﹙ㅤεїзㅤ﹚ㅤ﹔Fourth︐music

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Mi teléfono comenzó a sonar, me levanté rápidamente contestando la llamada para luego levantarme de la cama, acomodando mi ropa.

"Hola, superestrella, ya estamos acá"

La voz del peli-azul se escuchó en el otro lado, solté una pequeña sonrisa y bajé hasta el jardín para poder recibirlos, cortando la llamada con un corto "ya voy".

Abrí la puerta con una sonrisa amplia, cuatro chicos se encontraban frente a mi, solo reconocía a uno.

— Bienvenidos, soy ____, espero se sientan como en casa. — me moví dando espacio a qué pasaran, los tres me sonrieron con amabilidad, entrando a la casa con sorpresa en sus ojos mientras detallaban esta. 

— Me llamo Rose, que agradable conocerte. — me saludó una chica rubia con un cálido abrazo, mi corazón se enterneció y correspondí con el mismo sentimiento.

— Yo soy Iván, el baterista. — me saludó extendiendo su mano una vez Rose me soltó, tomé su mano sonriéndole y el siguió su paso dentro de la casa.

— Soy Juleka, mi hermano habla mucho de ti. — me saludó con una risita una chica muy bonita, su cabello era negro con las puntas moradas, su flequillo era sostenido por un clip de gato muy lindo.

Unos brazos rodearon mi cuerpo antes que pudiera responderle, los tres rostros nuevos nos veían con una curiosidad palpable.

— Deja de avergonzarme, Juleka. – La risita de Luka detrás de mi cuello hizo que mi piel se erizara, correspondí el abrazo unos segundos hasta que su brazo pasó detrás de mi hombro, haciéndonos camino dentro de mi hogar.

La mirada de los chicos se iluminó al ver la variedad de galletas y comida en la mesa de la cocina, me voltearon a ver rápidamente y yo les hice un gesto para que tomaran lo que quisieran, Rose estaba encantada con unos pastelillos de arcoiris que logré comprar en la plaza, la morocha la veía con ternura, depositando un corto beso en la comisura de sus labios una vez la chica cubrió estos con la crema batida.

Luka procedió a servirse galletas y llevar una a mi boca, el patio parecía ser un agradable lugar para comer, por lo que nos sentamos sobre una manta con la comida, no paraban de halagar las galletas caseras, lo que llevó colores a mi rostro por sus genuinas palabras de agradecimiento.

— ¿Qué pasó con tu pierna? .— Luka habló por lo bajo señalando al moretón que era cubierto con un raspón en mi pierna derecha, la falda era corta por lo que quedaba expuesto.

— Hoy que fui a hacer las compras, me topé con un chico, tuvimos un accidente y me golpeé al caer. — respondí restándole importancia, Luka frunció el ceño viéndome unos segundos.

— ¿Por qué no me avisaste?, Te hubiera acompañado. — su voz era diferente está vez, había un todo de reproche y molestia en ella.

— Quería sorprenderte con mis galletas caseras, la verdad no me duele demasiado. – dije sonriéndole extendiendo otra galleta hasta sus manos, su semblante cambió a uno más tranquilo, mientras su hermana parecía no pasar desapercibida el comportamiento del más alto.

La tarde se pasó rápido, acompañé a los chicos al estudio mientras emocionados me contaban sobre su próximo concierto, en el cual presentarían cuatro canciones nuevas, las cuales no había terminado Luka pero ya llevaba a medias.

El brillo en sus ojos [Adrien | Luka y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora