﹙ㅤεїзㅤ﹚ㅤ﹔seven︐mad

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El camino a casa fue emocionante, la velocidad era moderada, me permitía ver con asombro diferentes paisajes con el sol decorando estos en un velo dorado, tan glorioso como Francia podía ofrecerlo.

Mi mente estaba indagando por toda la situación que había pasado momentos antes, Luka seguía enamorado de Marinette, ella tenía un comportamiento extraño con él y con Adrien, sumándole el hecho que el comportamiento del rubio me tenía más que confundida.

Estoy en medio de un enredo amoroso.

Eso no pintaba nada bien, me han arrastrado a una escena caótica de celos y desilución de la cual no quería formar parte en lo absoluto.

Mi casa comenzó a hacerse visible, el más alto bajó la velocidad haciéndome bajar de mi ensoñación.
Bajé de la motocicleta una vez se estacionó frente al portón negro que cubría mi hogar, me saqué el casco abrazándolo contra mi pecho viendo al peliazul con cierta inquietud.

- ¿Cómo supiste dónde estaba?. - pregunté viendo como el chico se sacaba el casco, siguiendo mis pasos para posicionarse recostado sobre su motocicleta.

- Nino me invitó a la salida, me dijo que tú habías llegado, pero te habías ido sola. - me dijo en un tono que pude percibir cómo distante, dejé el casco en el asiento, sacando de mi bolso los macarrones que le había comprado y extendí la bolsa en su dirección, el chico la tomó sin voltear a verme.

- ¿Cómo conociste a Adrien?. - levanté las cejas con sorpresa, aquella había sido una pregunta directa que no esperaba.

- El día que fui a comprar los postres, el fue con quién tropecé. - resumí, Luka volteó a verme con el ceño fruncido, su mirada no era como la de siempre, estaba molesto.

- Veo que conociste a Marinette. - mencionó ladeando su cabeza, viéndome con atención, me límite a asentir con la cabeza

- Me odia. - aquello pareció tomarlo por sorpresa, no mentía al decir que si la azabache hubiese tenido la oportunidad de asesinarme, la tomaría sin dudar y sin arrepentimiento.

Había algo en esa chica que no me terminaba de cerrar, la manera atenta con la que se dirigió a Luka cuando minutos antes casi acababa con ella por su corta interacción con Adrien, en definitiva Marinette es el tipo de persona que no quería cerca, y parecía ser mutuo.

Que suerte.

- No lo creo, Mari no es así. - una sonrisa se formó en su rostro, y se había sentido como una punzada horrible en mi cuerpo, mientras un calor se apoderaba de mi.

- Sigues enamorado de ella. - afirmé viéndolo con dureza, el me llevó su mirada hasta la mía sin musitar alguna palabra, era más que obvia la confirmación. - Interesante, de igual manera, si es una persona de la cual hay que cuidarse, ella y su amiga. - parecía escupir las palabras, pero esa molestia no desaparecía, comenzaba a transformarse en una picazón en mis ojos que amenazaban con expulsar lágrimas, pero no era notorio.

- ¿A qué te refieres con eso?, Marinette es una buena chica, no le haría daño a nadie. - ¿Me estaba tomando como mentirosa?, su mirada demostraba la misma molestia.

- Eso no pareció al momento que Adrien me habló, o cuando nos vio irnos. - respondí mordiendome la lengua para no dejar escapar algo que podría herirlo.

- Es muy diferente, puede que solo le des curiosidad, eres nueva y. - la punzada se hacía cada vez más fuerte, entrecerré los ojos para luego ladear mi cabeza y sonreírle con molestia, no pensaba explotar.

- Claro, tu la conoces mejor. - cerré la conversación, Luka suavizó su mirada sobre la mía, las lágrimas amenazaban con abandonar mis ojos, estaba enojada y no sabía cómo abordar mi molestia.

El brillo en sus ojos [Adrien | Luka y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora