Cristiano inhaló hondo tratando de recuperar el aire; el segundo tiempo ya había comenzado, la nariz le picaba por tantos olores de alfas irritados dándola toda por desempatar el partido. Aunque fuera simplemente un partido amistoso.
En el primer tiempo habían hecho dos goles, uno por parte del equipo Argentino y el otro por parte del equipo Portugués. Ahora todos se esforzaban por cambiar aquel resultado.
Vio la portería Argentina a tan solo unos metros, el balón en sus pies no paraba de rodar y, antes de dar la patada para el gol, un olor ácido como a maracuyá lo detuvo en seco.
Sus pupilas se dilataron e inmediatamente buscó al dueño de aquel atrayente olor; a lo lejos el jugador Argentino número diez corría con la pelota en sus pies y su alfa quiso correr hacia él.
Sus feromonas se aumentaron haciendo que los alfas cercanos se pusieran agresivos. Como consecuencia, el árbitro paró el partido esperando que el equipo médico portugués acudiera.
El equipo médico conformado por betas acudió rápidamente donde estaba el alfa con un potente sedante, se acercaron cuidadosamente, no sabían por qué Cristiano había entrado repentinamente en celo, debían evitar a toda costa que atacara a cualquier alfa u omega que estuviera cerca.
El alfa de Cristiano interpretó su intento de calmarlo como que querían atacarlo, eso lo puso muy agresivo. Golpeó a uno de los betas tratando de irse, pero un beta se acercó por detrás y rápidamente le inyectó el sedante.
Antes de que todo se volviera negro solo pudo pensar en aquel jugador de la camisa con el número diez.
Cristiano despertó con un gran dolor de cabeza, trató de recordar que había pasado, pero a penas tenía unos pocos flashbacks de lo que había hecho durante su bruma. El reloj marcaba las dos con tres minutos de la tarde, no sabía cuantos días había estado allí, lo único que sabía era que estaba en su habitación de hotel.
Estaba muy extrañado, él no era de los que entraban en celo en cualquier lugar y cualquier momento, era muy cuidadoso en ese aspecto. Siempre tomaba supresores antes de los partidos, no entendía por qué había entrado repentinamente en celo en pleno partido.
Recordó que había captado un olor a maracuyá que lo atrajo; tal vez fueron las feromonas de algún omega las que lo habían desestabilizado. Pero, eso no era posible, a pesar de que no estaba prohibido, en la mayoría de equipos no había jugadores omegas y, por lo que él sabía, no había ningún jugador omega en el equipo Argentino ni en el suyo.
Tal vez no había sido un omega, tal vez el olor había provenido de otro alfa. Sacudió la cabeza, eso no era posible, se negaba a ser atraído por otro alfa, aunque, si ese fuera el caso, tuvo que ser un alfa del equipo Argentino; conocía perfectamente el olor de cada uno de sus compañeros y aquel olor no lo reconocía.
El recuerdo del jugador con la camisa número diez vino a su mente, recordó cómo su alfa quiso ir hacia aquel jugador desesperadamente, pensó en la posibilidad de que aquel jugador fuera su destinado.
Conocía a pocas personas que habían encontrado a su destinado, normalmente las personas se cansaban de esperar y simplemente se acoplaban con alguien más o encontraban a sus destinados demasiado tarde.
Decidió no pensar más en eso, simplemente olvidaría que había pasado ese día, después de todo tenía cosas más importantes que hacer, como volver a su país. Seguramente el director técnico estaría furioso.
Simplemente, diría adiós a Ginebra y volvería a su vida normal. No iba a hacer una tormenta en un vaso de agua.
(Vistazo al pasado 1/4)
¡Hola!
Ya sé que había dicho que actualizaría pronto, pero estas semanas he estado ocupada y cuando quiero escribir a veces no me llega la inspiración.En fin aquí les traigo el segundo cap, es un poco corto porque solo es la parte de Cristiano, pero el próximo cap será de la parte de Messi.
Abrazos y besos.
ESTÁS LEYENDO
CELOS
FanfictionCristiano Ronaldo y Lionel Messi son dos alfas muy famosos en el juego del fútbol. Lo que nadie sabía era que los dos alfas eran una pareja y, con la llegada de los rumores sobre la relación de Messi con Memo Ochoa, el portero Omega de la selección...