Capítulo 7

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Después de unos segundos Barty aparcó su carro a un lado, fuera de una tienda, no pude ver cual, porque él ya había movido su asiento para hacer más espacio y me subió a su regazo, dejando mis piernas encogidas a un lado de su cuerpo, rodeando mi cintura, pegando mi cuerpo hacía él, eso sin contar la forma como mi corazón latió con tal fuerza que consideré se saldría de mi pecho, o como su acto sólo ayudó a aumentar las lágrimas que no dejaban de escapar de mis ojos.

—Peter, Peter, bebé, escúchame, por favor.

Su voz sonaba tan bien, era música para mis oídos a pesar de aquel tono lleno de tristeza, mis manos apoyadas en su firme pecho y mi cabeza escondida en su cuello, del lado contrario a donde estaba la mancha de lápiz labial, él olía bien de ese lado, no quería ni tocar el otro, sentía que me quemaría encontrarme con el aroma de Barty combinado con otro de alguna omega bonita, sería demasiado y me destruiría el corazón.

—Peter, ya, deja de llorar.

Pero no me detuve, no paré incluso aunque mi omega deseaba callarse para obedecer a Barty y hacerlo feliz, yo solo me quedé llorando sobre sus piernas, escondiendo cada vez más mi rostro en su cuello, llenándome de él, deseando que el dueño de aquel tan delicioso aroma sea mío para siempre.

***

Cuando abrí mis ojos, lo primero que observé fue el cristal que me permitía admirar las calles oscuras tan conocidas para mí, estábamos en mi vecindario. Quise apartarme para observar mejor todo, pero unos fuertes brazos me continuaron manteniendo cerca, sin permitirme moverme de donde sea que esté. Mi cabeza giró lo suficiente para observar a quien le pertenecían aquellos fuertes brazos y entonces me sentí morir cuando me encontré con la mirada de Barty , observando atentamente con una pequeña sonrisa. Mi rostro se encendió seguramente, por el calor que sentí sobre mis mejillas y el leve mareo también, cuando mi olfato despertó lo suficiente, me sentí aún más mareado, las feromonas de Barty llenaban todo el auto, y no era que me causara molestia alguna, de hecho sentí mi cuerpo excitado solo de saber lo mucho que debía estar oliendo a él para este segundo.

—¿Barty, qué...?

—¿Estás bien?

Al fin sus brazos me liberaron lo suficiente para apoyar con firmeza mis manos en su pecho y alejarme un poco, admiré todo el panorama, se había hecho de noche y nosotros continuamos en su auto, él me observaba tan atentamente e incluso pensé que quizás no me había bajado de su regazo en todo el camino hacía mi casa, aunque eso era imposible ¿Cómo manejó conmigo inconsciente sobre sus piernas?

Una de sus manos pasó a acariciar mi mejilla y me encogí ante la dulce caricia, mi omega ronroneó e instintivamente luego mi rostro se acercó más a su mano, permitiendo que continuara acariciándome, moviendo su pulgar sobre mi piel, mientras yo cerraba lentamente los ojos.

Cuando mi mente hizo clic, me aparté tan rápido que de nuevo sentí aquel ligero mareo, y Barty tuvo que sostenerme para que no girara la manija del auto y me lanzara contra el suelo.

—Barty, espera, es que Charlie, él no sabe nada de mí y la señora Julieta salió temprano y...

Las palabras salían tan atropelladas de mi boca que ni siquiera consideré que yo mismo me entendería, pero antes de decir algo más, Barty atrajo de nuevo mi cabeza hacía su hombro y mi cuerpo entero se estremeció, gustoso me volví a frotar contra él, cerrando mis ojos suavemente, olvidándome de absolutamente todo.

—Julieta está adentro con Charlie, ya les avisé que estás aquí. Tranquilo —dijo con voz relajada, con esa voz me transmitió aquella seguridad y afirmé con la cabeza, rozando mi nariz con la piel de su cuello—. ¿Estás bien ya? No me respondiste.

The perfect omega| Barter (Barty Crouch Jr x Peter Pettigrew)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora