Capítulo 10 (George)

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Estaba preparándome para ir con dorada, no sabía que atuendo era el correcto, ella iba hermosa la última vez que la había visto,lucía hermosa jamás olvidaré su vestido rojo, tenía que impresionarla, pero me di cuenta que en un parque de diversiones no es necesario una ropa especial, así que solo trate de verme presentable con la ropa más bonita que tenía.
Era una camiseta blanca y un pantalón caqui, se veía muy decente a mi parecer.
Tome mi teléfono y la llame.
No llego a sonar el tono de voz antes de que escuchara aquella hermosa voz.
-Hola, George.
-Oye dorada ¿estás preparada?
-si, de hecho te tengo algo preparado, ¿Quieres que pase por ti?- dije.
-Me encantaría George. -su voz sonaba un poco desganada, no quise preguntar el porque, debido a que pues ella cantó la anterior noche, tal vez simplemente, no quería dañar su voz.
-espero ir presentable dorada.
Ella espero un momento y con un tono más emocionado dijo.
-sobre eso, tenía pensado en ir juntos con una camisa hawaiana sería divertido ¿no?
-Pasó por ti a las 6:40.
-Claro, te quiero George.
Mi corazón no era el que palpitaba fuerte, era mi alma, me sentía completo, no necesitaba nada más de la vida que no fuera a ella.
-No podrías imaginar todo lo que podría decir en esta situación, pero lo único claramente conciso que yo puedo decir es que yo también te quiero, te necesito y pues que no importa cuanto tiempo tenga conociéndote a mi lo que me importa es de la manera que llegaste y la manera en que claramente provocas mi felicidad, ya te quiero ver.
-Nos vemos en un rato George.
-Adios Dorada.
Colgué mi teléfono, marqué a alguna florería de la ciudad y pedí un ramo.
Me dijeron que no lo tendrían hasta en una hora debido a que no tenían preparado ningún ramo, no era ningún problema ya que tendría tiempo para eso, tendría al menos 20 minutos para después recoger a dorada.
2
Dieron las 6:15 y yo fui directamente a la florería en mi carro, estaba preparado con mi hawaiana, solo faltaban las flores de mi chica y mi chica.
Al llegar noto que había un cartel de abierto y entre.
-Buenas tardes me podría dar un ramo, fui yo el que llame.
La cajera sonrió y dijo.
-Ahora se lo traigo, es un joven apuesto, seguro el ramo le servirá para conquistar.
-Eso espero.
-Aguanta un momento, los tengo allá atrás.
La señora fue a algo parecido a un depósito mientras yo esperaba, entro un chico, era un tipo apuesto pero tenía unas ojeras marcadas, que intentaban ser escondidas por unos lentes de sol azules.
-Disculpa amigo sabes ¿dónde está la cajera? - dice el chico
-Solo está recogiendo mi pedido, ahora te atiende. - dije
-Gracias... -alza la mano en mi disección.
-George. -Tome la mano y le di un apretón.
-Andrew, mucho gusto, el pedido ¿es para tu pareja? -pregunta Andrew.
-Si, para mi novia, bueno casi novia, bueno dejémoslo en que será mi novia.
Llega la cajera con mi ramo y me lo entrega .
-Tome, gracias por su compra.
-Un gusto, bueno Andrew suerte.- Hice un gesto de despedida.
-igualmente George.
3
Tenía el ramo y mi hawaiana, solo faltaba mi chica, ella debería de estar lista, sin embargo no sabía donde pasaría por ella.
Tome mi teléfono y le marqué.
-¿Bueno? dorada
-Si, dime George.
-¿Donde pasó por ti?
-Te mando ubicación, no te preocupes.
-Ahora llegó.
-No tardes.
Seguido de eso colgué el teléfono y me llegó su dirección por medio de un mensaje de texto.
Cuando llegue a su lo que creo que era su casa ahí estaba ella con su blusa hawaiana tan hermosa, ella hacía que todo luciera bien.
Abrió la puerta del auto y volteo hacia mi.
-¿Estás listo?
-Claro que lo estoy.
Ella sonrió y se acercó a mi, miro mis ojos, para después hacer una sonrisa de dientes, se acercó mas y me dio un beso en la mejilla.
-Es necesario que lo estes. -dijo ella para después acomodarse en su asiento.
Dorada saca un cigarrillo de su bolsa, lo enciende y lo pone en sus labios que llevaban un labial rojo tan bonito.
-¿Nos vamos?
Encendí el motor y en la radio sonó "Mississippi Queen" al escucharla ella sonrió y movió su cabeza a el ritmo de la canción, haciendo que su cabello se moviera ligeramente, a mi me parecía sexy.
Arranque de manera rápida hacia el parque de diversiones, estaba feliz, ella estaba feliz, esto sería otra cita perfecta.
Ambos coreamos la canción casi gritando.
"MISSISSIPPI QUEEN" "IF YOU KNOW WHAT I MEAN" "¡¡MISSISSIPPI QUEEN!!"
No se, realmente, como era que teníamos tanta química, era magia, simplemente estábamos destinados a estar conectados.
Entre tanta música, ella lanzó sus ojos hacia mi y me dijo.
-Hagamos que valga la pena
-Lo intentaré, pero ten por seguro que tú cada momento que estás conmigo, haces que valga la pena.
Ella volteo de nuevo a la carretera.
4
Llegamos, era un lugar demasiado ruidoso, aparte deslumbraba con luces intensas.
El parque de diversiones quería llamar la atención, pero nosotros dos estábamos atentos uno del otro.
Los niños gritaban, los juegos sonaban demasiado fuerte, pero en ningún momento, dejé de escuchar a Dorada.
Dorada tiro su cigarro y tomo mi mano para llevarme hacia el primer juego, yo me dejé llevar, era dorada, ella tomaba la iniciativa.
Me llevo hacia una montaña rusa, yo no es que tenga pavor a las montañas rusas, pero era mi primera experiencia.
Volteo y con una dulce voz dijo.
-Te noto asustado, no te preocupes, este juego solo reafirmara que estes vivo.
-Espero no reafirme que me muera.
Ella se rió con unas carcajadas.
-No seas tonto, si siempre estás pensando las cosas de más, al final las cosas se vuelven aburridas, debes ser más espontáneo.
-Yo soy espontáneo, si lo haré.
Ella sonrió y me abrazo para después retirarse rápido.
Ella no era bajita, le sacaba al menos media cabeza, ella me miraba a los ojos cada que intentaba decirme algo.
De un momento para otro yo ya estaba sentado junto a ella y junto con un señor un poco robusto que sudaba mucho.
El juego no había empezado aún cuando el hombre gordo dijo.
-¿No les causa miedo esto?
-Aún no inicia, supongo que tenerle miedo a cosas que aún no pasan es algo estúpido. - dijo ella asomándose.
El hombre simplemente cerró los ojos y dio un suspiro.
Yo volteo hacia dorada ella está nerviosa, pero no por loq he vaya a pasar, supongo que pensaba que si este juego no la hacía sentir viva, ¿que lo haría?
El juego comenzó a moverse, realmente era rápido, no duró más de tres minutos pero aquella voz del hombre gordo, se transformó en una voz aguda de grito.

Una historia de amor (Dorada y George) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora