Cumpleaños

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Advertencia: 

En esta historia no se tratará bien a la familia de Jiang Cheng

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Sus cumpleaños deberían significar algo para Jiang Cheng. Deberían hacer que su corazón burbujease de emoción, hacer que se quedase sin dormir el día anterior, ansioso por lo que le depara el mañana. Pero Jiang Cheng nunca ha tenido tales sentimientos sobre su cumpleaños.Su corazón se siente más frío cada año, el insomnio del día anterior -y de toda la semana- se debe a la ansiedad de saber qué infierno tendrá que vivir en ese lugar que pretende llamar hogar.


Sabe que alguna vez, quizás, su cumpleaños fue una instancia de... tranquilidad. Sabe que en algún momento tuvo un día sin que sus padres discutieran, que tuvo las pesadas manos de su madre acariciando torpemente su cabeza y a un padre mirándole durante unas horas. Sabe que tuvo las comidas especiales de su hermana junto con los traviesos lametones de felicitación de Amorcito, Jazmín y Princesa. 

Pero, al mismo tiempo, sabe que perdió todo eso cuando apareció la Luna.  Perdió la tranquilidad entre sus padres creada sólo para su día, perdió la mirada fugaz de su padre y las caricias incómodas de su madre. También perdió las comidas especiales de su hermana, que se cansaba después de cocinar para la Luna, y perdió a esas tres almas que alegraban sus días con su existencia canina.

La luna tenía su resentimiento y la araña su corazón roto. El loto tenía sus lágrimas formadas por la dulzura de su inocencia y su estrella guía tenía de él el calor que nunca regresó.

El pequeño Jiang Cheng pensaba que las guerras sólo aparecían en las películas, pero él vivía a diario atrapado en una. No importaba si había aprendido a amar a su hermano, no importaba si había renunciado a todo lo que lo formaba como persona; nada de eso fue suficiente para evitar que los demonios gritaran y las palabras apuñalaran.

Entonces, el favoritismo de su padre comenzó a marchitar el afecto que tanto le costó cultivar.La Luna olvidó que controlaba las mareas, olvidó que alejaba los miedos en las noches más oscuras e ignoró lo que sus acciones provocaban en Jiang Cheng.

Jiang Cheng tenía 15 años cuando alguien lo eligió primero.

Su trébol torpe pero de buena suerte, el que con su pincel dibujó las mayores alegrías en la vida del hijo del otoño. Fue la primera persona que quiso escuchar su voz, que quiso conocer la oscuridad y la luz dentro de su alma.

Jiang Cheng tenía 17 años cuando recibió la primera bofetada en la mejilla de la mano de su padre. 18 años cuando su hermana desvió la mirada ante sus inseguridades y miedos. 19 años cuando la araña rompió hasta el último fragmento de su corazón y 20 cuando su hermano le cargó con errores que no eran suyos.

"¡Mándalos al infierno A-Cheng!" había gritado su trébol de la suerte "Si no fuera por ti ya me habría encargado de destruirlos hasta que no quedaran ni las cenizas. Son tan injustos y crueles, ¡no merecen ser familia de alguien como tú!"

"¿Son ellos los que no me merecen o soy yo el que nunca mereció su amor A-Sang?" Preguntó Jiang Cheng desde un rincón de la habitación.

Nie Huaisang cruzó la habitación para agarrar por los hombros al hombre destruido que era su mejor amigo.

"Escúchame con mucha atención Jiang Cheng porque si no te entra por los oídos ahora mismo te ataré a una silla y te lo repetiré hasta que tu tonta cabeza pueda recitarlo en sueños"

 La mirada de Jiang Cheng estaba cristalizada por la más triste de las emociones, tratando de enfocar a la persona que tenía delante hablando tan apasionadamente

"Eres la persona más maravillosa que la vida me ha dado la alegría de conocer y ¡no! Cállate porque te juro que si abres la boca para negarlo te la voy a cerrar con cinta adhesiva. Eres maravilloso porque cuando todo el mundo me daba por perdido tú viste la luz en mí,la que ni yo mismo podía ver, y me hiciste encontrarme a mí mismo. Eres maravilloso porque ayudas a los que quieres aunque signifique perder horas de sueño. Eres una persona increíble porque cuando amas lo haces con el alma y nunca das a medias.Eres increíble porque ayudas a todos los gatitos o animales que encontramos abandonados y les das un lugar seguro. Eres maravilloso Jiang Cheng porque tu alma es tan bondadosa que siempre intentas que el mundo sea un poco mejor aunque sea un asco contigo. Eres... eres..."

Los sollozos de Trébol no le dejaban continuar, pero si por algo era conocido es por lo testarudo que se vuelve cuando tiene algo en mente.

"Eres como un hermano para mí A-Cheng, el hermano que me duele cada vez que lo veo llorar, que siento alegría con sólo ver tus ojos brillar de felicidad. Eres mi familia Jiang Cheng y no sabes cuánto me gustaría que vieras lo precioso que eres y cómo te mereces mucho más de lo que tienes ahora. Cómo te mereces la misma dulzura que das, la misma paz que das. Ojalá pudieras ver lo  valioso que eres, para quererte un poco más y soltar todo lo que te hace daño. Decirte que no estás solo, que aquí está tu mejor amigo para dar la vuelta al mundo si eso es lo que necesitas para sanar. Que aquí está mi mano para sostenerte aunque te caigas y que siempre encontrarás en mí las palabras que te faltan".


Jiang Cheng tenía 21 años cuando, como regalo de cumpleaños, se liberó de todos aquellos que le hicieron daño hasta fragmentarse. Nunca más suplicó la luz de la luna o su estrella guía, nunca más temió a la araña y, sobre todo, nunca más vio el loto. Jiang Cheng decidió a partir de entonces que su corazón burbujearía de felicidad al saborear la libertad y que su insomnio del día anterior se debería al calor que sentiría en su alma por el cumplimiento de un nuevo año de renacimiento. Jiang Cheng decidió abrazar su cumpleaños con los que le quieren de verdad, celebrando su camino hacia la curación y el amor propio.

Jiang Cheng decidió revivir.

💜Fin💜


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