Perdóname Padre, mas he pecado (Taiju Shiba x Lectora)

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Sinopsis: Taiju va a confesarse a la iglesia a decir todo lo que ha hecho con su nueva vecina. Según él, una hija del pecado.

Warnings: Taiju culpando a la lectora del pecado que cometieron, sexo oral (Recibe Taiju), azotes (Recibe la lectora), Taiju rebajando a la lectora y medio insultándola, sexo sin protección (NUNCA LO HAGAN), la lectora toma píldoras anticonceptivas pero eso no lo sabe Taiju, Virgen!Taiju

Nota de la autora: no sé qué he hecho aquí pero espero que te guste. Además, no es cristianismo católico a lo que hago referencia aquí, me refiero al cristianismo protestante donde el cura puede casarse y tener hijos.

[ Narrador Omnisciente ]

Taiju se arrodilló en el confesionario, saludando según el protocolo. -Dime hijo, ¿qué pecados quieres expiar, una noche como esta de Navidad?- la voz del cura salía por la rejilla. Taiju soltó un suspiro. -Padre, tengo mucho que contar- soltó un gruñido de molestia.

-Tenemos tiempo hijo mío, Dios todo lo perdona- dijo el cura sin saber la que se le venía encima.

Taiju relajó su postura - Todo comenzó hace unos meses... - comenzó a relatar Taiju.

[ En los recuerdos de Taiju. Narra él ]

Era un día soleado de verano. El camión de la mudanza paró frente a la casa del otro lado de la calle. Un hombre de mediana edad con un hábito de cura salió de la casa a recibirlos. No me había percatado de que alguien se había mudado hasta ese mismo día.

[En la actualidad ]

El párroco incitó al hombre de tamaño descomunal a proseguir.

[En sus recuerdos/confesión ]

Pronto, de la casa salió una chica, radiante como el sol. Su (corto/largo) cabello ondeaba con la brisa veraniega. Llevaba puesto un vestido de verano, decorado con flores y de colores pastel. Parecía un mismísimo ángel caído del cielo. Era la mujer más bella que había visto. Quien diría que detrás de esa fachada angelical se escondía un súcubo.

La joven sonreía ante la atención que le daba todo el mundo, adoraba que la vieran.

Me armé de valor y me encaminé a su casa para presentarme. Al primero que conocí fue a su padre. Un amable cura que decía haber sido bendecido con una hija fantástica. Su padre vio que llevaba una cruz al cuello y me sonrió con alegría. Incluso me invitó a formar parte de la parroquia.

Pronto, su angelical criatura se acercó con curiosidad. Solo con la primera mirada que me dio supe que era una pecadora. Sus ojos lujuriosos me recorrieron de arriba a abajo, haciéndome sentir un extraño cosquilleo en mi bajo abdomen. Me estaba seduciendo y yo estaba cayendo de cabeza en sus redes.

Que crédulo fui de creer que su lujuria infernal no me haría efecto.

Varios días después comenzó la caída hacia el pecado.

Aún recuerdo nuestro primer encuentro a solas. Yo terminaba de rezar, levantándome de entre las filas de bancos de la iglesia de nuestro barrio. Y ahí estaba ella, saliendo de una de las salas. Sus vestidos apretados dejando poco a la imaginación.

Sus curvas eran perfectamente abrazadas por la fina tela. Mientras movía las caderas de lado a lado se acercó a mi. - Buenas tardes, Taiju- dijo ella con una sonrisa, acariciando mi brazo cuando se acercó a mi. Su delicada voz y su angelical roce me hizo sentir nervioso.

Toda la piel de mi cuerpo se erizó y sentí que iba a explotar y pecar ahí mismo, ante los ojos de Dios. Su sonrisa escondiendo maldad. -Que alegría verte por aquí, a mi padre le encanta que le ayudes con las cosas de la iglesia- dijo ella.

One-shots de Tokyo Revengers [ + 18 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora