The GapBook: tu primer capítulo

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GapBook: tu primer capítulo está listo.

Advertencia: GapBook es un sistema de redacción digital automática para la escritura de diarios anónimos mediante AI Technology. Todos los datos que leas mediante la aplicación están basados en hechos reales y han sido modificados única y exclusivamente para esconder la identidad de quienes los ejecutaron. Tienes la posibilidad de seguir sus historias siempre y cuando permitas al sistema acceder a todos los permisos necesarios para escribir la tuya propia, permitir que otros la lean, preservando siempre tu anonimato y el de las personas con las que interactuar.

- ¿A quién diablos le importa la vida de alguien que no sabe quién es? -Pensó Elisa al leer las condiciones.

- Fracasarán. Cerrarán al primer día. Entrarán en Banca Rota. Estarán llenos de anuncios...

Accept: Checked;

Download: checked.

Notificación: ¡Enhorabuena! Te has suscrito satisfactoriamente. Hace un día soleado en tu ciudad. Disfruta de tu día, mientras puedas...

En efecto, era un día soleado. Nada especial para un algoritmo poder leer el estado del tiempo desde cualquier centro meteorológico con acceso a internet y despedirse utilizando aquello como estrategia narrativa en una notificación de bienvenida. Elisa decidió poner a prueba el algoritmo. Se levantó de cama con el móvil en la mano y comenzó a hablarle.

Son las 6 de la mañana y una vez más Elisa es obligada a someterse a fuertes torturas existenciales ejecutadas por sus padres, los profesores, los amigos del colegio y el perro de don Jacob, que orina cada mañana en su camino a la escuela.

Ahora me cepillo los dientes.

Ahora hago pis en el váter. No necesitamos detalles, ¿cierto?

Ahora desayuno con mamá. Una vez más ha dejado quemar las tostadas y están incomibles.

- ¿Qué haces?

- Cuento mi historia para que otros la lean.

- ¿Escribes un libro hablándole a tu móvil?

Al móvil: ahora siento vergüenza por mi madre que no sabe decir audiolibro y le ha llamado libro hablado. No hace falta mencionar su edad, podemos omitir ese detalle.

- ¡Oye!

- Ahora escapo de mamá. Voy tarde al colegio.

Móvil al bolso. Pantalla bloqueada. Ahora, no vas a seguirme.

Camila pasa horas en Instagram. Scroll down hasta el final de cada uno de sus nuevos seguidores para buscar sólo el más guapo, el de mirada más penetrante, el que menos sonríe. No le gusta los que sonríen, simulan tener una vida feliz. Ningún joven entre los catorce y los diecinueve sonríe. Todo el mundo lo sabe, a quién le pueden dar ganas de sonreír con la cantidad de hormonas en histeria colectiva que se entremezclan entre el hígado y el paladar. Los que sonríen son hipócritas, se están muriendo por dentro y sin embargo sonríen... o peor, son malvados, sonríen mirándote a la cara a través del móvil cuando saben que estás destrozada, cuando no te queda nada más que el carmín de las uñas y el lápiz labial para hacerte perfecta, no humana.

Tras horas de scroll down, Camila se deja caer. Le duelen los ojos, los dedos, los labios. Se le duermen las manos. Una foto, diez, quince, revisar, cargar, eliminar, editar, corregir postura... Cargar, editar, Story, filtro, ver comentarios. Los comentarios subidos de tono le hacen gracia. Sonríe. No, no sonríe, los que sonríen son hipócritas. Borra su sonrisa y la dibuja sólo para sus fotos. Su sonrisa es una mueca para salvarse.

Salvarse de quien. De qué. A quien le debe Camila la tranquilidad de su vida. Son las siete de la tarde, escucha la puerta de entrada y se asoma por la ventana. Ve a su padre salir de casa. Sabe que no volverá hasta pasada medianoche y que, desde ahora y hasta entonces, podrá dejar de estudiar, ingresar a su site oficial y jugar un poco con sus verdaderos fans. Laptop, móvil apuntando a su cuerpo, música de fondo, electrónica, dance para calentar. Set listo.

Desde afuera, una sombra negra la observa bailar. Las luces rojas iluminan el cuarto. Adivina la música por el movimiento de caderas. Camila, piel canela, cuerpo bronceado, cabello amarrado, cola de caballo.

En algún lugar del globo, un hombre recibe una notificación en su móvil. Camila ha iniciado un show privado. Y luego otro, y luego otro. Los teléfonos repican casi al unísono en diferentes husos horarios, anunciando el show de baile más esperado de la tarde. Hombres ejecutivos, trabajadores, jóvenes estudiantes, todos detienen su mundo y se dirigen al baño, a la recámara, al lavabo en la oficina, se sientan confortables en sus sillones de cuero, fingiendo que trabajan mientras se asoman a la vitrina que es la pantalla de sus ordenadores para ver a Camila danzando desnuda, sus caderas contonearse, escuchar sus gemidos mientras se toca y pagar por verla en su pequeña feria erótica. Camila los une a todos, los convoca en su ritual al final de la tarde sin que puedan mirarse.

Sin saberlo, Camila ha enviado también una notificación a la sombra que le observa desde la calle. El hombre siente el móvil vibrar en el bolsillo de su chaqueta y por primera vez no va al baño para ver a Camila danzando desnuda. Extrae su móvil y la ve danzando, desnuda, desnuda frente a sus ojos en la pantalla de su móvil y desnuda tras el cristal de su ventana.

Atraviesa la calle. Aprieta un puño en su chaqueta.

Elisa no puede creer lo que lee. Quien escribe esto ha de ser un paranoico tergiversador de mundos. No puede creer que aquello que lee pueda estar pasando realmente. -Son unos genios -piensa. 

Vender la idea de que aquello que lees sucede en realidad, describir el día cotidiano de un personaje e intrigar a partir de algún misterioso detalle que no viene al caso. -¿Cómo sabe el algoritmo que una sombra observa a la mujer desde la calle?

Piensa. Igual es fácil descifrar que una mujer que se prostituye por internet es joven, que miles de hombres en todo el mundo podrán mirarla y que nunca falta el perturbado maniático que quiera seguirla y observarla de cerca.

- Bien, veamos qué pasa con Camila.

Advertencia. Una vez pasada la página, el algoritmo encriptará el contenido que acabas de leer y no podrás volver a él. Para asegurarnos la confidencialidad de la identidad de los personajes, eliminamos cualquier información una vez leída.

- Vaya mierda de aplicación. Encima no puedo volver a leer.


¿SEGUIR ESTA HISTORIA?

SI                             NO


Espera... Una mierda. Eso es lo que es, una mierda.

Buenas Noches.

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