Gire hacia la gente que estaba mirando mi entrenamiento, los sujetos no podían creer que le había ganado a Neji.
Incluso note que Hiashi estaba incrédulo por lo que veía.
Al menos Hanabi se veía contenta al menos, ver ganar a su hermana por lo visto le hacía un poco feliz.
—Ya lo vencí. ¿Tienes a alguien más para para mí?
Hiashi me miró por unos segundos, cómo si estuviera pensado seriamente que me diría. Pero después de unos segundos le hizo una señal a alguien para que venga con migo.
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—Supongo que soy mejor de lo que pensaba.
Había derrotado a más de cinco chicos de aproximadamente de mi edad, unos ocho adolescentes, y unos tres adultos hasta el momento.
Cabe decir que hacia recibido varios golpes, incluso tenía un ojo inflamado. Pero pude vencer a ninjas ya adultos a puro Taijutsu. Eso solo me decía que era mejor luchador que la mayoría de aquí, se que los ninjas que Hiashi me mandó no eran su elite en el clan, pero al menos podía tener la confianza de ganarle a los ninjas comunes por el momento.
Apenas tenía el cuerpo de un niño, aún así podía hacer grandes cosas.
Si hubiera estado en mi anterior cuerpo sin duda alguna podría vencer a varios ninjas. Claro que sí solo hablamos de lucha cuerpo a cuerpo sin jutsus ni chakra, sin esos dos factores yo podría haber sido muy fuerte con mi anterior cuerpo. Supongo que perdí casi el 90% de mi fuerza, el 70% de mi velocidad, y mi alcance se había reducido a menos de la mitad que antes, así que antes tuve que dislocar mis huesos en bano para hacerlos más largos. Al menos mis reflejos seguían siendo iguales que antes, con eso sería suficiente por el momento.
Después podría pensar en lo débil que me había vuelto y todo el entrenamiento que tendría que hacer para volver a acercarme a como era antes me volteo a ver a los demás sujetos.
Pude notar la cara de incredulidad en el rostro de los demás Hyugas, incluso Neji que ya había despertado estaba viendo mi combate junto a mi pequeña hermana y el padre de Hinata.
—¿Quien será el siguiente? —le pregunté mientras escupía algo de sangre al suelo. Me habían dado unos cuentos golpear por medir mal el alcance de mis ataques, aún estaba acostumbrado a tener brazos y piernas más largas, por lo que erre varios golpes dando ventaja a mi adversario. Los niños no tuvieron oportunidad de golpearme aún teniendo esa ventaja, los adultos fueron un caso diferente, ellos ya eran cercanos a veteranos así que pudieron darme unos cuantos golpes.
Aún así sentía que esto me estaba sirviendo mucho, sin duda alguna tener estos tipos de combates me ayudaban a tener en cuenta mi actual cuerpo.
—Ya tuviste suficiente, entrena junto a tu hermana. —dijo para darse la vuelta y entrar a la casa, las demás personas me siguieron viendo unos segundos más, pero luego se fueron sin más.
Hanabi se acercó hasta mi con una gran sonrisa.
—¡Eres increíble! ¡Súper fuerte! —yo sonreí mientras le revolví los cabellos de su cabeza con mi mano, era bastante tierna a decir verdad.
—Ven, vamos a dónde entrenaremos que yo no tengo idea dónde es. —bien podría tratar de hurgar en los recuerdos de Hinata para saber dónde entrenaba más allá de los combates, pero quería que Hanabi me dirija. Ella me tomo la mano y me llevo hasta la otra parte de la casa, note que había un árbol cortado que estaba rodeado con una tela como si fuera un saco de boxeo.
Bueno, esperaba que haya unas cuentas cosas más para poder entrenar, pero era en realidad era todo bastante sencillo.
Además del saco de boxeo improvisado, había unas ramas de un árbol cercano que podría usar como barra para hacer ejercicios. También había unas cuantas rocas grandes que vería de que forma la podría usar más adelante.
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Yo soy... Hinata
FanfictionSu vida desde que nacio fue privada de libertartad por órdenes de sus padres, sin amigos, sin salir de casa, sin poder tener la libertad de todas las personas normales. Ahora por azar del destino tiene una oportunidad de vivir una nueva vida en otr...