Jiang Cheng ha sido amado por la Diosa de los animales desde el día en que nació. Ella lo considera uno de los pocos humanos que respeta a todo tipo de seres y siempre los protege y cura. La Diosa pudo ver cómo pedía perdón y agradecía a los animales que hacían posible que tuviera un plato de comida diario.
Pudo ver el amor en sus ojos y en su tacto cada vez que encontraba un animal que estaba abandonado o herido. Había tanto amor en un alma que ha sido herida horriblemente muchas veces. Poco sabía Jiang Cheng que cuando se queda dormido en un muelle, los pocos momentos que tiene para sí mismo, una mariposa danzaría a su alrededor y descendería para besar sus pecas. Que cada cachorro que encuentra en sus viajes está ahí para darle todo el amor que su Diosa y ellos sabían que Jiang Cheng merece. Las serpientes respetan a Sandu Shengshou porque, incluso cuando el propósito de su título era resaltar todos los defectos y toda la "maldad" en él, no ha sido más que un orgullo para ellas. El único que realmente entendía los prejuicios sobre ellas y seguía manteniendo la cabeza alta, porque las serpientes eran mucho más que muerte y mala suerte. Más que un ser creado para matar y envenenar.
Los ciervos podían ver en sus ojos la inocencia de su alma, la pureza de su forma de amar. Estaba hecho de gracia aunque la gente sólo viera la fiereza. Los ciervos podían ver todos los espíritus que rodeaban a Jiang Wanyin, todos ellos desesperados por mostrarle que no estaba solo. A la Diosa se le rompió el corazón cuando vio a su humano favorito ser herido por las palabras, por las acciones del resto de los de su especie, por los que se suponía que debían amarlo y cuidarlo. Lo intentó todo para devolverle la chispa a sus ojos, pero la pesadez en el corazón del joven líder era más fuerte. Ni los cantos de los pájaros, ni el ronroneo de los gatos, ni la llamada de los lobos podían traer consuelo a la mente de Jiang Cheng. Sólo ese pequeño humano al que se aferraba con fuerza, el bebé con túnica dorada y el universo en sus ojos, Jin Ling era el único ser capaz de curar algunas de las interminables heridas del Loto.
Así que la diosa, al no poder borrar la tristeza de Jiang Cheng, habló con todas las criaturas encomendándoles la misión de proteger la luz más preciada de él, su pequeña peonia. Recorrió todas las sectas buscando al guardián y protector de este pedacito de familia. Atravesó lagos, montañas, valles y más, sabiendo que A-Cheng valía la pena, hasta que el destino la condujo a ella."Pequeña Hada", dijo, "el camino que tomarás te llevará a uno de los seres humanos más bondadosos. Se te encomienda ser la guía de Jin Ling. Él, así como su Jiu-jiu, te protegerá y amará. Protegerás a la pequeña familia de A-Ling, tu vida será suya así como su seguridad y felicidad será tuya"
Hada ha escuchado sobre el humano que su Diosa vigila, pero no podía entender por qué lo apreciaba tanto a él y a su sobrino, así que preguntó"¿Por qué esos humanos son tan importantes que tenemos que protegerlos? Son crueles, se lastiman sin fin siempre anhelando el poder""Porque el corazón de Jiang Cheng puede escuchar nuestras almas. Él ha cuidado, curado, ha dado amor, hogar y protección a todos nosotros incluso cuando fue castigado por pensar en nosotros. Se le ha llamado monstruo por pecados que no son suyos y se le ha dejado solo incluso cuando ha intentado llegar a los que ama"
Hada pudo sentir algo de sufrimiento en ella pero no lograba entender el sentimiento en su totalidad.
"No puedo explicarte por qué, pero dales una oportunidad y quizás lo veas. Jin Ling, después de todo, tiene el mismo corazón que su Jiujiu y necesitamos proteger ese tipo de corazones" explicó melancólica la Diosa
El día que vio a Jin Ling, pequeña Hada pudo entender alguna de las palabras. Cada vez que miraba a su pequeño protegido, podía ver ese corazón de oro que iba mas allá de sus ropas. El cuidado con el que la cuidaba aún cuando gritaba mucho, como el aura de su amo emana una calidez cuando le hablaba que no había visto nunca antes... o bueno, no hasta que conoció a quien su humano llamaba JiuJiu.
Y juró ahí, viendo a ese gran Loto y su pequeña Peonia, juró abrigarlos con la misma calidez que sus auras le dan. Juró protegerlos de todo los peligros y con su amor sanar esos pedazos rotos que veía en sus miradas.
Pequeña Hada les prometió estar a su lado
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💜Cortos sobre Jiang Cheng✨
Fiksi PenggemarHistorias que escribí en Twitter que se tratan enteramente sobre Jiang Cheng. Créditos a la imagen a FengShouzai en Twitter 🥺💜