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Tener un amigo heterosexual y mujeriego era una verdadera maldición para Park Jimin. No sólo le hablaba todo el tiempo de sus supuestas conquistas — todas mentiras, nadie estaba interesado en él —, sino que lo arrastraba a los bares para encontrar a una nueva chica que tuviese el estómago suficiente para acompañarlo. Comúnmente le rechazaban, ni siquiera eran amables al respecto, tenían que dejar claro que sus intentos les parecían patéticos. Jimin simplemente se reía, tomando cada situación como un chiste.

Había decidido que solamente disfrutaría de los tragos gratis. No sacaba nada en decirle a su amigo que era lo suficientemente joven como para seguir tranquilo esperando al amor de su vida. Los dos tenían 22 años y una cantidad enorme de personas que conocer más adelante. Apresurar las cosas no servía de mucho, eso de hecho parecía atraer las relaciones que terminaban mal.

Jimin contaba la quinta salida en el mes, ahora ambos se encontraban en un bar donde asistía gente más madura, todos con su copa de vino charlando amenamente mientras comían algo. Tenían música de jazz, las luces no iluminaban lo suficiente dando cierto tipo de ambiente romántico, las bebidas alcohólicas eran caras y Jimin se estaba quedando dormido sobre la mesa.

No tenía ni una gota de alcohol en su sistema, lo encontraba lamentable. Dormirse por cansancio y aburrimiento no estaba en sus planes.

— ¡¿Por qué nadie me mira?! — Gritó su amigo frustrado. Se había vestido para la ocasión, llevaba una camiseta que apenas había planchado y un peinado extravagante.

— Lo siento Joonjae, te ganaron.

— ¿Qué dices?

Joonjae se giró para mirar a un chico que charlaba con un grupo de mujeres demostrando una confianza envidiable. Era demasiado guapo, del tipo que lucía como una estrella de rock. Tenía el cabello relativamente largo, un piercing en el labio y varios tatuajes en sus brazos que en aquel momento estaban obviamente descubiertos. En sí había algo especial en él, tal vez se trataba de su aura o del conjunto de cualidades atractivas que lo hacían parecer el chico perfecto, pero como fuera, Jimin no estaba interesado en los heterosexuales.

— ¡¿Qué hace ahí?! — Los gritos de Joonjae definitivamente estaban llamando la atención de las personas que se encontraban sentadas alrededor. Jimin reía aplaudiendo agradecido por el espectáculo gratuito que estaba haciendo su amigo, no podía creer que se encontrase tan desesperado.

— Se llevó a todas las señoras, escuché de Dante que hasta ofrecen dinero. Espero no envejecer y convertirme en un degenerado. Dios me libre.

— Si sigues soltero te convertirás en uno.

— Adoro mi soltería, tú eres el único desesperado.

Los ojos de Jimin volvieron a enfocarse en la figura del chico rodeado por mujeres maduras. Se le había caído la chaqueta del respaldo de su silla, era una prenda que pasaba desapercibida, no venía bien con su estilo y tampoco tenía un color lindo. Probablemente era uno de esos obsequios navideños que hacían las madres que no conocían demasiado a sus hijos, debía de tener un valor sentimental y por ende Jimin se paró de su silla para recogerla por él.

Fue rápido, simplemente haría una buena acción por el bien del karma. Recogió la prenda sacándole algo de polvo de encima y tocó el hombro del chico para llamar su atención.

Enfrentarse a los ojos redondos de aquel desconocido era un ataque al corazón asegurado. Nunca antes había visto a alguien así de bonito, mucho menos de tan cerca. Le sonrió para parecer más amigable y le mostró la chaqueta como si fuera una ofrenda.

— Hola, lo siento, pero se te cayó esto. — Mientras enseñaba la chaqueta, los ojos del chico parecían hacerse incluso más grandes. Por un momento sintió que comenzaría a gritar, al menos daba esa sensación, sus manos estaban temblando y no apartaba la mirada de Jimin como si estuviese viendo a un fantasma.

— Jungkook ¿Estás bien? — Preguntó una de las mujeres que se encontraban sentadas alrededor de la mesa, pero el chico no les prestaba atención, solamente miraba a Jimin pareciendo hipnotizado.

Sin saber qué hacer, se quedó con el brazo estirado tendiendo la chaqueta esperando que la recibiera de una vez por todas, no esperó que Joonjae se levantara para arrastrarlo fuera del bar después de tener el presentimiento de que algo malo sucedería.

Jimin esa noche se quedó con una chaqueta y muchas preguntas.





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[Historia dedicada en su totalidad a mimi_and_nochu
❤️❤️💖❤️💖]

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Nota: Holensss mi gente bella y saludos especiales a mis seguidores que siempre votan ❤️ aquí otra comisión. Juro que la idea es súper linda, confíen en el proceso jdjdjd es de Mitología nórdica, ahora que ando metida con el god of war hay que aprovechar mi hype. Pero en serio, puro fluff, esto está asegurado, no piensen nada malo. Estoy 1000% agradecida por la comisión. Me gusta mucho escribir y tener tiempo para hacerlo siempre es agradable. Besitos en la frente. Carlitos fuerans.

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