45. Ellos pueden esperar.

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Entre a la casa corriendo, necesitaba a Ash, con este tiempo nos habíamos vuelto más cercanos, tanto que me atrevía a contarle algunas cosas y esta no iba a ser la excepción, mierda, ¿a dónde está?

- ¡ASH! - grite con apenas un hilo de voz, pero me sorprendió no verlo a él, si no ah.... – Lilith – ella me volteo a ver sorprendida y entonces corrió a mí, preocupada.

- ¿Qué paso? – pregunto y entonces rompí en llanto.

Dicen algunas personas que agarras los comportamientos de las personas con las que te juntas, y en cierto punto creo que tienen razón.

-deberías de hacerlos sufrir tal como ellos lo están haciendo contigo. -me separe de su pecho y me seque las lágrimas, ¿a qué se refería? -tu estas llorando, estas sufriendo... podemos hacer que ellos sufran el doble, o quizás el triple.

La mire, sabia que estaba mal, pero quería hacerlo, algo dentro de mí me decía que tenía que hacerlo - ¿Qué podría hacer? Ellos tienen que pagar todo lo que me hicieron, sea como sea.

Ya había un plan, y lo único que sabia es que por ahora Zeus y Hera iban a esperar, además, tenia que buscar el momento perfecto para hacerlo, pero por ahora solo tenia que esperar a ese momento y sabia que iba a llegar pronto, solo tenia que ser paciente, después de todo, los últimos siempre serán los primeros.

-por ahora solo tenemos que buscar a una víctima – asentí – asi que ahora prepárate que vamos a buscarla.

Ahora estaba en el cuarto, no sabia que iba a hacer ni de donde iba a sacar a la persona que me ayudaría a llevar acabo este plan, pero entonces vi a Aleister, cuando dije que mi relación había mejorado, no me refería a todos, algunos me siguen odiando, y no entiendo la razón, los que me odiaban o al menos yo creía eso son: Hemlock, Gehenna y por supuesto Aleister.

Aunque siento que ya había mejorado un tanto con Hemlock, seguía siendo el mismo arrogante, pero ahora era un poco más empático, o bueno ni si quiera se si esa palabra está en su vocabulario.

-yo te puedo ayudar -hablo el pelinegro.

-Aleister... - susurre.

-el mismo – puse los ojos en blanco, al parecer lo arrogantes ya lo traían en los genes – escuche lo que estaban platicando tu y Lilith – y aparte de arrogante entrometido – tengo una fiesta esta noche... no se si quieras acompañarme.

Era sospechoso las únicas veces que Aleister se me acercaba era para molestarme o decirme algún apodo hiriente, pero en cierto punto era buena idea el ir a la fiesta, de ahí sacaría a la chica.

-claro vamos ¿a qué hora nos vamos?

-sabía que te gustaría la idea, este es el tipo de ambiente que le gusta a una puta.

Y ahí esta el Aleister que yo conozco.

-A las 8 en punto, ni un minuto más, ni un minuto menos, te tardas y te quedas – asentí.

Estaba apunto de acostarme cuando mire el reloj... mierda, eras las 7:00, así que me pare lo más rápido que pude y corrí al baño.

HELL *en revision*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora