Medicine // LARRY STYLINSON

capítulo 8: consecuencias.

Narra Harry.

tecleaba lentamente. No sabía cómo reaccionar, pero ahí estaba él; en la cama, en su dia libre, leyendo una y otra vez el mensaje recibido hace diez minutos.

"Este es mi número."
- número desconocido

Sabía bien de quién era el número, pero el hecho de haberlo recibido sin aclaración de quién era, le daba cierta gracia. Una sonrisa se le escapó.

"¿bien?... ¿quién habla?"
- visto 09:15 a.m

la respuesta irritada no tardó en llegar.

"Sabes bien quién soy. Contraje gripe por tu culpa."

Rió sin quererlo, imaginando a un Louis mocoso y enojado, con su naríz enrojecida y los ojos cristalinos.

Cierta imagen mental de esa noche voló en su mente.

"Disculpe, cualquier queja que tenga del hospital dejela en secretaría."

No hubo señal de respuesta luego de ese mensaje.

Habían pasado dos dias luego de su pequeño atrevimiento en el balcón. Porque el beso fue brillante, pero ¿encerrar a ambos afuera? se le había escapado de las manos la nevada, pero todo había salido bien luego. Aunque había mucho por descubrir, y estaba ancioso de explorar.

La pantalla volvió a brillar, aun estaba atento con la esperanza de tener una respuesta irritada de Louis. Pero el móvil vibraba esta vez con el nombre "Liam" y un simbolo de llamada.

Liam Payne, su café mañanero. Un jóven doctor, de ojos color miel y cabello castaño; tez blanca como el algodón y una actitud de golden retriever que derritiria a media población de abuelas. Él era su compañero en el hospital, y más confidente amigo hasta que lo transfirieron hacía ya mes y medio. ¿por qué? jamás se habló.

Decír que Liam era su compañero era quedarse corto, era... su primer saludo en las mañanas, su motor de motivación. Porque uno puede amar su profesion, pero luego de estar 48 horas metido en un hospital uno puede perder su humanidad poco a poco. Liam era ese ancla de sensibilidad, que lo hacía recordar su identidad cuando todo lo que escuchaba era "doctor".

- hey, ¿dónde estás? - la voz de su viejo amigo sonaba agitada.

eso no era propio de Liam.

- es mi día libre, ¿que pasa?

un barullo se escuchaba al otro lado de la linea, bastante familiar.

- Vine hasta el hospital a darte la noticia, pero no importa ya. ¡Van a transferirme!

el chillido de Liam resonó contra su oído y no pudo evitar sentarse sobre la cama.

- ¿como? ¿dónde?

- Harry, ¡a Chesire! ¡estoy de vuelta! ¿crees que podamos ir a celebrar al restaurante?

- Claro que si Li, huh ¿qué te parece hoy en la noche? ¿te veo a las ocho?

Inmediatamente se puso de pie a buscar su saco; debía llevar su ropa a la tintoreria si queria estar decente, tenía ropa de seis dias estancadas en el cesto de ropa sucia.