Sara

1 2 0
                                    

Maldita sea, el despertador.

Son las seis y treinta de la mañana. Un día más en mi aburrida vida. Me levanto de la cama con un dolor de cabeza terrible.

Dios... No debí tomarme esas pastillas para dormir.

Tal vez era insomnio o que la conciencia me estaba torturando, no, es broma, no mato ni a una mosca. En conclusión si es el maldito insomnio.

Me levanto y camino hacia el baño, abro la regadera y la llaves de la bañera para luego colocar el tapón para que se llene, hoy quiero relajarme. Vuelvo a mi habitación y huele bastante a cigarrillo. Abro la ventana y luego vuelvo y me siento en la cama

Mi cuarto era grande y muy oscuro, me gusta mucho el color negro y las cosas oscuras hacen que le dé un toque profundo a mi habitación, así que mamá me dejó decorarla como yo quería.

Mi madre era una persona muy liberal, me dejaba hacer casi todo lo que yo quería, menos fumar. Si esa mujer se enterara de que fumo me mataría y luego ella moriría.

En fin.

Me senté en mi cama y agarré mi celular, revisé mi página de Facebook, mis mensajes y tenía varios así que los abrí.

Tenía dos mensajes de Jane, una amiga mía, y también tenía ocho de Daniela, mi mejor amiga, abrí los de Jane.

<<Hola perra, salimos el sábado?>>

<<No le digas a Daniela por favor>>

Al ver los mensajes hice una expresión de fastidio, ellas dos eran "amigas" bueno, las tres lo somos, pero entre ellas dos hay mucha rivalidad e hipocresía, así que yo soy el punto medio, o mejor dicho la cinta adhesiva que impedía que se separen.

Le respondí.

<<Ok>>

Luego revisé los de Dani.

<<Saraaa>>

<<¿Salimos este viernes?>>

<<¿O mejor pijamada?>>

<<Sin la perra de Jane>>

<<Sabes que me gusta más pasar tiempo SOLO contigo>>

<<Respondemeee>>

<<¡Hey!>>

<<¿Te moriste o que?>>

Le respondí.

<<Estas tan loca, jaja>>

<<Si, obvio pijamada, fiesta, lo que quieras>>

<<Y no, no morí>>

Luego de eso me dirigí a mi armario y escogí la ropa que me iba a poner. Un top negro, pantalones anchos y unas Jordan en color gris con blanco.

Coloqué todo eso encima de mi cama y fui por mi toalla para meterme a la bañera. Me quite la pijama y me sumergí en la bañera, el agua caliente me relajó al instante y el dolor de cabeza se fue.

Terminé de bañarme y salí en toalla, me sequé y me vestí rápidamente, me apliqué maquillaje y desenrede mi cabello mojado. Escuché unos cuantos mensajes que ignoré.

Arreglé mi mochila al igual que mi cama, escuché ruido en la cocina y me apresure a bajar a desayunar.

Bajé las escaleras y me encontré con mamá haciendo el desayuno, la saludé con un beso en la mejilla y me senté en una de las sillas de la isla.

Sara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora