Si miras algo con atención pueden pasar varias cosas:
Una es que se pierda la forma y nuestro cerebro deje de reconocerlo.
Otra es que comencemos a valorar cada pequeño detalle como si fuera una joya.
Lo mismo pasa con nuestro reflejo, os miráis lo justo para arreglaros y un día decidís dedicaros tiempo. De repente hay arrugas, lunares y una mirada carente de oro que no reconocéis.
¿Quién te la devuelve?
A veces os llora, otras os grita, a menudo os detesta y os recuerda todo lo malo. Hasta que un día como de la nada, al ver algo sucio en el espejo, decidís hacer limpieza y ponéis música. Las notas se os meten bajo la piel y los pies se mueven. La cadera descompasada marca el ritmo que le da la gana. Dando saltitos echáis el limpiacristales y sin querer, ahí esta toda la alegría que no aparecía hace años y gritáis alzando las manos como locos.
- ¡A LA MIERDA!
Entre risas rodeados de la luz de la tarde mientras el pelo se os pega en la cara os dais cuenta de que sí, que el tiempo ha pasado, un súper viaje que aun no ha acabado.
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Microrrelatos
RandomCada miércoles subiré un relato corto. Serán diferentes temática.