The Falsehood // Hyunlix

거짓 14: Oportunidad 거짓

Al día siguiente, después de haber llegado habían salido a pasear, pero enseguida volvieron a su habitación para poder dormir. Obviamente, juntos y totalmente abrazados.

Al día siguiente, Hyunjin tenía varias sesiones de fotos para promocionar artículos, por lo que se tuvieron que levantar bastante más temprano que de costumbre.

El mayor había insistido en que Felix se quedara en el hotel y pudiera dormir un rato más, que las sesiones serían aburridas, pero el rubio realmente quería ir, por lo que no dio su brazo a torcer.

Se vistieron con ropa sencilla y enseguida se subieron al coche que les esperaba. Normalmente, en los sets de fotografía tenían algo de comida y café, por lo que podrían comer algo una vez llegaran.

Felix miraba por la ventanilla del coche la preciosa ciudad de París. Nunca imagino poder estar en esa ciudad, tampoco pensó estar con una persona como Hyunjin. No sabía cómo definirle, pero le quería, y estar allí los dos juntos era especial.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al sentir el coche pararse. Habían llegado, por lo que enseguida salió del vehículo y siguió a Hyunjin a cada pasó que daba. El mayor se notaba mucho más seguro que él, ya que tenía mucha más experiencia, por lo que Felix se dejaba guiar.

El rubio se vio sorprendido cuando su mano fue tomada por Hyunjin. Aún no estaba acostumbrado, pero empezaba a gustarle. Mucho.

- ¿Quieres a por café mientras me visten?- le pregunto con una sonrisa, Felix enseguida le sonrió de vuelta y asintió.

Vio a Hyunjin marcharse con uno de los empleados, que le iba hablando en francés. Felix se estaba aguantando las ganas de reír por culpa del rostro incómodo de Hyunjin al no saber francés.

Pregunto a una empleada donde estaba la comida y esta le llevó con alegría hacia allí. Definitivamente, los empleados de Francia eran muchos más amables que los coreanos.

Al llegar a la mesa donde tenía algo de comida, preparó dos cafés de sobre, que dejaban mucho que desear, y prefirió no coger nada de comida por si manchaba algo por error. Estaba nervioso y era muy torpe por naturaleza, y esa no era una buena combinación.

- Oh, Lee Felix.- lo llamó una voz con un gracioso acento francés.

Enseguida se giró, manteniendo el equilibrio en sus manos para no tirar nada y clavando su mirada en una chica bajita de cabello color naranja fluorescente, su cara era redonda y estaba adornada con unas gafas de pasta verde. Su ropa era algo estrafalaria para lo que era París.

- Oh, eh...sí, soy yo.- murmuró, pensando que lo echarían de allí por alguna razón.

- ¡Estoy encantada de conocerlo al fin!- gritó esta, saltando de alegría con una gran sonrisa plasmada en su cara.

Eso le desconcertó, ¿había alguien allí que le conocía? Apenas era un modelo coreano que había empezado también a actuar, era imposible que fuera famoso fuera de Corea.

- ¿A mí?- pregunto desconcertado.

Ella asintió.- ¡Pues claro! ¡Te has hecho muy famoso!

Eso sí que lo sacó desprevenido.- ¿Me volví famoso? ¿En qué... momento?- consultó. Tenía curiosidad.

- En parte por estar saliendo con Hwang Hyunjin, pero después de eso la gente aquí empezó a interesarse en tus trabajos como modelo y eres muy lindo, tienes potencial.- empezó a decir ella.

Felix se debía de ver bastante gracioso por su confusión, ya que la chica rio con fuerza.

- Perdona mis modales, y mi mal acento.- enseguida se disculpó.- Soy Lorette Dubois, puede que no me conozcas, pero trabajo buscando modelos para marcas importantes.- se presentó.

- Oh, un gusto.- hizo una reverencia rápida. Había olvidado que tenía que llevarse el café a Hyunjin.- ¿Ha dicho que trabajas buscando modelos?

- A eso quería llegar.- chasqueó ella los dedos, como si se le hubiera olvidado de que venía a hablarle.- Estoy muy, demasiado interesada en ti, tienes mucho potencial, mucha dualidad y buenas expresiones faciales...- comenzó a enumerar.- ¿Estarías interesado en trabajar como modelo? Quiero decir, en que yo te recomiende.

Felix tuvo que procesar la información. Alguien estaba interesado en él, ¡incluso lo había llamado lindo de manera indirecta!

- Esto, yo...- tartamudeo, dudando.- ¿Supongo?

- ¡Será una gran oportunidad! Toma mi tarjeta.- enseguida la chica sacó un cartoncito de su bolso y se lo dio.- Ya tengo el número de tu agencia, ya te avisaré cuando tenga algo.

Y la chica desapareció tan rápido como apareció, dejando a Felix con dos vasos de café, una tarjeta y muchas dudas. Primero, ¿cómo había contactado con su empresa? ¿Su padre sabía de eso y no había dicho nada?

Se acordó que tenía que llevar los cafés, y enseguida recorrió todo el plato hasta que encontró a Hyunjin ya vestido y siendo arreglado por dos estilistas al mismo tiempo.

Tenía que promocionar unos relojes de lujo, por lo que estaba vestido de manera elegante y algo casual. Camisa y pantalones de arreglar, y su cabello estaba siendo peinado perfectamente hacia los costados, dando un aspecto muy respetable.

- Aquí estás, pensé que te habías perdido.- comentó Hyunjin al verle por espejo, girándose sin importarle que lo estaban peinando.- ¿Ha pasado algo? ¿Qué es eso?

Felix bajo la mirada a la tarjeta y se la dio junto al café.- Una chica me la dio, dijo muchas cosas.- comentó.

- Ah, Lorette Dubois.- asintió Hyunjin enseguida.- Sé quien es, ¿te pregunto por hacer alguna sesión? Sería una gran oportunidad.- comentó.

- ¿Tú también con eso?- pregunto con cierto tono de diversión.

A Felix le sorprendía que todos dijeran que tenía potencial, que era guapo, lindo, potencial para ser muy reconocido. Pero él no estaba conforme con todo eso, nunca le había gustado la fama.

Pero prefería quedarse callado y continuar haciendo lo que le decían.

- ¿No quieres hacerlo? Sabes que no te presionaré, Pastelito.- murmuró Hyunjin dándole un sorbo a su bebida.

El simple apodo que el mayor pronuncio logró calmarlo un poco. Hyunjin no era como su padre, nunca tuvo malas intenciones con él a pesar de que Felix no tuvo una buena opinión de él.

No sabía cómo había podido empezar a querer tanto a una persona que al principio le caía mal, tampoco entendía como Hyunjin lograba hacerle sentir así. Le hacía sentirse querido, amado y tranquilo.

Se agachó a su lado y tomó la mano de Hyunjin entre las suyas.- Lo siento, estoy algo estresado.- le sonrió para que el mayor se tranquilizara.- Lo pensaré, pero ahora estoy aquí para hacerte compañía.

Hyunjin sonrió y dejó un beso rápido en su frente. Las estilistas, ya cansadas de que el modelo se moviera, le llamaron la atención y se quejaron para que se estuviera quieto.

Hyunjin simplemente se disculpó avergonzado y dejó que las muchachas terminaran.

거짓