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// Pov.Narradora //

Otro día comenzaba en la pequeña comunidad de Jackales cómo ya se había echo costumbre todos se levantaban temprano para comenzar con su día

un jackal de ojos bicolor recién se despertaba con algo de pesadez llevo sus manos hacia su cara para tallar con delicadeza sus ojos luego de eso se sentó un poco sobre la cama y volteo a ver a su lado notando que había un espacio vacío donde debería estar su pareja se extraño por un momento hasta que escucho la puerta abrirse haciendo que volteara su mirada hacia esa dirección

Rookie: Buenos días Mi amor espero hayas tenido una buena noche de sueño –el lobito pelirojo entro a la habitación cargando una bandeja con el desayuno de su pareja–

Desde aquella noche increíble que pasaron los 2 ahora el lobito se mostraba más atento a lo que su pareja hacia y cualquier comportamiento que para el era nuevo iba a hablar con su suegro para pedir consejo y claro este se los daba siempre con una sonrisa pues según sus palabras "Todo lo que él haga es por tu bien y tú debes ser lo más obediente que puedas"

el de ojos bicolor se sentía bastante feliz por esas atenciones sin mencionar que ahora podía dejarle marcas no solo en su cuello sino también en otras partes aún así sabía que a su pequeño le dolían ya que lloraba ligeramente pero decidió ignorar eso por el consejo de su padre "Aunque llore no te detengas debes dejarle cuántas marcas puedas", al terminar de comer salió de la cama y fue a cambiarse mientras Rookie se fue a la cocina a lavar los platos sucios poco tiempo después el jackal bajo ya preparado y fue con el lobo

Zero: bien cariño debo irme –agarro la cintura del contrario y lo hizo girar para verlo directamente–

Rookie: –al momento de girar por accidente se le resbaló un vaso haciendo que se rompiera al momento de llegar al suelo– Zero mira lo que hice por tu culpa

Zero: Solo es un vaso amor se puede conseguir otro ahora mi beso de despedida –acerco su otra mano a la cara del lobito pero este se aparto de el–

Rookie: Tengo que limpiar esto antes de que te cortes o yo me lastime –se alejo para ir por la escoba y la pala–

Zero: Rookie ven aquí –frunce ligeramente su mirada y va atrás de el–

Rookie: Ahora no Zero vete que se te hace tarde hablamos en la noche

Zero: TU A MI NO ME DAS ORDENES –alzo la voz y agarró la muñeca del lobo aparentando la con algo de fuerza–

Rookie al sentir el agarre y escuchar su tono de voz soltó un ligero chillido pues comenzaba a dolerle por lo que le pidió que lo soltara

Zero: Pídeme perdón por ser tan insolente –se puso serio mientras seguía presionando con fuerza la muñeca del contrario–

Rookie: –se arrodilló despacio mientras temblaba un poco bajando ligeramente las orejas– P-Perdona amor no lo vuelvo h-hacer

Zero: bien –lo soltó bruscamente– Y que no se te olvide yo soy el único que te da órdenes ahora ven aquí y dame mi beso

Rookie se levanto aún sintiendo dolor pero prefirió ignorarlo acercándose al jackal para plantarle un beso en los labios que fue correspondido al instante después de un rato se separaron por la falta de aire el jackal fue a la cocina y agarró la bolsa saliendo por la puerta mientras que el pequeño lobo al ver que ya se encontrba solo se miro mejor su muñeca notando la marca de la mano de Zero que había quedó por la fuerza que había ejercido en el apretón

Porque cambiaste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora