거짓 9: Navidades 거짓

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Enseguida había llegado navidad, y los padres de Felix se habían ido a última hora a Australia para visitar a su familia, pero Felix debía quedarse en corea.

- No entiendo por qué no puedo ir a ver a la abuela, a mis tíos y primos.- protestó a sus padres, quién se estaban preparando para salir.- Tengo derecho.

- Debes quedarte y pasar las navidades con los Hwang, ¿Qué dirá la prensa si se entera de que pasaste todas las fiestas sin tu novio? Seguro se crearía una polémica.- explico su madre con horror.

Felix no respondió a eso. Claro, la prensa era más importante que su felicidad. Eso no quería decir que no quería pasar tiempo con Hyunjin, todo lo contrario. Pero iba muy poco a Australia y lo encontraba muy injusto.

Aun así, no volvió a protestar, se tragó las palabras y vio a sus padres irse unos días después, con la maleta llena de prendas veraniegas y crema solar.

Paso un par de días solo por la casa, dándole vueltas a muchas cosas. El veinticuatro por la noche, se vistió con la ropa más decente que vio y se subió al coche, dejando que el chofer lo llevara a casa de los Hwang.

Se había enterado después de la partida de sus padres, que los Hwang celebraban todos los años una fiesta navideña por todo lo alto, decorando la casa como las típicas americanas, con una larga mesa llena de galletas y ponche, un montón de familiares que nadie conocía y varios juegos para hacer durante la noche.

Iba a ser una noche larga, sentía que ya estaba cansado y ni siquiera había llegado.

Cuando entro a la residencia de la familia Hwang, no paso por alto ni la decoración ni el patio lleno de coches de lujo aparcados a la perfección.

Se bajó del coche negro con ayuda del chofer y se paró frente a las escaleras de la mansión. Eran las primeras fiestas que pasaba solo. Puede que con sus padres nunca hiciera gran cosa, pero al menos estaban ellos tres, comiendo sopa y riendo por anécdotas pasadas.

- Felix.- llamo una voz tras el, provocando que se girara con un mini infarto. Se sorprendió al ver a Hyunjin caminar hacia el.

- ¿Que haces fuera? Hace frío y está toda tu familia dentro.- observo con curiosidad.

Hyunjin se paró a su lado, con una sonrisa penosa y las manos en los bolsillos de su pantalón de arreglar, que iba acompañado por una camisa blanca bastante simple. Aun así, estaba muy lindo.

- Mucha gente en una misma casa, simplemente he salido a tomar el aire.- admitió con algo de vergüenza.- No esperaba verte esta noche.- admitió después.

- Ya, bueno..- murmuro, tratando de no pensar en lo enfadado que estaba con sus padres.- Es navidad.- respondió a secas.- ¿Entramos?

- Claro.- sonrió Hyunjin, ignorando el hecho de que Felix no parecía estar alegre por estar allí.- En verdad me salvas la vida, pensé que debería aguantar solo toda la noche los comentarios de mis tías.

- ¿Cuántas tías tienes?- consulto con curiosidad, mientras lo agarraba del brazo como una pareja formal y subían las escaleras hasta la puerta.

- Unas veinte, contando a las que se han casado con mis tíos.- sonrió con incomodidad.

Felix abrió los ojos. En ese momento habían entrado en el salón principal, que estaba sorprendentemente lleno de personas extrañas. Traían vestidos caros, copas de vino en la mano, peinados ostentosos, maquillajes llamativos, se reían entre ellos y había críos correteando por el lugar.

Supuso que además de familiares, habrían algunos amigos cercanos de la familia. Se entretuvo unos segundos recorriendo el lugar con la vista. Era curioso que aquello se hiciera cada año y el no tuviera ni idea.

- Habrá que aguantar toda la noche sin beber...- dijo Hyunjin en un suspiro.- Mi táctica cada año, es inventarme que me duele la cabeza por culpa del vino y encerrarme en mi cuarto. Pero creo que este año queda descartado.

Felix soltó una pequeña risa, coincidiendo en que el haría lo mismo si estuviera en esa situación.

