Prologo

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-Wow, echa un vistazo a este club – le digo a mi mejor amiga Ji-hyun mientras caminamos a través de la multitud de personas.

-Lo conozco, es muy bueno ¿no? Chanyeol me dijo que este es el lugar para estar.

-Es impresionante, tu jefe sabe lo suyo.

Miro a mi alrededor el enorme club, con sus delirantes luces de neón y el bombeo de la música.
Vamos a través de la multitud de personas y caminamos hacia la barra.
Miro en torno a la multitud de personas ordenando bebidas y me pregunto cuánto tiempo nos tomará conseguir una para mí. Ji-hyun suspira y se vuelve hacia mí.

-Vida de club ¿eh?

Me río.

-Si.

-Digo que hagamos una apuesta. -Ji-hyun sonríe.

-¿Ah, sí?

-Digo que pasarán diez minutos antes de que nos sirvan. Si no me equivoco, tú pagas.

-Está bien, jugaré tu pequeño juego. Yo digo que serán cinco minutos, porque somos tan malditamente hermosas.

Ji-hyun echa la cabeza hacia atrás y se ríe, y entonces me estrecha la mano.

-Hecho.

Sonrío a mi mejor amiga, y sus ojos brillan con humor. Conozco a Ji-hyun desde que teníamos tan sólo diez años y hemos sido inseparables desde entonces.
Completamente opuestas en apariencia y personalidad, y sin embargo, nos llevamos como una casa en llamas. Ji-hyun ondea su cabello rojizo y miró todo el bar,
Ella conseguiría una copa con una sonrisa, si realmente lo quisiera. Era hermosa.
Es el tipo de chica que detenía a los hombres en su camino.

Por eso, cuando escuché una voz profunda y ronca detrás de mí, ofreciéndonos una bebida, asumo que el hombre está hablando con Ji-hyun. ¿Por qué no lo haría? Ella está usando un vestido negro ajustado y tiene piernas que saben a dónde ir. Yo soy todo lo contrario, con pantalones cortos y top. Mi cabello es de un tono café oscuro, y mis ojos son de color gris oscuro.

Aunque no tengo buen cuerpo, no por el que la mayoría de los hombres van, no soy rubia con enormes tetas.

-¿Me oiste? ¿Puedo comprarte una bebida?

Él no estaba hablando con Ji-hyun, era a mí a quien le hablaba.

Me doy vuelta y me enfrento a uno de los hombres más devastadores en el que he tenido el placer de poner mis ojos. Es alto, piel clara y guapo. Tiene el cabello desordenado y bajo la luz se ve negro pero podría ser de color marrón oscuro.
Sus ojos son de color negro, por lo que a la luz parecen de cristal y su cuerpo es enorme, y quiero decir ENORME. Si tuviera que adivinar, diría que mide uno setenta y cuatro y es un paquete de músculos.

-¿Yo? – le pregunto.

-Sí tú, hermosa. -¿Hermosa? Me han llamado caliente, sexy e incluso follable, ¿pero hermosa? Nunca hermosa.

-Oh, gracias, tomaré vodka y tónica -logro balbucear, Ji-hyun me empuja por detrás.

El hombre me sonríe, luego gira y cierra de golpe la mano abajo en la barra. El asistente del bar de inmediato se apresura.

-¿Qué le sirvo, señor?

¿Señor? Que yo sepa, nadie llama a nadie señor en un club… nunca.

El hombre misterioso se inclina sobre la barra y da la orden, y el encargado del bar se apresura de inmediato. Me quedo mirando los tatuajes corriendo por sus brazos, un pequeño diseño celta. Es muy atractivo. Así en la camisa oscura y apretada y los pantalones vaqueros negros. Ji-hyun se inclina y susurra en mi oido.

𝐒𝐢𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 | Jackson Wang | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora