FIRST LOVE [ZEENUNEW]

Capítulo 8: ¿Quién ama más?

—¿Aun la conservas?...—murmuró el mayor mirando el objeto en su palma.

—Es mi tesoro...me lo regalo el hombre que más amé... —lo miró a los ojos, su brillo titilaba de forma abrupta, pidiendo llorar.

—Voltea...—sugirió el mayor antes de cometer una locura y tomar al menor entre sus brazos. Le dolía. Dolía saber que tan solo con un poco de esfuerzo Nunew estaría a sus pies ¿Pero que debía hacer? El menor había elegido su camino, y él no estaba en este.
Con delicadeza rodeo el cuello ajeno con aquella fina cadena de plata, para apresar su seguro detrás y engancharla como es debido. Antes de voltear, Nunew sintió los brazos de Zee apresar su cuerpo, su cabeza se apoyo en su nuca, el corazón del mayor golpeaba contra su espalda como puñaladas profundas.

—Te felicito, Nunew...

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—Zee Panich...— murmuró el más alto. Allí estaba, lo recordaba a la perfección. Ese hombre no había cambiado nada, era aquel por el que Nunew suspiraba cada segundo, cada día, cada charla. En ese momento debía intimidarlo, aclararle que Nunew solo le pertenecía a él, era suyo, solo suyo.

—¿Qué se le ofrece? — volvió a repetir Zee.

—Nu... ¿Nunew...?—no podía. Por alguna razón su plan vaciló a último minuto ¿Qué le ocurría? Ver el rostro interrogatorio de Zee le había hecho comprender que aquel hombre no tenía la culpa de nada. Después de todo, era culpa suya que Zee se enamorara del morocho. Si ese día no hubiera acreditado a Nunew un último día con el mayor, él jamás se hubiera enamorado de su prometido.

—Se fue temprano, supongo— hincó sus hombros restando importancia –No lo he visto salir.

—Muchas...gracias...— susurró casi para sí mismo. Bajó la mirada y volteó para salir de aquel cuarto, avergonzado, aturdido quizás. Pero la voz gruesa del mayor lo detuvo.

—Max Sarán... ¿verdad? — Zee lo miraba mordiendo su labio inferior, ese era el futuro esposo del hombre que amaba.

—S...Si...– le costó responder, sentía que, hacia algo malo, la culpa lo invadió.

—Felicidades...–murmuró el mayor regresando a su trabajo. El más alto solo asintió y salió de ahí.

Dolía. 

¿Por qué le dolió tanto la felicitación de Zee? ¿Por qué se sentía terriblemente mal?
Zee amaba a Nunew, entonces... ¿Qué tan distinto a él era?
Comprendió sus sentimientos. Zee debía estar sufriendo lo que él sufrió antes.




—¿Te lastimaste? — se preocupó el castaño ayudando a levantarse a Nunew.

—No...estoy bien — sacudió un poco su ropa — ¿Nos conocemos? — lo miró intentando recordar su rostro, pero no podía, le parecía familiar pero no conocido.

—Quizás tú no– sonrió –Pero yo te conozco, Nunew

—¿Eres amigo de Max? – interrogó.

¡Tenía que nombrarlo! Tenía qué salir de sus labios.

—Algo así...digamos que...eres mi competencia– despeinó dulcemente los cabellos del mayor.—Bien, nos vemos– dicho esto siguió su camino sin siquiera darle tiempo a responder.

Nunew se quedó unos minutos viendo alejarse a aquel chico.

Caminó a paso lento, apenas amanecía y nadie transitaba esas calles solitarias, con sus negocios cerrados y las cortinas bajas. Un auto frenó a su lado, levantó la vista para ver a su novio bajar a su encuentro.