La poca conversación que había tenido con Hyunjin fue interrumpida por tres críos pequeños que se acercaron a ellos. Dos niñas y un niño un poco más pequeño, que les miraban con curiosidad. Más bien, le miraban a el.

- Primo Hyunjin.- llamo una de las niñas sin despegar la vista del rubio.- ¿Es un amigo tuyo?

- ¿Cómo te llamas? Yo me llamo Yoohyun.- sonrió la otra niña.

- Eh, esto...- murmuro Felix, girándose a ver a Hyunjin.

- Yoohyun, Intak, Hana.- llamo a los tres críos.- El es Felix Lee, ya os he dicho antes que es mi pareja.- sonrió, agachándose a la altura de los niños.

Felix de veras creía que eran pareja por como Hyunjin daba esas explicaciones a la gente. Una sonrisa cómoda adornaba su cara al mirar a sus primos, y Felix también sonrió por la ternura.

- Pero el es un hombre.- señalo la evidencia Hana, girándose a ver a Felix.

El rubio sabía que no lo hacía con malas intenciones, que la sociedad y sus padres habían enseñado a esos críos que los hombres y las mujeres debían estar juntos, pero en algún punto de su corazón, aquellas palabras le dolieron.

- ¿Qué tiene eso de malo?- consulto Hyunjin con voz tranquila, acariciando las trenzas que portaba la niña.- ¿Acaso tu color favorito es el rosa?

Ella negó enseguida.- ¡Es el verde!- aseguro, como si fuera lo más importante del mundo.

- Tu color favorito es el verde, y mi novio es un hombre.- declaro el, haciendo que la niña se quedara pensativa.

Felix no presto atención al resto de la conversación, a los pocos segundos los niños se habían ido corriendo y gritando cosas que no entendía. Hyunjin se levantó del suelo, quedando nuevamente a su lado.

- ¿Estás bien?- pregunto al verle algo distraído.

- Tus primos son muy tiernos.- le sonrió, tratando de ocultar el cúmulo de nervios que tenía en el estómago.

- Hyunjin, querido.- llamo una mujer con arrugas en la cara. Iba vestida con un traje azul para nada femenino y llevaba los labios de un fuerte marrón. La copa de su mano tenía un rodal en el borde del mismo color.

Parecía que aquella noche no podrían mantener una conversación de más de dos frases, la familia de Hyunjin era grande y todos querían hablar con el chico que recientemente había duplicado su fama.

Hablaron con un par de personas más, las cuales ignoraban ciertas veces a Felix o las otras simplemente le saludaban con cortesía. Felix sentía que sus piernas se congelarían de tanto estar de pie, los músculos de su cara estaban tensos de tanto sonreír.

Cuando uno de los tíos lejanos de Hyunjin se fue, pudo dejar de aparentar y volvió su cara a una expresión seria y hasta cierto punto, terrorífica. Estaba cansado, eran casi las doce y aquella gente aún seguía sobria. Contaba los minutos para que aquello terminara.

- No te ves alegre.- comento Hyunjin, sacándolo de sus pensamientos.- Es normal que no lo estés, mi familia es una mierda.

- Yo no...- trato de negar.

- No pasa nada, lo tengo asumido.- le sonrió con tranquilidad.- Todos ellos son falsos, apenas conozco a toda la gente que está aquí, y todos parecen querer hablar conmigo, comentar sobre mis logros y vida. La gran parte de mujeres que me hablo esta noche fue porque querían verte a ti, analizarte.- comenzó a explicar.- Deseo igual que tú, salir de aquí lo antes posible.

Felix se sintió más tranquilo al saber los pensamientos de Hyunjin hacia la situación. No pudo reprimir un suspiro.

- Esto está siendo más duro de lo que pensé.- admitió con una sonrisa cansada.

- Cuando el vino empiece su efecto, nos escapamos.- declaro Hyunjin, antes de recibir a los siguientes familiares con una sonrisa falsa.




















거짓

The Falsehood // HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora