𝐍𝐨𝐭 𝐀𝐥𝐥𝐨𝐰𝐞𝐝 - 𝐁𝐞𝐞𝐝𝐮𝐨

4. Adiós

A todo esto Ranboo no tenía ni idea de qué estaba pasando, hace un tiempo ya había silenciado ambas cuentas de Tubbo por petición personal de él, y era lo mejor. Si por casualidad veía un twit del chico no sabía si tendría la capacidad de pasarlo, no responder, no darle "like" ni nada parecido, tampoco ghostear su cuenta, no era sano.

Y si bien no había pasado prácticamente nada entre ellos la comunicación la perdieron y se sintió igual como una pérdida. Se sintió igual de mal.

Nunca le contó cómo se sintió pero su apariencia y su positividad habían decaído significativamente, salió del closet y dejó que la gente viera sus ojos, pero quizás y solo era una fachada de eventos para mantener su mente ocupada y que no piense en ese gran "por qué".

Por suerte eso acabaría pronto. Estaba jugando videojuegos offstream con algunos amigos que no pertenecían al DSMP. Así pasó la tarde, distraído, algo divertido y entretenido.

Después de que Tubbo comprara los boletos y los imprimiera por cualquier percance empezó a empacar ropa y objetos de valor para una semana, sí, un día no sería suficiente.

Después de tener todo listo solo quedaba esperar a la madrugada del siguiente día para salir a tomar el vuelo y estar a las 2 o 1 PM en su destino. Quedaba esperar otra cosa ahora.

Almorzó en completo silencio, aunque varios pensamientos con voces e imágenes se pintaban en su mente, eso era suficiente para mantenerse entretenido con sí mismo, no necesitaba su teléfono ni la televisión, ni su monitor, ni su radio, estaba feliz de alguna manera.

"Déjame arreglarte, déjame entrar a tu corazón, no voy a herirlo esta vez"

Después de lavar lo que ensució se echó en su cama pensante, aún, todo en silencio, ni un alma rondaba por ahí, solo se escuchaba el bullicio de afuera y el viento chocando contra las hojas verdes de los árboles de tarde.

Lástima que su persona menos favorita había hecho mucho ruido abriendo la puerta con desgana.

—¿Tubbo? ¿Sigues aquí?

...

—¡Sé que estás aquí!

Con molestia el castaño de menor altura se puso de pie y se dirigió a donde estaba Ash.

—Agarra tus cosas y vete, no quiero verte.

El chico intentó tomarlo de las mejillas para que lo mirara pero este apartó ambas de sus manos y retrocedió a la defensiva.

—No te iba a hacer nada..
—Sea lo que sea, no quiero nada que ver contigo, no soy nada tuyo ahora, apresúrate, por favor.

El de cabello más claro y ondulado apartó su mirada odiosamente, fue con desganés al cuarto de Tubbo, donde guardaba sus cosas y empezó.

El otro no podía simplemente dejarlo ahí solo, habían cosas personales ahí así que tendría que vigilarlo. Se acomodó en el marco de la puerta y empezó a ver como su ahora ex-novio empacaba todas sus cosas en una mochila, algunas camisetas y pantalones.

Había tensión en el lugar, por una parte Tubbo se sentía intimidado, su presencia muchas veces no era cálida, se notaba cuando estaba molesto y él tendría algo que ver ahí. Odiaba eso.

"Ojalá no se enoje"

Tenía que recordarse que esa persona ya no podía hacerle nada ahora.. habían terminado después de todo, a no ser..

A no ser que a alguien no le importase eso.

Mientras Ash empacaba sus cosas vió de reojo la mesita de noche que estaba al lado de la cama de Tubbo, ahí, hacía el boleto de avión a Estados Unidos, eso fue la gota que derramó el vaso en su cabeza, se sentía "increíble" como no esperó ni un poco para irse del país e ir con su "amigo"

—Así que te vas.- dijo el más alto dejando su ropa en el piso y el cajón abierto.

El pelicastaño volvió su mirada a él con algo de nervios —¿De qué hablas?-.

—No se te hizo difícil dejarme e irte a Estados Unidos, lejos de tus amigos, de la gente que realmente te ama y tu familia, eres ridículo.- se puso de pie y se acercaba amenazantemente al más bajo.

—No te interesa lo que haga ahora, ¿Qué te pasa?

—Pasa que no puedo dejar que te vayas, sé todo sobre ti, sé lo que te puede pasar, sé lo que es bueno para ti.- Cuando era intimidante era casi imposible para el otro safar de su agarre, el cuerpo recuerda, solo se queda ahí, viendo como toma su cara y agarra fuertemente sus muñecas.

—Basta, porfavor..- intenta sacar su cara a duras penas pero no obtiene resultado, en cambio el agarre se intensifica y esa mirada oscura que violaba su alma era más intensa, más penetrante.

—Esto es por tu bien, necesito que lo sepas. Nunca estarás mejor con nadie que no sea yo.- acerca su cara lentamente a la del otro mientras el más bajo empezaba a ponerse mucho más nervioso y sus manos temblaban, tenía miedo, no sabía que podía hacerle. No había nadie ahí para salvarlo, porque todos ellos ya se habían cansado de su ceguera.

Ninguna palabra coherente salía de los labios de Tubbo, se sentía impotente, nervioso, miedoso, asqueado. En algún momento eso paró, porque ahora estaba contra el marco de la puerta con las manos inmovilizadas y su boca había sido callada por los labios del otro.

El forcejeo paró por el cansancio que le costaba el intentar escapar, su cuerpo ante esa situación solo pudo hacer algo: llorar.

Cuando el beso terminó por la falta de aire del mayor él inmediatamente lo empujó con todas sus fuerzas y como pudo tomó su equipaje con todo lo que necesitaba mientras el de rulos se intentaba recomponer, había caído entre las prendas y se había dañado la espalda por chocar con el cajón.

—Nunca haría nada que no quieras.
—¡Lo acabas de hacer!
—Esperaba que pudieras recapacitar, pero si te vas a hundir, ya no me importa, que sepas que intenté hacerte entrar en razón, porque te amo.

Esas palabras manipuladoras solo hicieron llorar más al chico, sabía que mentía, pero le dolía, no podía creer que esa persona que siempre estuvo a su lado solo lo quería a su lado. Era..decepcionante, pensó que había encontrado algo lindo con alguien.
Después de llevar sus maletas y todo lo necesario afuera de esa habitación las dejó cerca de la puerta de la casa, volvió de nuevo a la habitación con su teléfono en mano.

—Vete ahora mismo o llamaré a la policía.

Los ojos del que estaba en el suelo se abrieron rápidamente y con desespero se puso de pie.

—Pero tengo que agarrar mis cosas.
—No me importa, ya tienes suficiente en el suelo, toma eso y lárgate, no quiero volver a verte.

Dicho y hecho, el más alto tomó todo lo que había dejado en el piso y se fue sin decir ni una sola palabra, escupió en el tapete de entrada y tiró la copia de llaves que tenía de esa casa a la basura. Había terminado todo, finalmente.

Cuando escuchó la puerta cerrarse solo pudo echarse en la cama y empezar a llorar, ese recuerdo amargo de sus labios contra los suyos sin su consentimiento le hacía sentir mal, sucio, asqueado, débil, no hizo nada para pararlo, pero lo estaba odiando.

"Siempre te necesité para todo, por eso últimamente me sentía inservible, como si no tuviera alma"

"La otra parte de mi corazón la tenias tú"

Pareciera que el tiempo había pasado volando, marcaban las 7PM en su reloj de cuarto y la noche afuera era inminente, las luces de las calles ya se habían encendido hace unos momentos y la vida nocturna comenzaba. Tomó sus cosas y se fue rápidamente de esa casa, con un sabor agridulce en la boca, extrañaría ese lugar que le había dado tantos buenos momentos.

Aunque otros muy malos también.