《 Demasiado tarde》

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Viktor no entendia porque Horacio estaba tan preguntón con el tema del casamiento, pero tampoco le molestaba responderle a las preguntas que le hacía.

No lo entendía hasta que fueron perseguidos y le dieron un balazo a su compañero, todas aquellas preguntas tomaron sentido en cuanto Horacio le preguntó, casi inconsciente: "¿te quieres casar conmigo?"
No pudo ni pensarlo, estaba tan nervioso por la pregunta y, además, estaba perdiendo demasiada sangre.

—Me lo preguntas luego, ahora necesito llevarte al hospital, H— dijo, escuchó la leve risa de su parte.

Intento irse de la zona, pero el vehículo estaba roto. Horacio seguía insistiendo en que le respondiera.

—¿No pudiste preguntarlo en otro momento? ¿Por qué ahora?— alzó a Horacio para llevarlo a otro auto.
—Porque tu me has dicho que cuando se calmen las cosas y tu sabes que eso no iba a pasar— la voz del moreno se iba apagamdo, la ropa de Volkov se manchaba cada vez mas por la sangre que salía.
—Joder Horacio... aguanta un poco más— dejo a su compañero en otro vehículo con cuidado y conducio hasta el hospital rápidamente— Horacio, hablame—.
—¿Te quieres casar conmigo, en algun momento?— intentaba resistir, pero ya habia perdido mucha sangre y sabía que este era su fin.
—Te lo responderé luego— contestó.

Saco del coche a Horacio  quien ahora estaba inconsciente y mientras esperaba que le salvarán la vida, veía sus manos rojas, su ropa manchada y en su mente le recorría la pregunta hecha.

¿Qué si se quería casar con Horacio? Si, obviamente que si, solo que no estaban en el mejor momento para eso.

Vio entrar a más medicos al lugar donde estaba Horacio, alterado se acerco allí pero fue sacado inmediatamente.

Cerro sus ojos y guardo sus manos en los bolsillos, sintió algo ahí... algo que él no guardo.

—¿Qué cojones?— un anillo, no era suyo, conocía aquel objeto— Horacio— susurró.

¿En qué momento lo había guardado alli?
Se dejo caer al suelo, ya había perdido demasiadas personas, no quería perderlo a él, no ahora.

—No te mueras por favor— rogó— debo responderte todavia... debo decirte que si—.

Miró de vuelta el anillo, sus manos ensangrentadas y su ropa, miro la puerta donde habían entrado los médicos, y rompió en llantos. Necesitaba decirle, otra vez, que lo queria... es que necesitaba decirle tantas cosas.

[...]

—V, debemos irnos— decía Alanna por décima vez— vamos, levanta, debes darte una ducha y descansar—.

Pero Viktor seguí ahí, arrodillado en el pasillo del hospital mirando aquel anillo que Horacio le puso en su bolsillo. El llanto habia cesado hace unos minutos y solo se limitaba a ver aquel objeto.

—Se que es dificil, pero debes hacerlo— hablo Gaston— vamos, arriba, tu puedes—.

Y es que hace unas dos horas le habían informado que Horacio no sobrevivió, intentaron de todo, pero nada funciono.
Gritó, lloro y ahora se encontraba ahí, estaba ido y vacío.

Los médicos no sabían que hacer asi que contacto con más agentes del FBI, que al enterarse de la noticia tuviero que aguantarse las ganas de llorar por Viktor, nunca lo habían visto en aquel estado.

Con sus piernas temblando, se levantó y busco a Horacio, quien ahora se encontraba en la morgue.

—Te hubiera dicho que si, hasta te lo hubiera preguntado yo. Quise... quise esperar hasta que tu memoria estuviera bien— su voz se quebro— quería que estuvieramos bien los dos, quería que estuviéramos juntos por el resto de nuestras vidas— lágrimas caían por su rostro y aterrizaban en las mejillas de Horacio— joder, perdón, perdón por no darte la respuesta a tiempo. Perdón por todo el daño que te he hecho—.

Alanna, Parker y Gaston vieron como Viktor escondia su cara entre sus manos y lloraba, ahogando sus sollozos allí. Los tres dejaron salir sus lágrimas mientras lo escuchaban pedir perdón por tantas cosas.

—Se que ahora estarás mejor o al menos quiero convencerme de ello. Te quiero muchísimo. Me has regalado los mejores años de mi vida, me has hecho verlo colores que creí que había perdido hace tiempo. Te quiero tanto que dejarte ir... sera imposible— miro el anillo otra vez para luego mirar al menor— te quiero—.

Puso el anillo en su dedo anular y dejo un corto beso en la mejilla.

Con aquella despedida e intentando no mirar hacia atrás, salio del lugar...

♥ 𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐕𝐨𝐥𝐤𝐚𝐜𝐢𝐨 ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora