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Might Guy es el tipo de novio que no minimiza tu esfuerzo.
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Has estado escuchando la misma frase durante todo el día desde que volviste de la misión de rango A.
Es una frase corta, o en realidad, puede que se trate solo de una palabra y de todos modos te hizo bajar la cabeza cuando la Hokage lo dijo en voz alta delante de todo tu equipo.
"Inútil" Tsunade había susurrado, e incluso si había dicho muchas más cosas sobre las razones por las cuales la misión fracasó fue en esa palabra lo único en lo que pudiste pensar.
El resto de tu escuadrón también la había dicho entre dientes cuando fallaste el tiro durante la emboscada y te pareció que incluso los enemigos se burlaron de ti, murmurando algo sobre tu nivel como shinobi antes de que pudieras demostrarles de lo que estabas hecha.
Solo que demostrárselos a los enemigos no bastó y no evitó que pudieran huir, y en cuanto pusiste un pie en Konoha el resto de los guardias ANBU lo dijeron también.
Es demasiado inútil.
Torpemente suspiras, recogiendo el orgullo que te queda entre las manos antes de caminar a tu departamento y cederles la razón a las personas que te señalaron antes.
Es decir, Tsunade es la Hokage. Y más que eso, en realidad sí habías fallado. Había sido solo un tiro, pero de todos modos había sido suficiente para fracasar.
La aspereza del sentimiento se hunde en tu pecho y sorbes un poco tu propio dolor, tratando de sentirte dura cuando notas las luces de tu apartamento prendidas a pesar de que llevas todo un día afuera de la aldea, lo que solo podría significar que tu novio enérgico ha estado esperando por ti en casa, tal vez cocinando algo o tal vez solo sentado en el sofá con la esperanza de que hayas vuelto con vida.
Y por un momento la idea de ver a Gai te emociona. Quieres ver su sonrisa y tal vez quieres uno de esos grandes abrazos largos y apretados, pero la voz de todos tus compañeros regresa a tu cabeza y arrastras los pies delante del pasillo.
Probablemente Gai ya sepa lo que pasó, y estás segura que un jounin de su nivel jamás hubiera cometido un error como ese. Eso... era vergonzoso. Y casi esperas abrir la puerta y recibir otro regaño más, algo alterado y lleno de experiencia que solo te reiterará otra vez que no habías servido para nada en esa misión.
La vergüenza por ser un fracaso se apodera de ti y casi tienes miedo de entrar, excepto que ser llamada inútil por Gai suena un poco menos horrible que haberlo escuchado de la propia Hokage y te resignas a entrar a tu apartamento, buscando de inmediato la silueta de Gai en el pasillo.
