente, cómo... me comportaba en mi infancia.
Nikolai lo observa, sin intervenir. El perfil de Volkov se ilumina por una farola cercana. No hay viandantes ni distracciones. Son sólo ellos y sus sentimientos. Los de Volkov, en este caso.
—No tenía expectativa alguna de mi vida y, independientemente de todo,... estoy aquí— hila. No excava en su pasado, sigue reticente a abrirse sin incentivo, pero Volkov está sincerándose. Nikolai sabe que esto es un voto de confianza hacia él y un desahogo para su cuñado—. Horacio me mantiene aquí.
No aparta la mirada. Nikolai entona un gesto apenado y le aparca la mano en el antebrazo, haciéndose notar. Tampoco sabe qué decir. Él tuvo su duelo y su dolor, su inaguantable dolor, pero sus consejos no aplican a este estado. Nikolai ni siquiera pudo despedirse de Aleksandra en un hospital. Murió en el acto y se llevó sus esperanzas con ella. En cambio, Horacio está en un limbo. Puede mejorar. Puede empeorar. Puede salir. Puede no salir.
¿Qué consuelo dar cuando ni siquiera ha terminado todo pero el dolor es como si no quedase nada?
Las lágrimas se empiezan a formar entre sus pestañas y Volkov duda que pueda aguantar más sin derrumbarse.
—Lo... lo echo mucho de menos, Nikolai— su voz se rompe al final. Cierra los ojos con fuerza y niega con la cabeza, venciéndose sobre su cuñado, que le atrae hacia él con un "lo sé, Viktor. Lo sé. Ven aquí". Los brazos de Nikolai lo protegen en un abrazo intenso y Volkov no puede negarse cuando es todo lo que necesita. Que le abracen y le digan que todo está bien—. Nunca- nunca he querido a nadie así y no puedo-... no puedo perderlo. No como Aleksandra, Nikolai. No-... no nuevamente.
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Días felices - [Volkacio]
FanfictionLas últimas noticias eran inequívocas: Horacio ha sufrido un accidente vial de gravedad. La capacidad de Volkov para lidiar con ese estado es interdependencia de la mejora de su pareja, y espera que lo haga pronto.