Capítulo 2: Nos colamos en una fiesta de ricos.

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-¡Lauren Michelle Jauregui Morgado! _grité entrando a la habitación de mi mejor amiga y despertándola.
 
Detrás de ese nido de pájaros... No esperen, su cabello es negro así que me corrijo: nido de cuervos al que llama cabello estaban sus ojos verde esmeralda matándome con la mirada.
 
-¡¿Qué demonios pasó por tu cabeza cuando decidiste entrar y despertarme?! _empezó a arrojarme todas sus almohadas.
 
¡¿Desde cuándo tiene tantas?!
 
-Ya para... ¡Carajo, Lauren!... _dije intentando esquivar sus almohadas.
 
-¿Qué... Demonios... Quieres... Newton? _siguió arrojándome almohadas y cuando se le acabaron (porque Dios es grande y para siempre sea su gloria) optó por arrojarme sus sábanas, su peluche favorito y hasta su colchón.
 
-¿Terminaste? _dije respirando hondo mientras caía al suelo junto a ella.
 
-Ya casi... _me lanzó su ropa interior y esta quedó atorada en mi cabeza. -Ya...

Se hizo a mi lado y después de respirar hondo preguntó:
 
-¿A qué se debe tu visita?
 
-Pudiste preguntar eso antes de arrojarme la primera almohada. _la golpeé con lo primero que encontré.
 
-¿Qué chiste hubiera tenido? _ambas nos miramos y empezamos a reír a carcajadas.
 
-El desayuno está listo... Y debes arreglar tu cuarto. _salí corriendo mientras reía a carcajadas por escucharla gritar que me mataría si volvía a hacerla tener un ataque de ira.
 
Cuando Lauren y yo llegamos a la pizzería en mi moto, empezamos nuestra jornada de trabajo, yo solo hice dos entregas y le ayudé a mi amiga a servir bebidas.
 
-Un niño literalmente acaba de lanzarme su batido de fresa. _dijo mi amiga con una mueca que me hizo reír.
 
Lauren, con una secta satánica y cubierta de rosa... Eso era casi un insulto para ella.

-Agradece que no cayó tanto en tu cabello, Jauregui. _comenté en broma pasando mi dedo por su delantal y saboreando el sabor de la fresa.
 
Después una especie de lucecita apareció arriba de mi cabeza como en las caricaturas cuando tienen una idea. Chasquee mis dedos y señalé repetidamente a Lauren mientras sonreía.
 
-¿El batido tenía drogas? _preguntó en un susurro asegurándose de que nadie la escuchara.
 
-No torpe, es O'Connell...
 
-¡¿El batido tenía que?! _exclamó alarmada.
 
-La chica... Su nombre es Billie O'Connell.
 
Lauren se quedó perpleja y no formuló palabra alguna después de dos minutos.
 
-Tienes los diamantes de Billie O'Connell... _musitó horrorizada.
 
-¿Por qué estás tan asustada, Lern? _pregunté confundida por su reacción.
 
-¿Sabes quien procreó a Billie O'Connell?

-¿Su padre? _fruncí el ceño aún sin entender.
 
-Su padre es Patrick O'Connell es el segundo hombre más rico del mundo después de Bill Gates. Tiene su imperio en Wall Street como todos los grandes empresarios del mundo. _explicó aún con sus ojos abiertos de la impresión.
 
-¡Ay joder! Tengo los diamantes de una niña de papi. _dije horrorizada. -Seguro ya mandó al FBI a investigarme, no quiero ir a ma cárcel, soy muy joven, tengo mucho que cumplir primero... _empecé a hiper ventilar pero Lauren de la forma más romántica que encontró me ayudó... ¡La muy idiota me dio una cachetada!
 
-¡Reacciona, Newton! _masculló intentando no hacer tanto ruido. -Ya sabemos el nombre de la chica, lo que hay que hacer ahora es mandarle señales de humo para que se entere de que tenemos su pulsera.
 
-¿Y cómo diablos hacemos eso?
 
-Pues no sé... Tal vez con un aviso en el periódico.

-¿Te falta un tornillo?... "Hola soy ______ Newton y encontré una pulsera de diamantes, si eres su dueño ven por ella a tal y tal dirección" ¡Cualquiera vendría Lauren!
 
-Tienes razón... Tal vez si miramos en internet, podamos descubrir donde vive.
 
Y así hicimos, miramos en internet con un agradecimiento a que la pizzería el día de hoy no estaba tan solicitada. Solo había fotos de Patrick O'Connell con su familia y un montón de información que no me interesa.
 
No todavía al menos.
 
-¡Encontré algo! _dijo Lauren con emoción.
 
Me mostró un artículo con la fecha de hoy:

"Esta noche se llevará a cabo la fiesta más esperada del año, los más grandes de los negocios estarán reunidos en el Empire State celebrando la gran unión entre Empresas O'Connell e Industrias Malcom, dos de las más grandes potencias industriales en el mundo. Patrick estará acompañado por sus hijos y su esposa en el dichoso evento. Cabe recordar que su hija mayor, Billie O'Connell, será la futura heredera de su cadena empresarial después de su graduación. El evento empezará a las 20:00 pm".
 
