A media luz

7.8K 35 0
                                    

     – Puedes admirar, pero tienes prohibido tocarme – Me indicó dejándome sentado en una silla frente a ella.

     En aquella habitación resonó el eco de los tacones cuando dio un par de pasos para atrás para permitirme verla a detalle. Era extraño verla vestida de esa manera, llevaba una blusa negra holgada de tela de transparencias que permitía ver debajo otra blusa negra entallada y escotada, un pantalón de lino negro algo untado a sus muslos y tacones a juego. Lucía bastante sensual en realidad, estaba acostumbrado a verle siempre con otro tipo de playeras, pantalones y casi siempre con tenis. Incluso con el peinado sencillo, usando sus lentes y debajo un delineado negro y labial en color vino lograban resaltar su belleza.
     Giró la perilla de la luz para bajarla de intensidad justo donde yo estaba, dejando lo suficientemente iluminado el punto en el que ella había decidido permanecer alejada de mí. Pulsó play a una lista de reproducción en su celular que empezaba con una canción de Rammstein y tras clavar esa maliciosa mirada suya en mí, comenzó a moverse a un ritmo extraño pero que aún así se acomodaba a la música que sonaba de fondo. De su boca permitió que su lengua se asomara y pasándola por encima de sus labios me provocó un escalofrío que empezó en todos lados y termino dejando su vida entre mis piernas. Después sus manos se enredaron por debajo de su cabello, subiendo su rostro para guiar sus dedos por la piel de su cuello, bajando sobre su ropa para aferrarse a sus pechos. Me sonrió y sentí botarse un tornillo de mi cabeza con aquel gesto, ella siguió, giró hacia un lado y noté que en verdad era exquisita la curva que dibujaba su trasero amoldado aún más por los tacones que usaba. Se hincó posando sus manos en las rodillas, llevando sus manos por dentro de sus muslos hasta acariciar por encima de la tela ambos orificios y después de un par de saltos pequeños se incorporó nuevamente. Verle detonó muchas sensaciones incontrolables y bueno, ella había dicho "puedes ver pero no acariciarme", en ningún momento mencionó algo sobre mí, así que al mismo tiempo que ella comenzó a desabotonar su blusa, yo hice lo mismo con mi cinturón, mi bragueta y liberé la presilla de mi pantalón para poder meter mi mano debajo de mi ropa interior. 

     – Vaya que eres listo, mi amigo – Insinuó al ver mi acción. 

     Compartíamos un mentalidad perversa en lo que a sexualidad se refería, en el fondo sabía que ambos nos entendíamos bastante bien y lo demostraba con la confianza de simplemente haber accedido a estar a solas conmigo, tomando ella las riendas de la situación y siendo plenamente consciente de que me resultaría difícil resistirme a ella. Me sonrió disfrutando de ver como trataba de mantener quieta mi mano  dentro de mi bóxer, después siguió con sus movimientos, sintiendo mejor cada tono de las canciones que seguían sonando desde su teléfono. Pasó sus dedos por dentro de los tirantes de la blusa que llevaba bajo la otra, tirando de ellos hacia abajo dejándola en el borde del sostén de encaje que estaba usando, permitiendo que se asomara ligeramente un poco de aquella zona de tono de piel ligeramente diferente al que cubría su cuello, sus hombros, sus senos. Su viaje continuó hasta que sus manos vieron la necesidad de imitar lo que yo había hecho momentos antes, liberó su cintura dejando caer a través de su piernas su pantalón, volviéndose un deleite el verle inclinarse para tratar de sacarlo por sus tobillos sin quitarse los zapatos. Quedé fascinado al ver sus piernas, se dio vuelta y divague al ver nuevamente la curva de sus nalgas pero ahora enmarcadas por un cachetero exactamente de la misma tela de encaje de la otra prenda que se entrevió en su jugueteo previo. 
     Cerró sus ojos y se dejó ir con leves roces por toda su piel, cayó la blusa transparente mientras acariciaba sus hombros, mordió sus labios y fue el acabose de mi cordura, me levanté, bajé mi ropa interior y la arrojé a un lado de la silla para después volver a sentarme. Empuñé mi miembro desde la base y noté como humedecía sus labios para continuar moviéndose frente a mí, comencé a subir y bajar mi mano firme pero lentamente, desde mi pelvis hasta su punzante punta. Ella parecía embriagada por la música, yo lo parecía al admirarle con detenimiento y masturbarme mientras ella solo seguía. Casi podía sentir a través de sus manos, cada vez que pasaba la yema de sus dedos sobre sus nalgas, podía imaginar la sensación cálida y tersa de su piel, cuando se despojó de la segunda blusa, ansié ser yo quien se la arrebatara del cuerpo, quien pudiera estar a centímetros de ella perdido en su aroma, en su calor, dominado totalmente por su mirada, por su voz. Cuando sus uñas negras hicieron una pequeña marca colorada sobre la piel de sus muslos, la llama que poco a poco desperté acariciándome se esparció por todo mi cuerpo, comencé a mover mi mano un poco más rápido, 
     
