Capítulo II

38 4 0
                                    

Capitulo II: Conociendo a los Caídos.

La chica se puso su mochila en el hombro y beso la mejilla de su padre. –Adiós papá.
–Cuídate, pequeña. –Besó su frente, la chica sonrío y bajo de la camioneta roja y su padre aceleró retirándose de la universidad. Suspiró y caminó adentro de la gran institución y se perdió entre toda la gente. 


Mientras tanto, Alexis se encontraba cuatro autos atrás de ella despidiéndose de su madre.
–Adiós, mamá.
– Adiós, Hijo. Buena suerte. –Alexis besó la frente de su madre y bajo del auto blanco y camino un corto tramo por el estacionamiento. Entró por la puerta con dificultad y se dirigió a su casillero, mientras pensaba en que clases tenía la oportunidad de dormir.

Ambos se dirigían a su clase de matemáticas, Artemissa fue la primera en dejar sus cosas en su casillero y llegar al salón, el lugar estaba completamente vacío. Se sentó en uno de los lugares de en medio mientras sacaba su libreta y un lápiz. Estaba aburrida y con sueño a pesar de los minutos extras que ella había tenido para dormir. Bostezó y puso sus brazos en el escritorio de madera clara escondiendo su cara en él y sin darse cuenta se quedó dormida, cinco minutos antes de que el timbre sonara.

–Tarde. –Murmuro el rubio cerrando la puerta metálica de su casillero, se acomodó su mochila en el hombro y comenzó a correr por los pasillos de la institución, rezaba por que el profesor aún no llegara. Llegó a la puerta del salón con los ojos cerrados implorando de que este abierta y sin el maestro. Abrió los ojos. Cerrada. Levantó su mirada al cielo y la bajó tocando la puerta. El profesor le abrió, el hombre de mediana estatura y lentes hizo que pasara.

–Que no se vuelva a repetir. O trabajo extra. Va para todos. –Recorrió con la mirada el salón mientras Alexis aun estaba parado viendo como todos los alumnos lo veían. El profesor y Alexis al mismo tiempo pararon su mirada en Artemissa, la cual se encontraba dormida desde hace más de diez minutos, su cabello negro le tapaba la cara, hombros y espalda. El profesor le indicó al rubio el asiento de al lado de ella. –Despiértela.

Alexis asintió. Caminó al banco al lado de la chica y tomó asiento. Puso una mano en su hombro y le dio un escalofrío, parpadeo y movió levemente a Artemissa la cual soltó un quejido bajo. –Vamos. Despierta, no quieres meterte en problemas, chica.
Ella levantó su mirada rápidamente haciendo que todo su pelo se hiciera para atrás, parpadeo viendo a su alrededor para terminar en el chico. Lo analizó un momento. Sus cabellos rubios atraparon su atención. Abrió la boca para preguntarle su nombre pero esas palabras quedaron en el aire. –Gracias.
–Un placer. Me gustaría saber el nombre de la chica a la cual acabo de despertar de su profundo sueño. –Dijo el chico en voz baja sonriendo, mientras la chica sonreía algo avergonzada por lo que dijo.
–Artemissa Dregons. Dime Artemis.
Alexis sonrió más amplio. –Hermoso nombre. Soy Alexis Alecrest.

Ambos sonrieron. Tomaron sus libretas y se dedicaron a escribir los apuntes que daba el profesor. El timbre sonó y Alexis suspiró aliviado a lo que Artemis río leve.
–Cuanto aprecias a la materia. –Dijo ya cuando muchos alumnos salían casi corriendo, ella se levantó y tomo su mochila. Alexis la vio riendo mientras se paraba.
–No es una de mis favoritas.

Rieron. Ambos salieron del salón y se dirigieron a sus respectivas clases.
Artemis después de recoger sus libros de física estaba entrando al salón y se sentó en uno de los asientos disponibles. Volteó instintivamente a la puerta y le erizaron los cabellos de la nuca. Una chica pelirroja pasaba por la puerta. Pero no era cualquier pelirroja, era la que había visto en su sueño con aquel chico. Ella desvió su mirada y a veía de reojo. La chica pelirroja le sonrió, una sonrisa de suficiencia, y con cierta pizca de maldad, la chica pelinegra se hundió en su lugar respirando. Que la hora pase rápido, pensó cuando el profesor entraba y comenzaba la clase.

Alexis estaba apuntando rápidamente las cosas que dictaba la maestra de química. Unos golpes en la puerta se hicieron presentes. La maestra abrió la puerta y dejo pasar a un chico. Sus ojos esmeralda vieron por todo el salón y termino en Alexis que fue el último en levantar la mirada y encontrarse con la del chico. Trago en seco. A él lo había dibujado, un "Caído" cómo a él se le ocurrió llamarle... Sus ojos esmeraldas eran aterradores si te veían con furia. El chico de cabello oscuro sonrió burlón y se dirigió al banco siguiente de Alexis. Qué esto sea rápido, murmuro sólo para él en lo que volvía a escribir en su libreta.

Nota de la Autora:

Vieron que edite todo exageradamente? Bueno, ahora ya pueden ver que hacen ambos al mismo tiempo 7u7. De nada(?

En fin, espero que les este gustando, es mi segunda obra que llevo a cabo y pues, en verdad quiero terminar y hacerla en físico.

Pronto actualizaré BGVSPB, lo prometo.

Creo que es todo.

Gracias por apoyaaarme

-Sophie

Caída Angelical.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora