Capítulo 5

10 3 0
                                    

Elizabeth Miller

—¡Hey!—escuche que nos llamaron y esa voz...

La reconocí solo por la voz al instante puede sonar distinta aquella voz pero siempre la reconoceré, esa emoción que expresaba cada vez que hablaba, el acento, la forma en la que pronunciaba las palabras, la inocencia que resaltaba solo de escucharla y la pizca de manipulación en su voz de ves en cuando. Era ella, la iba a confrontar, ¿estaré lista?

Alex y yo nos dimos media vuelta. La chica salto hacia su primo, lo abrazaba muy fuerte como si no lo quisiese dejar ir. Al final no lo veía desde hace mucho tiempo.

Unos minutos después se separó del chico todavía a mi lado, le dio una sonrisa melancolíca y sonrió. Se giró hacia mí y agachó la cabeza.

—Lo siento—la escuche disculparse, físicamente estaba allí pero mi mente sabrá nuestro señor donde estaba.

—No tienes que disculparte—solte un poco seca—No tengo por qué reprochar, si tu lo decidistes así pues está bien, te fuistes para lograr tus sueños no me puedo molestar.

Solo sentía como mi boca se movía mientras miraba a algún punto en el suelo.

En eso levanté la mirada y...Vi en su expresión la melancolía probablemente recordando los viejos momentos y leyendo su mente asentí, me abrazó fuerte y se lo devolví, a pesar de todo siempre estuvo para mí, soportando mis cambios de humor drásticos y escuchando siempre mis problemas igual como ella a mí. Me abrazó lo más que pudo, como si el mundo estuviese en peligro y abrazándome estaba a salvo, al final siempre fue así, nos complementamos y sentí que el vacío que sentía desde hace unos años desaparecía y creí que el de ella también. Su abrazo era reconfortante y me traía viejos recuerdos, lo necesitaba, más que nunca.

No pude evitar soltar unas lágrimas que seque rápidamente. No quería ser débil, pero estaba con ella de nuevo... y espero que esta vez no se marché.

[...]

—¿Sabes? Tenemos mucho de que hablar—le dije a peli-rosa, se había teñido el pelo—Y me tienes que explicar muchas cosas—dije divertida y a la vez sería

—Y yo te contestaré cada una de ellas—dijo—Pero tenme paciencia y entiendeme. Se porque lo hice.

—¡Chicas! Siento por interrumpirlas—dijo Alex cuando llegó a nosotras—Pero, Liz, te buscan.

—¿Y no puede esperar?—dije extrañada

—Dice que es importante.

—Esta bien, iré—me dirigí a la puerta de aquel departamento, al abrir lo q dividía el hogar del esterior me encontré a nada más y nada menos que Jack ¿era de esperar, no?

—¿Qué pasa?—hable dando un vistazo hacia atrás y cerré la puerta detrás de mi al salir—¿Qué es lo que es muy importante?—fui directo al tema quería respuestas de Victoria y no podía tener ninguna interrupción.

—A ver, ¿cómo te explico?—dijo muy nervioso—Bueno, creo que no es momento indicado para decirte lo que tenía planeado así que...—se quedó callado por un instante—Venía a disculparme por actuar de aquella forma-me dedico una sonrisa de lado decaida refiriéndose a lo del "acuerdo"—No soy nadie para meterme en tu vida y decirte con quién puedes hablar o no, lo siento. Fue un impulso, ni siquiera soy tu novio para reclamarte—dijo con la mirada perdida—Me gustaría cambiar eso, y si llego a ser algo tuyo, ya sabes, más que un amigo, te prometo no prohibirte nada porque al final tienes a tu padre para decirte que hacer y aún así eres tan rebelde y lo contradices—dijo lo último con un toque de diversión—Disculpa por mi actitud se podría decir que estaba un poco celoso.

Ojos EsmeraldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora