Los Siete OS de la Familia Tang

Capítulo 153

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Tang Liu Yuan terminó de desenroscar la tapa de la botella para Xia Cheng Lang, le devolvió la botella y luego se volvió para concentrarse en discutir la condición del paciente con Sun Yu Ming.

Xia Cheng Lang inclinó la cabeza y tomó unos sorbos de agua, pero se sentía como si estuviera bebiendo vinagre y su corazón se sentía aún más amargo.

Después de unos momentos de silencio, Tang Liu Yuan sintió que le tocaban el brazo nuevamente y giró la cabeza sin poder hacer nada para mirar a Xia Cheng Lang.

“Mi adicción al tabaco está fallando”. Xia Cheng Lang lo miró y dijo lastimosamente.

Tang Liu Yuan bajó la cabeza, sacó una piruleta del cajón y se la arrojó. Lo había preparado para Xia Cheng Lang, pero no esperaba usarlo tan pronto. Lo pensó por un momento y sintió que cuando tuviera tiempo, sería mejor prepararle algunos dulces a Xia Cheng Lang para que dejara de fumar.

Después de recibir la piruleta, Xia Cheng Lang rasgó el envoltorio varias veces, demostrando con fuerza lo que significaba ser incapaz de romperlo, y luego miró hacia arriba y le dijo a Tang Liu Yuan: "Me duelen las manos, por favor ayuda a abrirlo".

Tang Liu Yuan miró su mano, obedientemente tomó la piruleta, la desenvolvió y se la devolvió.

Sun Yu Ming se sentó al margen y observó todo con incredulidad, incapaz de evitar mirar a Xia Cheng Lang con una mirada que era difícil de describir.

Se puso de pie, guardó sus registros médicos y dijo: "Liu Yuan, es casi la hora de trabajar, casi hemos terminado nuestra investigación de todos modos, regresaré y estudiaré el resto yo mismo, volveré a trabajar primero."

Tang Liu Yuan asintió suavemente, "Está bien, mayor".

Xia Cheng Lang finalmente ahuyentó a su rival amoroso, sosteniendo con orgullo su paleta en la boca y mirando a Sun Yu Ming con arrogancia, mordiendo la paleta con un fuerte crujido.

Sun Yu Ming pasó junto a él, lo pensó, pero no pudo resistirse y le dio una palmadita en el hombro, diciendo desde el fondo de su corazón: "Hermano, sigues siendo el mejor".

Después de que Sun Yu Ming se fue, Xia Cheng Lang saboreó las palabras de su rival amoroso y no pudo evitar levantar la barbilla en señal de triunfo. De hecho, era muy bueno para hacer que su amante se enamorara tan rápido, y usaría cualquier método para perseguir a su esposa mientras funcionara.

Tang Liu Yuan miró la hora y cuando Xia Cheng Lang terminó su piruleta, lo llevó personalmente a vacunarse contra la rabia y luego lo echó del hospital.

Xia Cheng Lang ha estado cerca de él desde que regresó al país, sin hacer su trabajo todo el día. Sheng Cen estaba tan enojado que lo llamó directamente y le pidió que instara a Xia Cheng Lang a que pusiera su trabajo en la agenda rápidamente.

Cuando Xia Cheng Lang escuchó que Tang Liu Yuan lo estaba expulsando, se entretuvo y se negó a irse: "Estoy herido y quiero descansar unos días".

"Pero tengo que trabajar." Tang Liu Yuan se quedó mirándolo con las manos en los bolsillos, "Y tu mano no está herida hasta el punto de que necesites descansar".

Xia Cheng Lang no se reconcilió y negoció: "Entonces... me das un beso, me das un beso y me voy".

Tang Liu Yuan lo miró débilmente y se dio la vuelta, cerrándolo directamente afuera de la puerta.

Xia Cheng Lang desinfló la boca, dejó escapar un suspiro y solo pudo salir del hospital a regañadientes. Las enfermeras en la estación de enfermería se escondieron a un lado, mirando su espalda y no pudieron evitar decir algunas palabras de asombro.