#1

48 11 4
                                    

Existe muchos tipos de personas, entré ellas estamos nosotros. Los que se aferran a las personas. Los que piensan que puedes cambiar la forma de pensar de alguien.

Me duele ver a George en este estado.

Estaba sentado sobre su sillón con sus codos sobre las rodillas, las manos entré lazadas y su frente recargada en ellas. Una botella de alcohol en el piso casi vacía. No puedo creer que siga actuando así, pero aún así no la ha llamado, solo a mi. ¿Solo me llamas cuando estás mal?

–. Vamos, hombre,no puedes hacer esto cada vez que te dejan– le dije acercándome un poco más con las manos dentro de mi suéter blanco. Levanto la cabeza y sus ojos me vieron con tristeza. Solo lo haces más difícil.

–. Yo pensé que ella y yo- que podríamos estar juntos mucho tiempo- se traba al hablar. Por dios, era la quinta vez en menos de seis meses. Cómo su amigo creo que debería decirle la verdad.

–. Ha nadie le gusta que lo hostigen, tu, deberías aprender que no todos pueden quererte de la misma forma que tu– silencio. No quería ser tan crudo, pero, honestamente, ya estaba cansado de ello. Estaba a punto de estar en mi límite. George suspira y continua bebiendo.

—. Todas son iguales– sus ojos no paraban de llorar aunque lo intentará.

—. No,George– me siento a su lado, quitándole la botella sin hacer alboroto, sobó su hombro y le quitó las lágrimas de la cara sin hacer contacto visual– tu las escoges así, a este punto pienso que te está gustando ser tratado así.

—. Si verdad? Qué gusto tan horrible tengo.–rie sin gracia, burlándose de si mismo. Hago una mueca en mi rostro, está mal, y a cierto punto, me da pena pensar en como es que terminó así. Lo abrace por los hombros sin más, tratando que se tranquilice. Trague saliva y recargue mi cabeza en la suya una vez se quedó dormido, respirando el aroma de su shampoo, dándole un beso en la cabeza. Ese día, quería decirle tantas cosas, tantas qué solo me tuve a guardar porque no sé sentía bien. Quería decile que estaba cansado de esto, de ser yo solo su apoyo emocional y que cuando tenía algo que decir el no me oyera. Mírame, de nuevo aquí, pero todo va a quedarse atrás, me iría de la ciudad.

Cuando me fui el día siguiente, no había ni una señal de él para despedirse siquiera. Ni una llamada en todo el viaje, ni un mensaje en las paradas.

Ni cuando bajó la mudanza. Aunque ya lo sabía. Le dolió cuando tuvo que aceptar que a George no le importaba. Cuando decidió no enviar el primer mensaje, fue totalmente deshecho cómo una muñeca de trapo. Un hola cada meses. Cuando recordaba que existía.

Y en un parpadeo, ya había pasado 8 meses.

Friends ˖⁠༚ DreamNotFound Donde viven las historias. Descúbrelo ahora