Capítulo 10

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-Por favor, mamá, no me hagas daño. — Lloro, luchando por mantener la cabeza fuera del agua.

-No estarás segura nunca más. Si mamá se va, no estarás segura. Tenemos que hacer esto.

-Mamá, por favor -lloro.

-Nos iremos juntas, sólo tú y yo HyunMin, Para siempre.

El agua inunda mi boca mientras ella empuja mi cabeza bajo el agua. Mis pequeños pies patean y me retuerzo desesperadamente. No puedo respirar, no soy lo suficientemente fuerte como para escapar. Lloro por mi papá, pero él no me oye y sólo me hace tragar más agua. Estoy atrapada y pronto, la oscuridad se hace cargo.

Me levanto gritando y jadeando por aire. Me agarro la garganta, respirando sibilante y asfixiadamente. No puedo respirar, no puedo respirar Ruedo del sofá y caigo de rodillas en el suelo. Pongo mi puño en mi pecho, pero no puedo respirar. No puedo respirar. Jackson está a mi lado en cuestión de minutos. Ni siquiera me había dado cuenta de que me había quedado dormida en el sofá con él.

-Oye, oye, ¿qué sucede?

-No puedo respirar, hay tanta agua que no puedo respirar.

-HyunMin, hey, está bien. No hay agua.

-¡No puedo respirar! -grito.

Jackson agarra mis hombros y me gira.

-¡Mírame! – ordena.

Abro los ojos, agitada y jadeante.

-Sígueme, sólo tienes que seguir lo que estoy haciendo. Respira profundamente.

-¡No puedo!

-¡Sí puedes!

Me esfuerzo por dar una respiración profunda y sólo me llena los pulmones a la mitad.

-Otra, vamos.

Lo intento de nuevo, esta vez llego un poco más lejos.

-Sigue adelante.

Después de cinco minutos estoy respirando correctamente de nuevo y mi agitación disminuye. Cierro los ojos y paso mi mano por mi cara. Jackson agarra mi barbilla y me levanta la cabeza.

-¿Qué pasó?

-Una pesadilla, no es nada.

-Mierda, esa no fue ninguna vieja pesadilla.

-No es asunto tuyo –lloro, saltando.

-Sólo estaba tratando de ayudar -dice él, levantando sus manos.

-Mi vida no es asunto tuyo Jackson, nunca te pedí nada de esto así que deja de fingir que te importa. ¡Sabes que no te importa!

-¡Me importa!

-¡Tonterías! —grito— ¡Eres un monstruo, nada más que un monstruo!

Me giro sobre mis talones y me apresuro hacia mi habitación, cerrando la puerta con fuerza cuando entro. Me dejo caer de rodillas y lloro. Me siento horrible de inmediato, no debería haberle dicho esas cosas a Jackson. No es un monstruo; nunca ha sido un monstruo conmigo. Me siento en el suelo hasta que me quedo sin ideas. En el salón oigo a alguien comenzar a reproducir música alto, y me acurruco escuchandola hasta que mi respiración es profunda y firme de nuevo.

No me dejes, ve debajo de tu hermosura,

No me dejes, ve debajo de tu perfección,

Quítatelo ahora muchacha, quitatelo ahora muchacha,

Quiero ver tu interior, no me dejes, ve debajo de tu

𝐒𝐢𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 | Jackson Wang | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora