I'll Find U | 2won

te extraño

La puerta de la habitación había sido golpeada reiteradas veces. Hyungwon la había escuchado a la primera pero solo se había revolcado en la cama haciendo oídos sordos. No quería levantarse, como todas las mañanas. Era algo normal, pensaría cualquiera que lo conociera, pero Minhyuk del otro lado sabía que éste no era el Hyungwon perezoso y dormilón, sino que era el Hyungwon que llevaba consigo una enorme tristeza que lo estaba venciendo poco a poco.

— Won... el almuerzo ya está servido. —suspiró al no recibir respuesta del otro lado, sabía que su amigo estaba despierto y solo lo estaba ignorando— Ya te has salteado el desayuno, tienes que comer algo, por favor.  —éste último sonó más a suplica y nuevamente no hubo respuesta— Vamos a esperarte, no comeremos hasta que vengas a la mesa con nosotros.

Dicho esto se alejó hacia el living donde todos esperaban en silencio, expectantes a que Minhyuk volviera acompañado, pero eso no pasó y la pena se vio reflejada en la mirada de todos.

El alto odiaba esas determinaciones por parte de su mejor amigo. Odiaba preocuparlos, odiaba no tener las fuerzas suficientes para dibujar siquiera una sonrisa falsa en su rostro que no los tuviera tan pendientes de él 24/7. Simplemente no podía hacerlo, se sentía un ser inerte vagando en la nada misma desde hace dos meses, desde que Hoseok había desaparecido.

No había una noche en la que no se sintiera tan vacío en esa ahora fria cama. No había una noche en la que no soñara con él, con esa mañana en la que despertó dentro de la tienda en aquel camping donde finalmente había abierto su corazón y se había entregado con tanta pasión y cariño. Como ese sueño hecho realidad se había convertido en una pesadilla al abrir los ojos y no tener a su Seoki a su lado. Recuerda haber pensado que tal vez había ido por el desayuno, pero al salir de la tienda y encontrar su celular completamente reseteado de fabrica y sin el chip, ahí fue cuando se desató la alerta y entró en pánico.

Corrió hasta la entrada del complejo donde una garita de seguridad cuidaba el lugar, y al preguntarle por el chico fornido y de cara bonita que lo acompañaba, le confirmó que el muchacho había abandonado el lugar hacía unas horas, caminando y solo.

Hyungwon no podía entenderlo. ¿Había hecho algo mal? ¿Por qué no lo despertó?

No, algo había ocurrido, recordó lo extraño que se había comportado todo el día anterior. Y conocía a Hoseok lo suficiente para no confiar en su palabra cuando le decía que estaba bien, cuando su mirada decía todo lo contrario. Se lo había hecho miles de veces, cuando no quería preocuparlo y quería lidiar solo con sus problemas o sus propios demonios, pero era la primera vez que llegaba a ese extremo. Algo realmente grave estaba pasando y una vez más, no se había apoyado en él.

Estaba furioso, estaba decepcionado, estaba asustado. Sus manos sobre el volante temblaban, sus dientes tiritaban como si de repente el polo norte se hubiera instalado dentro de su camioneta. Había manejado por horas alrededor de la zona, ¿Qué tan lejos podía haber ido? Estaban a 70km de la capital, en medio de la nada. ¿Qué tan lejos podía llegar? Al menos que... alguien más haya ido por él.

Atinó a tomar su celular y marcarle a alguno de sus amigos por si lo habían visto por la casa que compartían los siete, pero la ansiedad frente al volante despertó su lado racional y pisó el acelerador directo a Seúl, no se sentía capaz de formular una palabra. Se sentía colapsado y así tal fue cuando llegó a su hogar.

Atravesó torpemente la puerta después de una eterna batalla por meter las llaves en la cerradura. El primero en cruzarse en su camino había sido Jooheon, que al verlo en aquel estado ignoró por completo el sandwich que estaba comiendo y siguió preocupado a su amigo que había corrido escaleras arriba.

— ¡Hyungwon! ¿Qué ocurre? ¡Hyungwon!

El alto había llegado a su habitación y lo primero que hizo fue abrir los placares. Todo estaba tal cual como lo había dejado el dia anterior. Toda la ropa y las cosas de Hoseok seguían allí, y eso solo era señal de que él no había regresado.