Capítulo 18

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Conduzco el camino de regreso. Me deslizo fuera de mi coche y saco mi pistola. Voy de puntillas a una línea de árboles y me agacho detrás de ellos. Miro hacia fuera y veo una fila de coches de color negro en la entrada de Warf. Es Jimin. Gateo más cerca, y oigo los sonidos de más coches que vienen entrando. ¿Jackson?

Estoy a punto de hacer una carrera a una línea de contenedores de envío, cuando una mano se pone alrededor de mi boca por detrás. Pateo y lucho, pero no puedo salir del vicioso agarre. Una voz llena mis oídos y me estremezco.

Es Jimin.

-¿Pensaste que podías ser más astuta que yo? Chica estúpida.

Aplasta mi boca con su mano y me arrastra hacia el grupo de coches.

Mi padre se encuentra con mi mirada y sus ojos se amplían. Pateo y me retuerzo, pero un puñetazo va a mis costillas, y entonces estoy en el suelo, gritando de dolor. Un pie golpea mi lado y ruedo, agarrándome las costillas y gimiendo.

-Jimin, ¡dijiste que no le harías daño! – grita mi padre, cayendo de rodillas.

-¡Ella malditamente me traicionó! Ahora levántate Junseo, o te volaré los putos sesos.

Mi padre me levanta, sus ojos se encuentran los míos y se ve que lo siente. Lágrimas calientes se deslizan hacia abajo por mis mejillas y me esfuerzo por mantener la calma y por no darle a Jimin alguna razón más para herirme. Cuando oigo un coche que entra a la vista, mis lágrimas comienzan de nuevo. Jackson. Cuando veo el coche que sale a la luz, me vuelvo desesperada buscando una manera de evitar que Jimin lo lastime. Jimin levanta su arma con un sonrisa enferma en su rostro.

-Disfruta de este HyunMin, que está a punto de salpicar por todo tu propio coche.

-¡Copié la información! – grito -- ¡Él la tiene!

Jimin baja el arma y se gira, me agarra por el cabello y tira de mí más cerca a su cara.

-¿Qué dijiste?

-¡La copié! El resto de la banda de Jackson tiene una copia en su casa.

Él me da vueltas y coloca un brazo alrededor de mi cuello y aprieta la pistola en mi sien. Jackson se baja del coche con Mark y Jinyoung. Sus ojos caen sobre mí, y se ve fuera de sí.

-Ah, Jackson, justo a tiempo para ver el espectáculo.

-Déjala ir Jimin, yo soy al que quieres.

-Ella me acaba de dar la noticia.

-¿Qué?

Los ojos de Jackson caen sobre mí, y se cierran con los míos.

-Ella dijo que tienes una copia de la información, ahora ¿por qué jugarías ese tipo de juegos conmigo?

-No sé de qué jodido estás hablando.

Jimim ríe y el aire que nos rodea se engrosa y se congela.

-Ahora, sabes que soy más inteligente que eso.

-Obviamente no, porque no tengo nada.

-Wang, ¿por insistir en mear fuera conmigo? Ahora tendré que lastimarla.

— ¡NO!-ruge Jackson, dando un paso adelante. Jimin aprieta el brazo alrededor de mi garganta y tengo dificultad para respirar.

-Un paso más Jackson, y ella se muere.

–¡No tengo la maldita la información!

-¡Nos dijo que la copió!

-Bueno, ¡yo no la tengo!

Jimin aprieta otra vez, y siento mis ojos comenzar a nublarse.

-Detente Jimin, ¡esto no era parte del acuerdo! -gruñe mi padre.

-¡Retrocede Junseo, o morirás también!

Mientras mi visión se vuelve más borrosa, oigo el sonido de un arma que se dispara. De repente estoy en el suelo y Jimin está a mi lado, la mitad de su rostro fue arrancado. Doy arcadas y tengo dificulta para respirar mientras varios disparos resuenan a mi alrededor. Me tapo los ojos, desesperada por escapar de esta zona de infierno. Sólo espero sentir el aguijón de una bala en mi cuerpo, pero nunca llega. Sonidos de armas y gorgoteos se reproducen por lo que parece por siempre, y de repente todo se queda silencioso.

-Jackson?

Oigo la voz de Jinyoung, y levanto la cabeza. Veo a Jackson en el suelo, con sangre en el estómago. Me pongo de rodillas y me arrastro otra vez, cayendo a su lado.

-¡Jackson!

Sus ojos están cerrados y hay tanta sangre.

-¡Oh, Dios, Jackson! -grito.

Jinyoung comprueba su pulso.

-Aún está vivo, tenemos que llevarlo a un hospital, ahora.

-Jackson-digo grave, sacudiéndolo – Por favor, despierta, por favor amor, despierta.

-HyunMin tenemos que irnos, la policía llegará en cualquier momento.

Me doy vuelta y miro los cadáveres por ahí en el suelo. Entonces veo a mi padre, que está acostado cerca de dos metros de distancia, justo al lado del cadáver de Jimin. Me pongo de rodillas otra vez y paso por encima de ellos.

Él está sangrando por la boca y su cuerpo se sacude. Tomo su cabeza en mis manos y mis lágrimas caen sobre su rostro.

-¡Papá, oh, Dios, por favor!

-HyunMin, lo siento.

-Está bien, estarás bien papá.

-Pensé… que habías podido escapar cuando te dejé las cuerdas sueltas. No te di nada en tu vida, pero quise darte esa libertad. Quería darte algo… Quería que estuvieras a salvo. Le disparé a Jimin, pero no me arrepiento. Lo hice por ti, nunca hice nada por ti, pero quería que tuvieras algo…

Su voz es ronca y un gorgoteo comienza a sonar. Cálidas lágrimas resbalan por mis mejillas.

-Papá, por favor… estarás bien.

-HyunMin, tenemos que irnos-grita Mark.

-¡No puedo dejarlo!-grito.

Mi padre me alcanza débilmente.

-Estoy orgulloso de ti, espero… espero que puedas perdonarme.

-Lo hago-gimo-. Te perdono.

-Te amo, HyunMin, siempre lo hice – su voz apenas es un susurro.

Acaricia mi mejilla y luego su cabeza cae hacia atrás y se detiene su respiración.

Mis gritos se hacen eco a través del agua mientras Mark me levanta en sus brazos y me lleva al coche.

-No podemos dejarlo aquí -le grito.

-Se fue HyunMin, tenemos que irnos.

-¡Por favor!

-Lo siento.

Me desliza en el asiento trasero y Jackson se encuentra a mi lado. Acaricio su cara, las lágrimas gotean sobre sus pálidas mejillas.

-Por favor, no me dejes también. Jackson, por favor.

𝐒𝐢𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 | Jackson Wang | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora