Una historia de amor (Dorada y George) [TERMINADA]

Capitulo 3 (El ladron)

Estaba teniendo sexo en un auto muy clásico, con mi hermosa Linda, ella estaba gozándolo igual que yo, era de noche y no estábamos tan cerca de la ciudad, se escuchaban los pájaros, búhos y otros animales de la noche.
Estaba tan excitado, sin embargo de un momento a otro ella me apartó para luego abrazarme.
-Aun ¿tienes cocaína?- a esa perra le encantaba la cocaína.
Asentí y sonreí soberbiamente
-Aquí la tengo nena, solo pídela.
-¿Podrías tu señor caballero darme un poco? -Lo dijo con un tono burlándose.
La saqué junto con un libro, puse un poco encima de el y enrollé un billete de 1 dólar.
Ella lo tomo y lo coloco en su nariz para después aspirar con fuerza.
-Oh mierda, esta buenísima. -me dio un beso y dijo- ¿Sabes que se me ocurrió?
-Dime Linda. - la observe con detenimiento.
-Ya no tenemos tanto dinero y menos cocaína, pensaba en robar una tienda, dime que estás de acuerdo, por favor, aunque sea pequeña. - me mira y sabe que estoy de acuerdo.
-Es una buena idea pero ¿que lugar sería el ideal? Una persona no puede salir a robar así como así y menos en cualquier lugar.
Tomo una cerveza y la destapo.
-Pásame una. -me dice.
-Ya no hay más, parece que tenemos que robar para seguir con estos lujos.
-Bueno, a esta hora lugares no tan vigilados por la policía solo hay 3.
Asiento y tomo un trago de cerveza.
-Los cuales serían el restaurante de los santos-street, el bar y el club nocturno. - dijo mientras lanzaba una gran sonrisa.
-No te precipites cariño de esos tres lugares el menos peligroso sería el restaurante, los demás probablemente no nos dejen ni pasar.
-Tienes un punto, mi chico inteligente.- puso su mano en el maletero y sacó el revólver.
-Ese restaurante solo tiene una salida hacía un lado de la calle sin embargo debe haber alguien vigilando que no se acerque un policía, esa podría ser yo, en el momento que salgas estaré esperándote con el auto encendido.
-Es una excelente idea, ¿Porque no lo pensamos antes?
-Porque no teníamos la necesidad.-Me dio un beso mientras sostenía mi mejilla con su mano un poco fría y delgada que amo tanto.
Entonces le devolví el beso con un poco más de pasión y dedicación, amo rosar mis labios con los de ella no entiendo porque me gusta tanto pero me gusta demasiado.
Encendí el auto y nos pusimos en camino.