Los Siete OS de la Familia Tang

Capítulo 119

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Afuera, el sonido de los disparos y la lucha de los mechs rugía constantemente. Tang Wu Yuan se sentó en la habitación jugando con el arma en la mano. Le gustaba mirar el arma de Big Dad desde que era un niño, en ese momento, Big Dad tenía miedo de lastimarse y nunca lo dejaba tocarla. Solo podía mirarlo con entusiasmo, sintiendo que el arma era a la vez sagrada y majestuosa.

Cuando creció, la primera vez que consiguió un arma real en el ejército, estaba tan emocionado que no podía dormir, sintió que finalmente se había convertido en un verdadero soldado, pero en ese momento su puntería no era nada precisa. . Después de pasar por numerosos entrenamientos asiduos, lentamente se volvió capaz de disparar al objetivo de una sola vez.

Bajó la cabeza y acarició suavemente el arma que tenía en la mano, acariciándola y amándola, y después de un momento de silencio, la levantó y apuntó a lo lejos, deteniéndose por un momento, se rió suavemente y bajó el arma que tenía en la mano. .

Ahora que ya no podía ocultar el hecho de que era un Omega, ¿podría seguir en el ejército, podría seguir llevando un arma?

Tang Wu Yuan miró inexpresivamente el arma en su mano por un tiempo desconocido, hasta que el calor familiar en su cuerpo volvió a surgir, solo entonces se acostó insoportablemente en la cama, sosteniendo el arma en una mano y agarrando la almohada. fuertemente en el otro, gimiendo de dolor.

……

Cuando Song Xiao Bai entró corriendo a la habitación del jefe pirata con sus soldados, el jefe pirata todavía dormía con una hermosa mujer en sus brazos. Este jefe era incompetente y codicioso. Si no hubiera sido dirigido por un experto detrás de él, habría sido aniquilado en el último asedio.

Song Xiao Bai capturó al jefe sin mucho esfuerzo. Después de que arrestaron a todos los piratas, Song Xiao Bai se apresuró a buscar a Tang Bo Te, pero desafortunadamente, Tang Bo Te condujo el barco de guerra para atrapar a los piratas que escaparon. Tenía prisa por regresar y llevarse a Tang Wu Yuan, por lo que tuvo que enviar a alguien para informar a Tang Bo Te y se apresuró a buscarlo.

Tang Wu Yuan fue forzado a entrar en calor por un afrodisíaco, le preocupaba no poder aguantar por mucho tiempo.

Cuando abrió la puerta, las mejillas de Tang Wu Yuan ya estaban rojas, sus ojos eran como un manantial de agua, su visión era borrosa, su respiración desordenada e incluso las puntas de sus orejas estaban rosadas. Las manos de Tang Wu Yuan agarraban la almohada con fuerza, las yemas de sus dedos estaban ligeramente blancas y no sabía cuánto tiempo había estado aguantando solo.

Cuando Tang Wu Yuan vio entrar a Song Xiao Bai, la fuerza de su cuerpo se aflojó y dejó caer el arma que sostenía, con la voz húmeda y ronca: "Has vuelto".

Song Xiao Bai asintió y se acercó rápidamente, frotando la carne sensible en la parte posterior del cuello de Tang Wu Yuan con las yemas de los dedos, luego bajó la cabeza y tomó los labios de Tang Wu Yuan, abriéndole los dientes.

Los labios de Tang Wu Yuan eran dulces, tan dulces como sus feromonas, lo que hizo que Song Xiao Bai inconscientemente quisiera profundizar el beso y chupar más de los jugos dulces.

Tang Wu Yuan envolvió sus brazos alrededor del cuello de Song Xiao Bai, su cuerpo se suavizó por un momento, sus ojos estaban ligeramente desenfocados mientras miraba a Song Xiao Bai, desconcertado y sin palabras.

Cuando terminó el beso, Song Xiao Bai recuperó el sentido a regañadientes y besó los extremos húmedos de sus ojos, susurrando: "Vete de aquí primero".