Narra Harry.
la mañana comenzó con una helada masiva, el no podía elegir mejor clima. Había estado la noche anterior de guardia, merodeando por el pasillo de los recién nacidos y atendiendo emergencias que no pasaban a mayores. Quienes trabajaban junto a el, ya se habían acostumbrado a verlo 24/7 dentro del establecimiento, y es que poco tiempo era el que podía verse apartado de su trabajo; él amaba a su trabajo.
28 años, soltero, vivía solo y las veces que salía eran por cumpleaños de amigos cercanos, esa era la vida plena que vivía el doctor Harry E. Styles. Las enfermeras que quedaban tarde en la guardia, le dejaban café caliente y a veces incluso comida, sabiendo que su cuerpo si dependiera de el mismo colapsaría por olvidar comer.
Harry estaba agradecido por como lo recibían, esa era su rutina; entrar al hospital, ser recibido con saludos cálidos al pasar y subir al tercer piso para meterse en su consultorio y atender desde niños y niñas pequeñas hasta mujeres embarazadas y adolescentes. Ese dia en especial la helada habia arrasado con toda la ciudad, no llegando a nieve pero lo suficiente para que la cantidad de pacientes bajara, el por su lado siendo friolento había decidido vestir un sobretodo elegante gris sobre su bata blanca y uniforme ambo azul, dirigiendose ya al ascensor.
Dios, si termina nevando, incendiare el saco y me calentare con el fuego toda la noche.
al llegar las puertas tenian un cartel de "averiado" asi que no le quedo mas remedio que subir las escaleras. Tres pisos, con suma calma mientras solo escuchaba sus pasos; eran las ocho de la mañana, el hospital estaba menos concurrido de lo habitual y Harry esperaba llegar a cada piso para darle sorbos a su cafe. Es en el tercer piso, cuando llega y una persona a toda velocidad empuja su mano al dirigirse a la escalera.
- ¡mierda, muevase!
su preciado chocolate caliente ahora yacia en la espalda del corredor anonimo, quien bajaba las escaleras caracol a toda velocidad. Harry permanecio quieto, escuchando el eco de los pasos (e insultos) que retumbaban en la escalera.
- ... disculpa! - atino a soltar una disculpa a la nada, mientras bajaba a levantar el vaso tirado.
Al entrar a su consultorio comenzaron a pasar uno por uno sus pacientes, niños y niñas acompañados con sus respectivos tutores, siendo su rutina de todos los dias.
- bien, huh ¿Phoebe Tomlinson? - Harry miro hacia el pasillo en busca de su paciente, cuando de la fila de personas un muchacho de complextura mediana se abrio paso de la mano de una niña.
Los tres pasaron al consultorio, y Harry al ser el ultimo en entrar pudo apreciar la gran mancha de chocolate en la espalda de la chaqueta del joven. Una mueca de vergüenza se formó en el rostro de Harry, quien la disimulo pasándose la mano por su cabello.
- bien, buenos dias. Por lo que veo Phoebe no tiene su historial en este hospital, ¿vienen de otro?
- si, tuvimos que mudarnos así que todo esta en el otro. Pero aquí traje su libreta, documentación y venimos porque cuando respira hace ruidos. - La actitud directa del muchacho destilaba de su cuerpo; estaba sentado en la punta de la silla, echado hacia delante expectante de lo que Harry decía. Phoebe se encontraba en la silla al lado del muchacho, balanceando sus pies distraida.
- entiendo... ¿eres el padre? - Harry le daba una leída a los papeles mientras el muchacho negaba.
- no. Hermano mayor, me llamo Louis. - el tal Louis respondia como si estuviera impacentandose.
- bien, Louis ¿podrías poner a Phoebe arriba de la camilla mientras termino de leer esto? - Louis asintió y rápidamente alzo a Phoebe sentándola en la camilla. Harry se levantó segundos despues, acercándose con una sonrisa leve hacia la niña.
- hola Phoebe, me llamo Harry. ¿alguna vez estuviste en un hospital? - La niña asintió con la cabeza, mirándolo atentamente.
- muy bien, ¿me dejas revisarte? - Phoebe asintió, Harry le levanto la remera tanteando su espalda con el estetoscopio.
- podria revisarla y ya, es una niña. - Harry escucho refunfuñar a Louis, quien estaba inquieto a un lado de la camilla.
Era rutina, el que pasen niñas y niños que vienen de distintos contextos por lo tanto Harry se encargaba de crear un ambiente seguro hacia ellos, donde pueden ser dueños de quien los toque y quienes no, independientemente si de un/a profesional se tratase.
Claramente Louis no era consciente de esto y no se encontraba con paciencia de sobra.
Mientras escuchaba los latidos y respiración de la pequeña, había algo que no noto hasta que retiro el estetoscopio de sus oídos; la mirada penetrante del joven de ojos azules estaba puesta en él y más específicamente, sus manos. Una sonrisa ladina se fue formando en el rostro de Harry.
que no me reconozca, que no me reconozca, Dios que no me reconozca...
Al terminar el chequeo, se volteo hacia Louis quien no se esperaba ser atrapado viéndolo, y ambos regresaron a las sillas con Phoebe jugando en brazos de su hermano.
- Phoebe tiene 7, es pequeña, pero puedo notar que desarrolla asma. Lo que convendría es hacer un seguimiento, ahora mismo puedo darles un inhalador de emergencias y en cualquier momento si se acaba viene y podemos cargarlo. - Harry explicaba mientras escribía los datos del chequeo en la ficha clínica, Louis seguía con la mirada clavada en sus manos.
- bien... ¿alguna pregunta? ¿Louis? - Harry paso una de sus manos por su cabello, captando la atención del joven hacia su rostro. Una sonrisa sin mostrar los dientes, achino los ojos del joven.
- No... doctor ¿Styles? no tengo preguntas. - Harry asintió, ambos levantándose hacia la salida. La pequeña le sonrió mientras Harry se despedía de ella estrechándole la mano, como un caballero; Al separarse del saludo, Louis lo enfrento quedando a centímetros de distancia.
No se había dado cuenta hasta ahora de la diferencia de estatura, le sobrepasaba al joven por una cabeza.
- lo que si tengo es la espalda empapada de chocolate, y un frio de mierda que cargue toda la mañana. - El semblante de Louis se encontraba tan serio que podría espantar el alma de un muerto. Harry recorrió con la mirada el rostro del enojado muchacho, y no pudo evitar sonreírle; la nariz del joven estaba rosada, y unas arruguitas decoraban sus ojos cristalinos. - ¿hay algo de gracioso en mi cara, doctor?
Harry acerco su rostro de tal forma que podía oler el chocolate mezclado a vainilla de la ropa de Louis.
- hueles muy bien ¿sabes? - ni bien termino de pronunciarlo, Louis se retiró dando un portazo con Phoebe de la mano.
Louis Tomlinson, huh. Lindo.
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Medicine // LARRY STYLINSON
Teen Fiction¿Qué pasa cuando te cae mal el pediatra de tu hermanita? o peor aún, ¿qué pasa si no puedes dejar de mirarlo? en donde Harry trabaja de pediatra, y su pequeña paciente es traída por su lindo y orgulloso hermano mayor.