     – Te encanta la tortura, ¿no es así? 
     – Solo cuando veo a alguien deseándome como lo haces tú en este momento – Respondió inclinándose de espaldas a mí –. Sabiendo que desearías estar justo aquí... 

     Imagino que todas y todos tienen claro que hay ciertas provocaciones, ciertas situaciones, pero sobre todo ciertas personas que se vuelven debilidad, que podría volarte la cabeza por las ansias incontenibles de poseer, de probar, de vibrar junto a otra persona y, en el momento en que terminó solo con su ropa interior y sus tacones, justo eso me pasó. Quería abandonar la silla, quería, necesitaba desobedecer su indicación y ella lo sabía, se regocijaba de verme, de escucharme jadeando, suspirando y sin apartar ni un momento mi mirada de la divina silueta que se movía, que se acariciaba y se desnudaba solo para mí. Sus canciones le abrieron telón una que pareció sincronizarnos a un grado sensorial a pesar de estar distantes uno del otro, comenzó a sonar "Tempest", ella caminó hacia mí, la distancia perfecta para casi poder sentir su calor siendo parte de mi calor, lo suficiente para apreciar cada detalle de sus gestos, de sus manos acariciándose al ritmo del coro "Turning in circles, been caught in a stasis...", tan cerca de mí, pero sin poder tocarla. Entonces se desinhibió por completo, desabrochó su brá y lo tiró hacia mí, enroscó hacia abajo su última prenda y con pie al aire me incitó a tomarlo con la boca mientras seguía tocándome. Deftones siempre transporta a sitios que son difíciles de describir, son cosas que a veces solo puedes sentir, dedicarte a vivirlo sin más, pero uniendo aquel mar de sonidos con la ninfa de fuego que bailaba desnuda, presionando sus pezones con sus dedos, apretando en repetidas ocasiones sus caderas, llevando a dar pequeñas incursiones a sus manos entre sus piernas para demostrarme que ella no solo ardía como podía sentir teniéndola ahí, sino que también llovía para ella, para mí. 

     – Wake for the glory, I know you can't be tired... – Susurré teniendo al limite los movimientos de mi mano sobre mi erección. 
     – Apart from the inside... Inside... Inside... – Continuó ella con una mirada que me invitaba a simplemente terminar. 

     Se hincó golpeando el suelo con la punta de sus tacones, girando para permitirme disfrutar del arco que hacía con su espalda, regalándome la mas gloriosa imagen de su nalgas y su húmedo sexo palpitando extasiado por el acalorado momento que ella orquestó... y yo... yo... sentí cómo todo aquello culminó en un estallido blanco que pintó su cálida piel. Me hinqué detrás de ella cuidé que mis manos ni siquiera rosaran su cuerpo, pero no pude hacer o mismo con mis labios con los que limpié de su espalda mis fluidos para que ella después se volteara hacia mí y me besara.

     – Podría decirse que perdiste, ya que te probaste en mí... – Sugirió mirándome a los ojos. 
     – Si eso fu perder, amiga mía, creo que podría acostumbrarme a hacerlo tratándose de ti – Le respondí. 
     – Quizá la próxima vez podríamos perder juntos... 
     – ¿Por qué esperar a una próxima vez? 


Escrito por Jürgen Axel Olaf Rodríguez Córdova. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 22, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Relatos de Pasión OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora