《 Teenagers in love 》

31 3 0
                                    

Maldito el momento en el que acepte salir con Horacio y Blake, joder.
Es que habían insistido tanto que no me quedo otra que decir que sí. En realidad porque estaba Horacio, sino ni salía de mi habitación.

Blake ya estaba ebrio a la mitad de la noche y Horacio estaba... bueno, siendo Horacio.

—Quiero ver a Jota— dijo lloriqueando Ryan.
—Ten dignidad hombre— escuche decir a Horacio detrás mío. Estábamos caminando hacia... la verdad ni idea hacia donde.

Yo solo caminaba con las manos en mis bolsillos y mirando mis zapatos.

—Cierto, él termino contigo— opine.

Sentí una mano entrelazarse con la mía dentro de mi bolsillo, rápidamente la iba a quitar hasta que vi la hermosa carita de Horacio sonriendo.

—Esta demasiado ebrio como para darse cuenta de lo que sucede— susurró y yo asentí.
—Es que lo extraño muchísimo— dijo Blake sentándose en una banca, yo me senté a su lado logrando romper la unión de nuestras manos— debería llamarlo o dormir— bostezó.
—Duerme, ahora llamaré a Alanna o Parker para que nos vengan a buscar— dijo Horacio.

Vimos como él se acomodaba en el bancony se paraba con su campera para dormir, Horacio se quito la suya para darle más calor y no sintiera tanto frío.

—¿Quieres que los llame yo?— pregunte y él nego mientras se sentaba en mis piernas poniendo sus brazos alrededor de mi cuello.
—Quería besarte toda la noche y ahora que por fin puedo, no quiero llamar a nadie— dijo antes de poder besarme.

Y es que besar a Horacio para mi era la primera maravilla del mundo y soy tan afortunado de ser YO quien lo bese.
No quería separarme de él, asi que agarre su cintura y lo sostuve fuerte, sonrió porque sabía que no quería que se apartará.

—Vik, te quiero— susurró sobre mis labios.
—Te quiero Horacio— correspondi.

Agarro mi cara con ambas manos para volver a besarme con un poco mas de intensidad, su pulgar se poso sobre mi mentón solo para abrir un poco mas mi boca y así juntar nuestras lenguas.
Un beso un poco desesperado y a sabiendas de lo que podría ocurrir.

—Joder, hay que detenernos— dijo alejándose un poco de mi— no quiero que mi primera vez sea en un parque— reí.
—Estoy de acuerdo— sonrió. Conocía esa sonrisa, era picara.
—Llamaré de inmediato a Alanna— saco su celular y marco el número de nuestra amiga

Mientras esperabamos que llegará, nos seguíamos besando. Eran pequeños besos, sin tanta intesidad ni desespero... aunque a veces subía el tono y debíamos detenernos.

♥ 𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐕𝐨𝐥𝐤𝐚𝐜𝐢𝐨 ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora