💜Cortos sobre Jiang Cheng✨

Rojo

Jiang Cheng no puede olvidar el color rojo que tan hondo ha calado en su alma.

Rojo, el color que tenía la cinta de Wei Wuxian cuando prometió siempre estar a su lado

Rojo es el color de la secta que mancho su hogar con olor a humo. La secta que le quitó todos sus cimientos.

Rojo es todo lo que vió durante los interminables años de guerra. Jiang Cheng hervía en sed de sangre e incineraba a todos con su ira inmarcesible.

¿De qué le servía tener tantos recuerdos, se preguntaba a veces el loto, si todo lo que quedaba ahora de esas personas eran cenizas?

Donde solo quedaba el humo de los inciensos que enciende en sus nombres

Rojo era el color que tintaba su mano mientras sollozaba por un ángel que se fue en medio del caos. Era el color de los ojos de un hermano que se consumió tan vorazmente como las hogueras pero que era tan frágil como las velas.

Rojo
Rojo
Rojo

Maldito y destructor rojo

Rojo es el color de la marca en la frente del bebé que tan destrozado e inseguro sostuvo entre sus brazos. 

Fue entre medio de los ríos de carmín y la estruendosa orquesta del cielo que vio su luna entre tanta noche oscura.

Rojo, aprendió eventualmente Jiang Cheng, rojo puede ser amor.

Rojo, como la marca que colocó en la frente del niño que adora hasta que éste insistió que era lo suficientemente mayor como para hacerlo solo.

Rojo, como el collar que tiene Hada cada vez que va saludarlo.

Rojo, como el color que adquiere su pueblo al celebrar su renacimiento con linternas y bailes.

Rojo, como el traje que lo envuelve en esos momentos mientras hace reverencias sagradas junto a quien iluminó cada rincón oscuro dentro suyo.

Rojo