Suspiré echándome hacia atrás y mirando como mi mejor amiga me imitaba.
 
-Entonces... _dije algo pensativa.
 
-Si no quieres que pasemos el resto de nuestros días en una cárcel de máxima seguridad tenemos una sola opción...
 
-¿Y esa es?
 
-Hay que entrar a esa fiesta.
 
(...)

-Lern, esto es mala idea. Nos van a descubrir. _dije algo nerviosa mirando entre los arbustos como llegaba ese montón de ricachones en sus lujosos autos.
 
-Debí suponerlo, está bien que sean gente importante. ¿Pero es necesario 50 hombres en la entrada sin contar sus guardaespaldas? _comentó algo enojada.
 
-¿Tan desocupada estabas que te pusiste a contar a los que custodian la entrada? _pregunté sorprendida.
 
-Y además están vestidos con lo mejor que tienen y nosotras gracias a ti vinimos en chaqueta, blusa, jean y tenis. _ignoró mi antigua pregunta y me fulminó bien fulminada con sus ojos verdes.
 
-Mi plan no era arreglarme para quedarme, encontraba a la chica y me iba. _levanté mis manos en señal de inocencia y Lauren rodó los ojos.
 
Como si el universo estuviera a nuestro favor, un auto apareció a pocos metros de donde nos encontrábamos y de el bajaron unas personas cargando bandejas, llevando champaña y otras cosas ahí.¿Lo mejor de esto? No todos estaban vestidos de traje.
 
Lauren me miró.
 
Yo la miré.
 
Nos miramos.
 
Y tuvimos la misma idea.
 
-Mueve tu culo, Jauregui. _la apuré mientras corríamos hacia la camioneta.
 
El hombre que estaba repartiendo todo nos miró un momento pero al final nos entregó a cada una dos botellas del champán más caro que pueda existir. Lauren y yo entramos al Empire State y seguimos a los que estaban haciendo el mismo trabajo que nosotros por el ascensor. Intentamos pasar lo más desapercibidas que pudimos y cuando logramos entrar donde estaban los mas ricos del mundo, por poco y hago una reverencia.
 
-Dejemos esto por aquí. _le susurré a mi amiga colocando el champán en una mesa y después de escabullirnos hacia una columna bastante ancha, empezamos a buscar.
 
-¿Recuerdas cómo se veía en las fotos?_preguntó Laur mirando por todos lados.
 
-Tiene un vestido agua marina, con algunos detalles en plateado. _respondí buscando alrededor, pero lastimosamente lo que veía era casi nada. -¡Joder! No veo nada, voy a acercarme.
 
-¿Qué? ______, no. _susurró mi amiga pero ya era demasiado tarde. 
 
Di unos pasos hacia adelante para poder ver mejor pero lastimosamente un montón de paparazzi hicieron su aparición empujándome hasta el lado izquierdo del enorme salón. Choqué con algo y esto me hizo perder el equilibrio obligándome a agarrar lo primero que encontré para no caerme.
 
En este caso fue la cintura de una chica.
 
Pero no de cualquier chica, ¡era la chica! Y me di cuenta gracias a que muchos paparazzi empezaron a fotografiarnos. Billie estaba agarrada de mis brazos y yo aún estaba aferrada fuertemente de su cintura.
 
Victoria's Secret apartó unas cuantas personas y me llevó junto a ella hasta donde creo que es la cocina.

-¿Qué haces aquí? _preguntó en cuanto se aseguró de que nadie nos escuchara.
 
-En mis tiempos se decía "Hola". _dije con sarcasmo y ella bufó.
 
-No me vengas con modales, ahora. ¿Qué haced aquí? _repitió cruzándose de brazos.
 
-Y eso que eres la niña rica aquí, ósea, modales. _enfaticé la palabra y después sentí un golpe en mi brazo. -¡Auch! ¿Por qué me golpeas.
 
-Porque cuando me desespero empiezo a dar golpes. _me dio otro golpe.
 
-¡Auch! Vale, agresiva, valoro mi vida. Vine con la intención de regresarte algo.
 
Billie paró sus golpes y se me quedó mirando. Saqué de mi bolsillo la pulsera de diamantes que había recogido del baño y la coloqué en su mano.
 
-Debe tener un gran valor sentimental para que te pongas así. _comenté terminando de colocarla y mirando como sus ojos se cristalizaban.

-Es un regalo de mi abuela cuando cumplí 10 años, prometí nunca quitármela. _limpió sus ojos con cuidado de no arruinar su maquillaje y cuando menos pensé sus brazos estaban rodeando mi cuello.

-Gracias por devolverla...
 
Se alejó un poco del extraño abrazo que me estaba dando y esperó a que dijera mi nombre.
 
-Dime ______. _Sonreí siendo correspondida por ella.
 
-Gracias enserio, ______. _me dio un beso en la mejilla y se fue sin darme una última mirada.
 
Si el abrazo me había dejado anonadada, ese beso me dejó como si estuviera drogada. Como una adolescente que vio a su crush en una fiesta me quedé sonriendo como tonta antes de irme.

























Pizza (Billie Eilish y Tú) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora