Renacimiento

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CAMINO A LA GLORIA

parte dos: Renacimiento

El destino tuyo no es el mío, yo resurgiré por sobre ti... por sobre todos.

El desierto árido de Yturnal, extensas dunas con ciudades unas separadas por kilómetros de las otras. En todo ese desierto se encuentra el coliseo del faraón Calip, ya destruido y con saqueadores a sus anchas. Entre todos esos escombros, estaba una entrada con huesos en los marcos. Desde la oscuridad salen tres saqueadores vestidos con unos pasamontañas y unos lentes redondos. Con unas manos sucias saquean los escombros buscando algo que les sirva. Es cuando uno de ellos, la única mujer, encuentra una nota la cual abre. Lee el informativo, con un rostro alterado va a dentro de la guarida. Había encontrado algo.

Días antes. Central yamehara de Treigen en Yturnal. Entre todos los presentes escritores uno abre la puerta agresivamente. Otros cuatro lideres miraron el llegar. Con furia en su voz habla sobre que había desaparecido, con miedo, dicen que nunca desapareció, solo se tomó un descanso de quizás tres años. Eso no es importante, decían, contradicen que es mejor pensar que él dejó de ser parte de la corporación. Resulta ser, que no, ahora saben su potencial y lo quieren comprobar, por eso, mucho antes, mandaron a un escuadrón que debería volver en unos minutos. Solo fueron segundos, quince fueron compactados a uno, sin la mitad de su cara y toda su ropa quemada junto con una herida en su pecho. Antes de llegar donde los lideres, cae muerto. En su espalda, una daga de metal oscuro, ya saben de quien se trata. Mandaran una carta a los de por allá. Sale mejor que solo mandar un par de guerreros.

Un mensajero a las afueras deja en la entrada una carta, resulta ser que nota el vidrio de la mirilla que lo mira a distancia. Levanta sus manos y se aleja del lugar. Desde dentro de la base, llega a una sala donde manda a llamar al líder, diciendo que han dejado algo. Tres saqueadores van a buscar lo que han dejado. Después de minutos una chica vuelve alterada con un papelógrafo en sus manos. Se arrodilla delante y alza sus manos, todos los de alrededor miraban el miedo de la chica al punto de llorar. La carta levita en el aire y llega a esa oscura mano con venas rojas. Observa la carta, una voz débil he imponente relata el último párrafo, "Se le hace llamar al estrado de lideres para ser juzgado" con esas palabras, deja flotando la carta con su mano mientras que apoya su cabeza en el trono. La chica deja pasar a dos saqueadores, los cocapitanes hernald y Gent, ambos dirigen la pregunta al líder, "¿preparamos tropas?" con una expresión de miedo en sus voces con tartamudeo. El líder alza su mano. Saliendo disparada una espada negra con una forma de hacha llega a su mano. Deja de estar en ese trono y deja caer las cadenas blancas amarradas a su brazo. Un brazo empieza a sonar mecánico, es cuando toda la cadena de esa extremidad ingresa por una entrada circular siendo llevada a un rodillo detrás del hombro. La espada se engancha a la cadena y queda colgando en su cinturón. El líder mira a algunos hombres, el grupo cinco lo acompañará al lugar de encuentro. Desde atrás le dejan una capa negra, pero el jefe se deniega diciendo que no es necesaria. Los de atrás igual la visten en él. Dejando cubierto su mano mala, diciendo que no es muy agradable ver eso. El líder sale de la habitación y muchos saqueadores con él. Los demás volvían a las carpas de los pasillos y salas.

Después de horas de caminar había un comerciante de especias subido en un caballo dirigiéndose por las calles de arenisca. Cuatro saqueadores aparecen de detrás de un pilar. El jinete dobla y se asusta de la presencia. Mientras que de las dunas aparecen los demás miembros del grupo con pistolas. El comerciante ya cree que lo van a asaltar, quitándose el porro de la boca afirma que si lo van a saquear que sea rápido. Es cuando del pilar va cayendo el líder, con la espada clavada en la pared baja velozmente. Aterriza en la arena y se limpia el polvo de la hombrera de metal. Con esa voz característica habla sobre que no harán nada si no es necesario, pero quieren saber dónde se encuentra la ciudad de Treigen. El hombre dijo que está al noroeste, por donde él viene. El líder pasa por el lado, diciendo que muchas gracias por la información. Mientras el con capa se aleja los del pilar se acercan. El líder voltea. Simples palabras de que ellos pueden fueron suficientes para que los saqueadores golpeen las piernas del caballo, haciendo que este caiga y deje al jinete debajo de él. Con la culata de un rifle le dan en la cara y le empiezan a robar sus pertenencias. El líder no da vuelta atrás, no otra vez. Manda a sus saqueadores a terminar el trabajo y dejan al comerciante vivo con el inconveniente de no tener riquezas ni mucho menos de donde conseguirlas. El comerciante empieza a maldecir a los saqueadores, los cuales caminan a los lados del hombre con el brazo cubierto. Este, por delante, hacia una forma con sus dedos, seguido de apretar el puño. La arena del lugar envolvió al comerciante por la cabeza, haciendo que arena entre en su nariz y boca. Después, la arena hace crujir el cuello del hombre.

Camino a la gloria; Inmortal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora