Ya no había más oportunidad, ya no más.
Su sueño de estar con él se había desmoronado completamente desde el momento en el que pronunció sus votos matrimoniales.
¿Su padre estaría orgulloso ahora? A juzgar por su rostro no parece ser asíZarai Zabini, su ahora esposa parecía estar esperando que tome su mano y le invite una pieza. Se veía radiante en ese vestido blanco con escote corazón, cabello recogido y joyas adornando su cuello, debía ser el día más feliz para la pareja, aún así, la bruja estaba más que aburrida y decepcionada. Y el mago a su lado solo podía pensar en cierto rubio regordete.
Mientras acariciaba un anillo de compromiso metido en su bolsillo tomó una copa de vaya a saber que líquido, no le importaba tampoco. Salió hacía el patio con las miradas puestas en su espalda, sabía que era mal visto que el novio dejará la fiesta a la mitad y mas sin su esposa. A Barty tampoco le importaba eso, si fuera por él podrían irse bien al diablo.
Los jardines de la mansión jamás le gustaron aunque muchas veces fueron su único refugio durante su infancia, allí podría perderse por horas y horas en los altos arbustos, así su padre y madre no lo encontrarían y no lo obligarían a tomar esas odiosas clases que le habían impuesto.
Miró las flores de su madre, eran rosas blancas, se veían tan perfectas y aún así tan frágiles, esas rosas le recordaron al niño que una vez fue, un niño complaciente solo por momentos. Ante los ojos de los socios de su padre era un niño tan obediente e inteligente, aún recordaba a su padre llamarlo su pequeño gran orgullo, y luego, a puertas cerradas no era más que una decepción de hijo. Así fue siempre.
— ¿Lo harás? — reconoció la voz de Lucius, el hombre siempre fue silencioso. No eran amigos pero habían crecido juntos debido a que sus padres eran socios.
Sin molestarse en girarse habló en voz baja — ¿Hacer qué? — preguntó y acarició con las yemas de sus dedos los débiles pétalos de una de las tantas rosas que había.
— debes consumar tu matrimonio — quitó sus ojos de las flores en el momento en el que el rubio terminó de hablar — no se vé exactamente como tu tipo pero, en la oscuridad de la habitación y con los ojos cerrados debe ser fácil imaginar ¿No? —
— tal vez — cerró sus ojos y estuvo a punto de alejarse del más alto hasta que sus palabras lo detuvieron
— ve con él — se giró sobre si y lo miró sin expresión — deberé dar una excelente explicación a tu desaparición — Barty sonrió por primera vez en toda la noche, consideraría preguntar luego el porque de su ayuda, pero ahora debía irse antes de que sea tarde.
Corrió a travéz de todos los arbustos hasta llegar a la parte trasera de la mansión, allí una reja metálica de color negro separaba el terreno y las protecciones, solo debía cruzarla y podría aparecerse
Trepó hasta llegar arriba, aunque en el camino rasgo su pantalón y parte de su túnica saltó recibiendo algunos rasguños y llenandose de polvo su ropa, se apareció justo frente a la casa del hombre al cual amaba
No sabía si las protecciones le cederian el paso, no quieriendo arriesgarse gritó el nombre del dueño de la casa, estuvo así durante casi diez minutos sin recibir una respuesta. Estuvo a punto de cruzar las protecciones cuando escuchó la voz de Peter detrás de él
— ¿Qué estás haciendo aquí? ¿No deberías estar en tu boda? — su cabello rubio iba desordenado debido al viento de la noche, sus mejillas estaban rojas posiblemente por el frio, y sus ojos, oh Barty quiso volver en el tiempo y cambiar todo con tal de no ver esos ojos llenos de lágrimas que estaba seguro, Peter se negaba a soltar.
Barty quería correr hacia él y decirle que lo amaba, que lamentaba todo lo que pasó y que ahora estarían juntos, que ya nadie los separaría, que serían felices juntos, que tendrían hijos hermosos e increíbles. Y así lo hizo, corrió y lo tomó entre sus brazos girando los a ambos.
— Te amo, te amo, lamento abandonarte, jamás volveré a hacerlo — se arrodilló ante él y tomó sus manos entre las suyas — lo siento, no soy digno de ti pero prometo mejorar, seré mejor para ti, para que en un futuro nada de esto vuelva a pasar, seré mejor para que no volvamos a separarnos y sufrir en el proceso — sacó un anillo de compromiso, uno muy hermoso de oro con rubíes y esmeraldas incrustadas en él — yo, Bartemius Crouch Jr no soy digno de ti, pero mí amor es el más puro que podrás conocer nunca, si tu me lo permites seré tu pilar, el pañuelo que secará tus lágrimas, seré la mano que te dé el mundo en bandeja de oro y el hombre que matará a cualquier persona si me lo pides — las lágrimas de Peter caían en las manos unidas de ambos y sonreía mientras miraba y escuchaba al ex slytherin arrodillado ante él — no puedo volver en el tiempo y cambiar mis acciones, tengo presente que el daño está hecho y es una herida que tal vez no cierre, pero puedo ayudar a que cicatrice —
— si la herida cicatriza es porque está completamente cerrada tonto — Peter se rió y Barty lo miró apenado por su obvia falta de conocimientos médicos
— si, tienes razón — tomó una bocanada de aire antes de continuar — Peter Pettigrew, ¿Le darías el honor a este tonto de poder casarse contigo y tenerte cada día de su vida y en la que sigue? —
Peter sonrió y más lágrimas cayeron de sus ojos
— ¡¡Dile que si!! — ambos dirigieron su mirada a la vecina de en frente, la cual estaba en la ventana llorando mirando la escena de ambos hombres.
Barty se levantó, su rodilla ya dolía de estar tanto tiempo apoyada en el suelo, no tardó en encontrar la mirada de Peter quien intentaba quitar los rastros de lágrimas de su bello rostro.
Peter puso su manos en los hombros del contrario y se acercó a él— me casaré contigo solo con una condición — Barty lo miró impaciente esperando su propuesta — no esperemos hasta el matrimonio, y si vuelves a irte y dejarme te convertiras en un eunuco —
Cargó al mayor al más puro estilo princesa y dió vueltas provocando la risa de ambos mientras escuchaban a la mujer gritar de felicidad.
Creo que lo único que lamentarian y que tal vez ninguno se dió cuenta hasta ahora es del anillo, el cual había caido y rodado hasta llegar al desagüe y perderse en él. ¿pero que importaba? Barty conseguiría uno más bello y digno para que su amado lo porte.La vecina si Peter se negaba a la propuesta: