Capítulo 20

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El funeral es horrible. Mi madre solloza en voz alta y se aferra a mí, y yo me esfuerzo por mantener todo junto. Es difícil cuando ella está tan angustiada. Una vez, creí que mi papá era todo. Creo que cambié eso para ellos. Sostengo su mano todo el servicio y contengo mis emociones.

Cuando se acaba, nos encontramos y observamos su tumba tallada en el suelo

— Gracias — le susurro al comenzar a cubrirlo con tierra.

Jackson está a mi lado todo el tiempo, sosteniendo mi otra mano. Sé que tiene dolor, y sé que es difícil para él soportar esto tanto tiempo, pero lo hace por mí. Minseo está a mi lado y su mano se mueve por la espalda de mi mamá y, ocasionalmente, de mi mamá a la mía. Cuando es el momento de volver a nuestra casa para el velatorio, mi madre le suplica a Jihyo que la deje ir.

-Sabes que no puedo hacer eso.

-Por favor, quiero estar con mis hijas un tiempo más largo.

-Está bien, mamá, iremos y te visitaremos mañana -dice Minseo, acariciando su mano.

-¿Por favor?-aboga de nuevo.

-Lo siento, no puedo -suspira Jihyo.

– Iremos a verte –le digo, tratando de aliviar la situación –Te lo prometo.

Sus ojos angustiados encuentran los míos.

-Lo perdonaste a él, ¿cuándo vas a perdonarme a mí?

-No hagas esto ahora-dice Minseo suavemente.

-Hoy no mamá-le susurro.

Ella baja la cabeza.

-Está bien, está bien.

- Te prometo que estaremos allí mañana -digo, sintiéndome mal.

Ella asiente y va hacia el coche. Cuando se fue, Minseo quita su mano y todos hacemos el viaje a casa para el velatorio. Sólo unos pocos viejos amigos policías aparecen, y hago un poco de pequeños aperitivos y sirvo bebidas. Mientras estoy en la cocina preparando algunas cajas de bocadillos, Jackson entra y envuelve sus brazos alrededor de mi cintura.

-¿Estás bien?

Asiento.

-Sí, estoy bien, gracias por estar aquí para mí hoy, Jackson.
Él me da vuelta y toma mi cara en sus manos.

-Siempre estaré aquí para ti, HyunMin. Eres mi todo ahora.

Sonrío y él me ayuda a sacar los aperitivos. Un golpe en la puerta suena justo cuando estoy a punto de tomar la bandeja vacía para devolverla a la cocina. Me quedo mirando a Ji-hyun y ella se encoge de hombros, así que me acerco y abro. Quedo frente a una muy bonita mujer. Es alta, con el cabello rubio casi blanco y grandes ojos marrones. Es posiblemente una de las mujeres más atractivas en la que jamás he puesto los ojos. Ella me sonríe, y yo también lo hago, preguntándome quién es ella.

-Mierda – oigo a Jinyoung respirar.

-Jinyoung, es bueno verte… es…

Sus ojos se mueven más allá de mí y yo a mi vez veo lo que ella está viendo. Jackson está sosteniendo un vaso, y como si se moviera en cámara lenta, se desliza de su mano y se estrella en el suelo. Sus ojos son de color rojo y vidriosos. Jackson… ¿está llorando? ¿Quién es esta mujer? Él se ahoga con cierta incoherencia en sus palabras y antes de darme cuenta, la mujer se está empujando delante de mi. Ella corre hacia él y se lanza a sus brazos.

¿Qué demonios me estoy perdiendo aquí? Lo miro envolver sus brazos alrededor de ella y enterrar su cara en su cuello. Mi estómago se revuelve y me siento mal. ¿Qué diablos está pasando aquí? Ji-hyun viene y se para a mi lado, su expresión es tan confundida como la mía.

𝐒𝐢𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 | Jackson Wang | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora