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No podía creer que me encontraría con quien tanto esperaba encontrarme en una situación como esta. Mi salvador de aquel día estaba en un bar de mala muerte en medio de un barrio de villanos, realmente era algo inesperado.

- ¿Me conoces mocoso? - Auch, eso si que a dolido.

- No se si me recuerdes, pero soy al chico que salvaste debajo de un puente.

Se lo veía pensativo, no parecía acordarse, y por un momento me deprimí. Asta que se le medio iluminó la cara y me miró directamente a los ojos, esos ojos tan atractivos, mierda, que lo acabo de conocer.

- Ya me acuerdo. No te salvé en sí, si no que estaba esperando a que llegase All Might pero no apareció asique me compadecí. - Ya me parecía raro que un aparente villano me ayudase a mi. - Bueno ¿Y que haces aquí mocoso?

- Intentando que este hombre me sirva una bebida.

- Vamos Kurogiri, - al parecer así se llama - sírvele algo al chaval, se le ve mal.

Tampoco le iba a culpar, es cierto que me veía como si me hubiera pasado por encima una manada de rinocerontes. Muy poco después una bebida estaba en frente mío sobre la barra, al desconocer el contenido dudé, pero como me daba igual ser intoxicado la tomé igualmente.

- Mmm... Está buena.

- Tsk, si ya has terminado ya te puedes ir. - Auch de nuevo, yo que me quería quedar un rato.

- ¿No me puedo quedar?

- La verdadera pregunta aquí es, ¿porqué querrías quedarte?

Me quedé en silencio unos momentos, sopesando si debería contarle o no.

- Mi madre me odia.

Su cara cambió, no me extraña, no es algo que un extraño te suela decir la primera vez que habláis.

- Tengo un quirk bastante emm... Propio de villanos.

- No pares, ¿en que consiste el quirk? - Al llamado Shigaraki se le veía interesado, y que mas hacer que seguir contándole.

- Con mi quirk puedo hacer muñecos vudú, por así decirlo, con la sangre de una persona. Por ejemplo, si yo te cortase ahora y recogiera la sangre suficiente podría hacerte uno. Obviamente tiene sus restricciones, pero no te voy a dar la chapa con eso ahora.

- Es muy interesante, y no es para nada malo... ¿Te interesaría unirte a la liga de villanos?

- ¿Como? Pero si no tengo ni resistencia física ni nada por el estilo, realmente soy inútil.

- De eso no se preocupe. - Kurogiri se metió a la conversación - Estoy seguro de que Shigaraki estará encantado de entrenarlo.

-No hables por mí Kurogiri, es molesto, pero en parte tiene razón. Será una molestia pero yo puedo entrenarte.

Al escuchar no pude evitar lagrimear un poco mientras mostraba mi sonrisa, era la primera vez que me aceptaban en un lugar en el que me sentía bien, aunque fuera con unos villanos.

- Hey, no es para tanto, no llores. - Los esfuerzos de Kurogiri por calmarme eran inútiles.

- Me, me uniré con, con gusto. - Mi voz temblaba, no podía controlarla, pero estaba muy feliz.

A partir de ese momento se me veía mucho mas animado, en el instituto todos me molestaban aún mas porque me notaban feliz. Era un asco soportar abusos constantes, pero luego, al salir de clase, iba directamente al bar de Kurogiri y Shigaraki. Hablaba con ellos y jugábamos juegos de mesa, la verdad es que llegamos a intimar mucho. Los findes de semana volvía al bar y entrenaba, entrenaba y entrenaba, y al terminar estaba exhausto por lo que me quedaba a dormir. Básicamente vivía en el bar. 

Llegué a tener muy buena forma física, y mi agilidad definitivamente mejoró, por lo que a Shigaraki se le ocurrió un plan.

- Bueno Izuku, has progresado mucho, estoy algo orgulloso. - Shigaraki y sus discursitos.

- ¡Gracias!

- Por lo tanto te vamos a asignar una misión de lo mas importante, de vital importancia. Nosotros conseguiremos nuevos miembros para la liga, mientras que tú te infiltrarás en la UA.

- ¡¿QUE?!






Lo siento por el capitulo corto, me esforzaré para el siguiente. Gracias por leer.

-//Entre nosotros//- Shigadeku -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora