Entré a mi casa y deje caer mochila en el sofá, mamá no estaba, en realidad na había nadie. Bueno eso creí, iba de camino a la cocina, para buscar algo de comer, abrí la nevera y encontré un litro de helado de vainilla, mi favorito. Luego abrí una puerta de la alacena y encontré unas galletas de chocolate, combinación perfecta, galletas de chocolate y helado de vainilla, que más podría pedir? Agarré la comida para irme a mi habitación, subí las escaleras, caminé por el pasillo y cuando ya estuve cerca de la puerta escuché ruido dentro de mi habitación. Fruncí el señor. Quién diablos podría estar en mi habitación?
Giré la perilla y entré.
- Que diablos hacen aquí?- pregunté con molestia.
- Estamos jugando Sara, que no ves?.- Respondió Isaac sin apartar la vista de la tele.
- Si, ya lo sé. Tienes una televisión en tu habitación, también hay una en la sala de estar y hay una hasta en el jardín trasero.- Nuestra casa era grande, podría decir que nos dábamos lujos, era una casa muy hermosa, tenía cinco habitaciones, con baños en cada una de ellas y uno extra para visitas, tenía una sala grande y una cocina inmensa. También teníamos un gran patio y contábamos con piscina y jacuzzi, también teníamos un mini bar a un lado de la piscina y había una tele enorme ahí, no entendía porque si habían como diez malditos televisores en toda la casa, Isaac se antojaba de jugar sus putos video juegos en mi habitación.
- Tú tele está más grande.
- Mi tele una mierda!.- de veras estaba molesta.
- Calmate, ya casi terminamos.
- Isaac voy a darme un baño y cuando salga no quiero que estén aquí. Entendido?
- Si Sara Leins.
- Y. Hola Nate, que educado eres, estás en mi habitación y no siquiera tienes la decencia de saludarme?
- Ah, hola.- Respondió de forma indiferente.
- Como sea, cuando salga del baño no quiero que ninguno esté aqu...
- Sara Leins! Que te trae por aquí?.- Saludo Owen entrando del baño.
- Owen, es mi habitación.
- Cierto, que vas a hacer ahora?. Juegas?
- No gracias, estaré ocupada.- Respondí con una pizca de molestia en mi voz.- Isaac, ya sabes lo que tienes que hacer
- Ajá.- respondió.
Busqué mi toalla y entré al baño, tardé como treinta minutos en ducharme. Terminé de ducharme y salí a mirarme en el espejo para desenredar mi cabello, me peiné y ya estaba lista para salir del baño. No escuché a los chicos afuera, así que salí del baño, me dirigí al armario sin ver por completo la habitación, me secaba siempre en el baño, asi que me quité la toalla y me coloqué mi ropa interior, fui a buscar mis zapatos cerca del sillón de la ventana cuando...
- Que mierda haces aquí?.- Le grité.
Sólo me miró sin decir nada. Cosa que me enfureció más
- Maldición, eres un pervertido.
- Me dolía la cabeza y los chicos hacían ruido abajo.- Respondió con la vista en su celular.
- Estás violando mi privacidad.
- No, tú estás violando mi espacio personal, ahí de pié frente a mi en ropa interior.- paseo sus ojos por mi cuerpo y sonrió.
- Sal de mi cuarto.
- No quiero.
- Nate, que salgas me mi maldito cuarto!
- No!- Se puso de pié frente a mi, olía muy bien y estaba bueno, más que que bueno, estaba buenísimo.