CAPITULO 1

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Y como la primavera será el primer amor.

"Maxine..."

La primera vez que la vi tenía tan solo 15 años, era escandalosa y de carácter fuerte, siempre saltando la reja de la casa de sus padres para venir a leer al fresno que colindaba con nuestra casa.

Quizá la vi desde mucho antes, pero no me gusta pensar mucho en ella cuando era esa bebé llorona, mis recuerdos favoritos son de esa época, de cuando todos a su alrededor nos dimos cuenta que ella era fuego puro, de esos que no ahogas, si no que abrazan todo a su alrededor.

Fue por ello que su padre se empeñó en controlarla, apenas cumplió los 18 años su rebeldía tomo más fuerza, pero nadie es más fuerte que Tomas De Luca y así lo demostró.

-Maxine se casara con Leonardo Lombardi, porque así debe de ser- dijo frente a todos aquellos que estábamos en esa mesa- Es mi primogénita y única heredera, no la dejare en manos de nadie más-

-Apuesto que aceptara feliz- Hugo se rio al escuchar esas palabras

-¿Te burlas de mí?- Tomas lo mato con su mirada

-Tío, no se trata de eso, simplemente que todos aquí conocemos a Maxine, y primero salta por la ventana que aceptar el matrimonio con Leonardo-

-Además...- intervine intentando que la voz no me temblara- Mi hermano no es quien para poderla cuidar- trate de que la envidia no se me saliera por los poros

-Completamente de acuerdo- intervino otro de mis hermanos- Aunque es la cabeza de esta casa, es inestable, mujeriego y violento, Maxine merece más que eso...- y la mirada inexpresiva de mi padre nos repasaba detenidamente como esperando que jodieramos todo

-Maxine, es una De Luca, y si tiene que aprender a golpes de alguien más será de un Lombardi, alguien que tenga la sangre tan pesada como ella, tiene 21 años, no puedo dejar pasar más tiempo, no puedo dejarla que sus alas crezcan mas, no puede volar lejos de casa-

-Pero tío, de verdad, medítalo-Todos en esa mesa intentaban persuadirlo- Mira, Leonardo ni si quiera está aquí...-

-Él esta de acuerdo- Francesco Lombardi detuvo su idea

-Leonardo tiene 34 años, y no ha sentado cabeza, ¿Que les hace creer que Maxine lo hará cambiar?...-

-¡Basta!- Tomas detuvo a mi hermano Carlo- Si tan solo mi amada esposa hubiera podido darme un hijo mas no pasaríamos por esto, pero Maxine es la única con mi sangre, y de alguna manera deberá pagar el que su madre muriera cuando ella nació-

-Tío, eso no fue culpa suya- Hugo se removió incomodo en la silla

-La decisión está tomada, su padre acepto, así que no veo porque ustedes tengan que decir nada- el hombre se puso de pie mirándonos a todos bajo sus hombros- lo hecho esta hecho, no pierdan de vista a Maxine hasta el día de la boda, esa mocosa es capaz de cualquier cosa con tal de llevarme la contraria-

Apenas cruzo la puerta todos respiramos, mirándonos entre sí. Los Lombardi y Los De Luca pasaron años de la mano, y aunque siempre se unieron por medio de su propia palabra, había llegado la hora de que fuera un hecho.

Leonardo, Mauro y Carlo, nosotros éramos los tres herederos Lombardi, no existía movimiento en Italia que no pasara por nosotros, éramos la parte oscura, la que se armaba en las sombras, mientras que los De Luca, solo tenían a Lindy y Hugo, hijos de la hermana menor de Tomas, quienes llevaban el apellido Rizzo, la única De Luca era Maxine la más joven de todos.

Carlo y Hugo peleaban entre ellos, intentando encontrar una opción, pero yo, yo quería volverme loco, debía haberme interesado por ella antes, hacer palabras todo lo que sentía, porque ahora, ese maldito la tendría, y ella no merecía esa vida.

-Nos arrancaran la piel si se escapa- Dijo Carlo cuando subimos al auto- no has dicho nada, yo tengo mujer e hijos, porque no intentas cooperar, debemos cuidar de Maxine y de Leonardo, antes de que se maten entre ellos... ¿Mauro?...-

Apenas me miro soltó el volante, mi rostro se ocultaba tras mis manos, y las lágrimas me ahogaban de a poco.

-Hermano... no, no puedes... mírame... Mauro... no puedes, no puedes hacer esto ahora... ¿Por qué no se lo dijiste a padre?-

-¡Crees que no quise hacerlo!- golpee el auto- quería que creciera un poco más, no quería ahogarla, que ella me aceptara, que me amara, y ahora... ¿Cómo podría imaginar que esto pasaría?-

-Sabes que Tomas y padre jamás te escucharan, si nos lo han dicho es porque va a suceder, no tienes oportunidad. Mauro-tomo mis hombros intentando centrarme- mírame, ¡Mauro!- golpeo mi mejilla frustrado haciéndome regresar de los sollozos- Maxine será la mujer de tu hermano, y no existe nada que pueda cambiarlo-

El corazón se partía en mi pecho, el dolor y el peso de cada palabra se me remolían en las manos, ¿Cómo podría mirar a Maxine a los ojos? De qué manera decirle que lo que prometí alguna vez se desvanecía frente a nosotros...

VillanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora