Aveces la vida parece un videojuego en Modo Difícil o Hardcore, y esta no era la excepción para Miles "Tails" Prower
Todos saben que Tails es una chica, se supo desde que Tails cumplió 10 años, por lo que todos con el tiempo lo tomaron bien, sobre t...
Era una noche tranquila de mobius, una brisa de viento de verano podía entrar por la ventana, se escuchaba como los grillos cantaban, y lo más importante en este día tan especial, se escuchaba en la habitación de alado los gemidos de cierta zorra que había entrado en celo apenas hace un par de horas, exactamente a la media noche.
En el cuarto de Tails, estaba lleno de feromonas junto con demasiados gemidos y sonidos de chapoteo. Diran ustedes, ¿chapoteo de qué?, pues la respuesta es fácil, eran los sonidos de los "juguetes especiales" de cierta zorra de ambas colas, que después de todo, siempre necesitaba algo para poder lidiar con su periodo de celo sin la necesidad de estar buscando coito, y obviamente una de las opciones eran dildos.
—ah~!— Se escapó un gemido de los labios de Tails. Ya había llegado a su punto G. —O-oh d-dios...— Trató de bajar la voz, después de todo, alado estaba la habitación del erizo.
Poco a poco iba aumentado las embestidas en ese punto, haciendo que poco a poco le costara mucho más trabajo el bajar la voz, por lo que con cuidado cambió de posición para tener la cara en la almohada. Se siguió penetrando con aquél juguete, sintiendo cada vez más cerca el éxtasis tan deseado, hasta que por fin hubo una contracción y una corriente eléctrica pasando por todo su ser, haciendo que soltará todavía más fuerte el último gemido.
Tails aún entre jadeos sacó aquél juguete de su entrada, haciendo que un vacio se formara dentro de ella y de pasó soltara un gemido. Estaba exhausta. Su celo aún no se había ido, pero por lo menos la había calmado un poco.
Del otro lado de la pared estaba nuestro querido heroe sufriendo por aquellas feromonas que soltaba la vulpina, trataba de dormir, pero su miembro estaba tan estimulado que le era imposible.
Tenía que hablar con Tails en la mañana.
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Miles iba poco a poco despertando de entre las sabanas, el calor en su cuerpo era brutal y la humedad en su entraba era inevitable, sin duda su celo no había terminado aún. Volteó hacía una pequeña mesita de noche que se encontraba alado de su cama, en ella habían unos supresores cerrados junto con una nota.
"Tenemos que hablar. Toma esto y baja cuando despiertes.
-Sonic
Pd: Deja de llamarme el prisas >:c"
Tails guardo la nota en el cajón de la mesita de noche, tomó las pastillas y se llevó una a la boca, agarró una botella que tenía alado y se pasó con el liquido el supresor. Se levantó de su cama y se comenzó a poner su ropa, guardó sus juguetes especiales y salió del cuarto.
