CAPÍTULO NUEVE

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Memo parpadeó un poco tratando de aclarar su visión, no recordaba donde estaba ni como había llegado allí.

Una punzada de dolor lo hizo volver en sí, estaba mareado y muy confundido, intentó moverse, pero unas cuerdas lo impidieron. Estaba amarrado a una silla.

Estaba en una habitación oscura, parecía más un sótano, había una pequeña cama, un balde y una mesa con diferentes instrumentos

Su respiración se agitó ¿Qué estaba pasando? Trató de hacer memoria, lo último que recordaba era haberse encontrado con el Portugués Cristiano Ronaldo y haberlo invitado a ir por unas copas.

Desde ahí tenía recuerdos muy borrosos, no entendía nada, ¿Lo habían secuestrado por dinero? ¿Le iban a sacar los órganos? No lo sabía.

Tembló al imaginar que le podrían hacer, era un Omega y era obvio que no se podría defender.

Unos pasos resonaron desde algún lugar y una luz lo cegó.

—Vaya, el princesito por fin despertó —le dijo una voz muy extraña, sonaba como si se hubiera fumado unos veinte cigarrillos antes de hablar— Nos tuviste esperando mucho tiempo.

Memo tembló de miedo. ¿Cuánto tiempo había Estado inconsciente?

—¿Q-Qué quieren de mí? —preguntó con la voz temblorosa y los ojos llenos de lágrimas— Tengo dinero.

—Oh, pequeña e inocente criatura —el hombre se acercó dejando ver a un hombre mayor, como de cincuenta años, con la sonrisa más amarilla que había visto en su vida—, no soy yo quien quiere algo de ti, solo ofrezco mis servicios al mejor postor.

El hombre se acercó un poco más y el Omega logró percibir un tenue olor a leche agria, era claramente un Alfa.

Tembló nuevamente y las lágrimas comenzaron a brotar, pensaba en quién lo podría odiar tanto como para hacerle eso.

—No llores —el alfa acarició su mejilla limpiando sus lágrimas— No te haré daño a menos de que él me lo ordene. Sonríe así te ves más lindo.

Sin más que decir, el hombre se fue, no sin antes dejar un casto beso en la mejilla del Omega. Memo tembló aún más, estaba aterrado, solo quería volver a casa.

Lionel miró su celular preocupado, le había escrito a Guillermo para hablar sobre los rumores y dejarle en claro que ya tenía una pareja, pero nadie sabía nada de él desde hacía dos días

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Lionel miró su celular preocupado, le había escrito a Guillermo para hablar sobre los rumores y dejarle en claro que ya tenía una pareja, pero nadie sabía nada de él desde hacía dos días.

Había gente que le decía que estaba exagerando, que quizá solo se había ido a una escapada para alejarse del mundo, sobre todo de los paparazzis y de todo lo que estaba pasando con su la noticia de su pequeña escapada.

Pero tenía una corazonada y no era nada buena, le sorprendía lo poco a lo que cualquier persona le estaba importando la desaparición del Omega.

Era algo sumamente extraño, a cada persona que le preguntaba siempre evadía el tema o le daba respuestas ambiguas.

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⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

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