Los Vice-Capitanes de los Caballeros Mágicos

Problemas de enfermería

A Owen le gustaría un aumento. O tal vez solo unas largas vacaciones.

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Owen se sentó en su oficina en la enfermería con una taza de café y un pastel de fresa y crema que su esposo le preparó para la merienda de media mañana.

Su día comenzó igual: levantarse, desayunar con los niños, llevarlos a la escuela y luego dirigirse a la enfermería. En la enfermería, Owen y el residente y las enfermeras del turno de día tuvieron una reunión de quince minutos con Gillian y el residente y las enfermeras del turno de noche. El turno de noche solía ser lento, por lo que no había mucho que informar, lo cual era bueno porque Gillian estaba muy malhumorada.

Una vez que se fue el turno de noche, las enfermeras Angie y Dolores despidieron a Owen y a la residente Linda a las oficinas. En verdad, Owen y Gillian estarían perdidos sin las cuatro enfermeras que realmente hicieron que todo funcionara sin problemas. Linda aceptaría a los pacientes sin cita previa a menos que fuera una emergencia que los necesitara a ambos oa uno de los pacientes "difíciles". Owen tenía mucho papeleo que hacer para la enfermería, que incluía las finanzas. La enfermería funcionaba con donaciones de las Casas Silva y Vermillion, así como de la Reina, por lo que necesitaba asegurarse de que todo saliera bien con las órdenes de medicamentos y el pago. La Oficina de Contabilidad de Magic Knight verificó dos veces las finanzas de la enfermería antes de que se enviaran copias a la Reina, el Capitán Nozel y el Capitán Fuegoleon.

La mitad del bocado del pastel se arruinó cuando la enfermera Angie entró corriendo a la habitación. Tenía una mirada sombría en su rostro normalmente alegre. Es Langris.

Owen se quitó el pastel de la boca y lo colocó en su plato. "¿Qué sucedió?" Él se paró. Él la siguió fuera de la habitación. En la enfermería, siempre estabas bullicioso y apurado.

La enfermera Angie dijo, rápidamente, “Lady Mimosa lo trajo y está frunciendo el ceño a Langris. Langris insiste en que está bien.

"¿No Yuno?"

“Sabiamente, creo que se quedó en casa, dejando las cosas en manos de Lady Mimosa”, dijo la enfermera Angie. "Langris tiene signos típicos de trabajar demasiado de nuevo: fiebre leve, falta de apetito y poco o nada de sueño".

Owen suspiró. Cuando se trataba de Langris, había varios niveles de pánico. Si William o uno de los otros miembros de Golden Dawn lo trajeron, fue muy, muy serio porque ninguno de ellos se dio cuenta de lo que Langris se hacía a sí mismo con regularidad. Si Yuno y/o Mimosa trajeron a Langris, fue menos grave principalmente porque eran los que normalmente estaban con Langris y se tomaban muy en serio la salud de Langris. Owen odiaba que Yuno y Mimosa fueran enviados a misiones, ya que se habían asociado desde el principio, lo que significaba que Langris era libre de volver a ser irresponsable con su salud.

La enfermera Angie y Owen llegaron a la sala de Vaude y entraron.

Mimosa tenía los brazos cruzados y el ceño fruncido. Toda su atención estaba en Langris.

Langris, que tenía una mirada beligerante en su rostro, dijo: "Dígale que está siendo quisquillosa, doctor Owen".

"¿Exigente?" preguntó Mimosa, levantando una ceja.

“Tiene suerte de que Mimosa esté muy enamorada de usted”, dijo la enfermera Angie. “Porque si fueras uno de mis socios, tu trasero estaría durmiendo en el sofá durante una semana”.

Langris gruñó. “Nadie pidió su opinión, enfermera Angie”.

"Langris", dijo Mimosa, suavemente en una reprimenda.