capitulo 03

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¿Alguna vez seré tu prioridad?

Si te llegase a llamar ...¿Acudirías a mi llamado?¿me buscarias?

¿Alguna vez seré el único al que veas y ansies tener entre tus brazos?

¿Me amaste en algún momento?

¿Qué sentías por mí cuando tus manos recorrían mi cuerpo?

¿Era bueno estar dentro de mi?

La respuesta es clara, jamás seré tu prioridad, el estará por encima de mi, por qué eres capaz de mentirme y endulzarme el oído, por qué hieres mi corazón con tus palabras falsas, nunca ves esos pequeños detalles en mi, siempre soy yo quien los nota en ti.

¿ volviste a pelear con tu padre? luces molesto y apagado

¿ te quedaste fuera de casa?, te ves ansioso y miras la ventana una y otra vez....

Esa sonrisa se que no es para mí...que alegria cuando tus ojos bonitos lo miran pasar a el...

Dime....alguna vez llegarías amarme....

No debes buscarme más...

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Pequeños gemidos escapaban de sus bonitos labios melocotón, sus cabellos rubios se pegaban en su frente, su mirada carmín estaba perdida en el placer, mirando los ojos de su amante, pequeños espasmos sacudían su cuerpo.

Aquella mirada heterocromatica que era capaz de leerle el alma y averiguar cada uno de sus secretos, aquella mirada capaz de doblegarlo y hacerlo caer en el precipicio de sus más oscuros deseos carnales.

echo su cabeza hacia atrás en completo éxtasis y sumisión, dejando expuesto su blanquecino cuello, su Omega chillaba emocionado tratando de tomar el control y reclamar una marca...sin embargo, no podía darse ese lujo.

Mordió su labio inferior al sentir los dientes del bicolor encajarse en su tierna piel, ahogo un quejido, shouto sonrió al ver el desastre que había causado en el Omega ,así que no dudo en atacarlo llenandolo de mordidas y besos.

El sudor perlaba su pálida piel ahora llena de hematomas y marcas, producto de su apasionada noche. El aroma a caramelo inundaba la habitación.

Shouto soltó un gruñido y encajo sus dientes en su hombro, soltó un chillido acompañado de un fuerte jadeo.

Las marcas rojas iban desde su cuello, pasando por su espalda , vientre y caderas, hasta la profundidad del el valle entre sus piernas, cerro sus ojos perdido en el placer y rodeó al albino con sus piernas y brazos.

Las embestidas rápidas se tornaron lentas, profundas y certeras. Su espalda se doblo formando un perfecto arco.

¿Dejarte ir? no es una opción, quedate conmigo - Todobaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora