capitulo 6: corre.

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Narra Louis.

- ¡Louis, despabila hombre! - el vapor de una olla lo dejo aturdido unos segundos hasta que pudo distinguir la voz de su compañera. 

- va, ya casi esta, calma.

Había sido una jornada larga. Larga y productiva, ya que su jefa le había recortado su horario ese día; le había parecido extraño al comienzo, pero toda su exigencia de explicaciones termino con una sola línea de Gemma.

- ¿me estas pidiendo explicaciones del por qué te doy tiempo libre?

Había decidido entonces cerrar la boca. Lo cierto es que esa noche, su madre lo había invitado a una gala en el hospital de Phoebe y por supuesto, Phoebe había pedido (exigido) su presencia. Desde que la habían hospitalizado, Louis la extrañaba a horrores; Daysi había quedado sola con él unos días, claro que irse de campamento escolar había sido de bastante ayuda. Pero Louis no tenía campamento, tenía que trabajar casi diez horas y en la mañana apenas tenía tiempo para alistarse. Llegaba a casa cansado, desplomándose en la cama y a veces ni cenaba. 

Mentiría si dijera que Phoebe era a la única que tenía ganas de ver.

volviendo a la realidad; eran las ocho y media de la noche, Gemma ya en posición tenía puesto su uniforme y daba instrucciones a los demás. Louis por su parte, se despedía encaminándose al baño para poder cambiarse y quizá lavarse un poco el cabello lleno de olor a comida.

Al entrar, se aseguró de que estuviera vacío y comenzó humedeciéndose el cabello, para esparcirle crema olor a vainilla. Luego quito su uniforme y jeans, para ponerse el único traje decente que tenía en casa; un saco ceñido a su cintura y pantalones azul oscuro, junto con una camisa blanca. Acomodando los últimos detalles, moldeo su cabello hacia atrás, con cuidado de no desacomodar sus tapones para oído y ato sus vans oscuras contra el lavabo.

Una rápida mirada al espejo lo dejo satisfecho. No podía negarlo, estaba bastante orgulloso de su apariencia. Todo ese esfuerzo estaba destinado a un blanco fijo; la atención de cierto pediatra de ojos verdes.

El camino hacia el hospital no era demasiado, doce minutos en coche y ya se encontraba estacionado en el establecimiento. Entrando se dio cuenta de la decoración; tres habían sido las veces que fue de visita, y muy atento del entorno ya que no quería cruzarse con Harry. Las paredes estaban decoradas con serpentinas rosas y azules, y a medida que subía las escaleras notaba muy poca gente en los pasillos. El barullo se hizo presente al abrir las puertas; una sala enorme, con proyector y luces rosa con morado se hizo notar a medida que la gente lo dejaba pasar. Había pequeñas princesas y guerreras en sillas de ruedas, rodeando mesas con comida, también había niños vestidos de príncipes y caballeros con armaduras de cartón. Varias adultas con batas de doctora y vestido, enfermeras y enfermeros con coronas y hombres mayores que se agrupaban a hablar colmando una ronda a cada pared del salón. 

Un chillido llamo su atención, y no pudo evitar sonreír reconociendo la voz de su hermanita. Se encontraba dando aplausos junto a cuatro niñas vestidas con el mismo vestido azul, tan radiante como siempre. Phoebe nunca había sido del tipo de niña que grita o socializa, ella era la única de la familia con quien se identificaba. Era callada, cálida y se mantenía reservada hacia los demás, pero viéndola tan efusiva con otras pequeñas lo hacía sentir orgulloso, y eso no podía negarlo.

Al visualizarlo, la pequeña hizo amague de correr a su encuentro, pero Louis le hizo seña de mantenerse en el lugar y fue el quien corrió a su encuentro, frente a la mesa de bocadillos. No quería verla como aquel día nunca más.

se arrodillo para recibir los abrazos de Phoebe - ¡Lou! si viniste, ¡si viniste! - la pequeña daba saltitos contra él, haciéndolo reír.

- si vine Phoebs, tranquila, si vine. te ves preciosa, ¡mírate! - aprovecho a acomodarse el traje levantándose, mientras Phoebe daba vueltas mostrando su vestido. Las luces de colores remarcaban el color de las mangas en forma de globo, dándole aspecto de cenicienta.

Medicine // LARRY STYLINSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora