Capítulo 26

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Nota: ¡Atención!
Contenido muy WTF. Michell se hace responsable si dejas tu hermoso comentario y voto bb. Un voto es una esperanza para todas y una alegría para mi:).... ok no.
*Nota hasta el final :*

*Narrador alterno*

El café ya estaba frío, las cucharas rebotaban en la taza y las miras se perdían en cada rincon del lugar.
Nadie iba a decir nada, todos guardarían silencio hasta encontrar las palabras adecuadas.
Las mujeres estaban enfrente de los hombres, y los hombres las miraban fijamente mientras tomaban té y las mujeres con sus cafés fríos ya se sentían presionadas.

¿Dónde estan?

Todas se miraron y después siguieron meneando las cucharas dentro del café.

El padre de cabellos negros miro a sus acompañantes y después se cruzó de brazos.

—¿Dónde estan? —Volvió a preguntar con un tono de voz aún más alto del anterior—.

Ellas menearon las cucharas fuertemente para bloquear todo lo que estallaria. Ellos perdieron la paciencia y el padre de cabellos negros se levantó estrellando sus manos contra la mesa, las cucharas salieron volando de la taza y el café se salió como un tsunami.

—¡¿Dónde estan los chicos, Anne?! —Le gritó—.

La castaña se alteró, todas la miraron pidiendo que no lo dijera y ella obecedio. Se quedó callada.
El Sr. Tomlinson tomó cartas en el asunto y también se levantó de la silla.

—¡Hablen!, ¿dónde estan nuestros hijos? —Preguntó—

—Nosotras no sabemos... —Murmuró Anne mirando las cucharas en el suelo de madera—.

—¡Claro que lo saben!, ¡¿dónde los metieron?!, ¡ellos no tienen la culpa de su descuido! —Interrumpió el Sr. Malik, el de cabello negro, estaba enojado y cansado de todas las farsas—. ¿¡Dónde los metieron!?

—¡No fue nuestro descuido! —Se defendió Anne mirándolo— ¡Deberían agradecer que aún seguimos vivos!...

—¡¿De qué sirve que estén vivos sí viven en puras mentiras! —Repuso Des levantándose junto con sus otros compañeros. Las madres hicieron lo mismo y el lugar se quedó en silencio.—

El Sr.Malik se cruzó de brazos y soltó un suspiro frustrado. Anne encabezó a las demás, ella no iba a decir nada, no iba a permitir que les dijeran la verdad a los chicos. Ni ella, ni las demás lo permitirían.

Ellos ya estaban cansados, estaban hartos de tantas mentiras y esta vez si les dirían todo porque los chicos merecían saberlo.

—Vamo... —Murmuró Jay tomando su bolso—. Nos vemos caballeros. Chicas, andando...

—Ustedes no se van a ninguna parte —Exclamó el Sr.Malik tomando los bolsos y elevandolos en el aire—. ¡Hablen ahora!

—¡Dije que nos vamos! —Gritó Jay—.

Todas se dieron media vuelta y salieron de ahí.
Las calles en Londres estaban mojadas, las hojas estaban en el suelo y olía a café.
Los tacones resonaron en el pavimento y después todas abrocharon sus gabardinas al mismo tiempo que los hombres salían pisandoles los talones.

—¡Anne, detente! —Gritó alguien y después la castaña fue girada con brusquedad—. ¡Habla!, ¡habla ya!

—¡No voy a decirte nada! —Explotó la mujer—. ¡Ya basta!, ¡ellos están bien!

—¡No es verdad! —Replicó Des— ¡voy a llamar a la policía y vamos a decirles toda la verdad!

El Sr.Malik guió a los demás al auto junto con las mujeres que gritaban y proclamaban en voz alta. Todo se volvió un caous...

5 Chicos Una Dirección ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora